Our Way [LimingHeart]

[3] Sea

  Más de una vez me hicieron estudiar la manera en la que luz y el sonido llegan primero, una pregunta del cuestionario ese día era "Que viaja más rápido la luz o el sonido?" en mi vida nunca me preocupaba por esa clase de preguntas, la verdad prefería dejar a las personas que sí tuvieran ganas de estudiar aquello que resolvieran el tan esperado misterio... pero con el tiempo descubrí que ambas podrían de vez en cuando llegar al mismo tiempo, una persona podía ser el sonido de otra y lo mismo que la luz, una persona se podía convertir en el farol de la otra.

—Oh, Heart ¿qué ocurrió?—. "Kwan, Apinya acaba de fallecer." Kwan se quedó estática en su lugar esperando a que el menor pasara y explicara la situación. Los tres sabían que la contraria estaba en un momento crítico y que podía pasar cualquier cosa, pero no se esperaba que en tan sólo horas de lo ocurrido, Apinya moriría de repente. —Heart ¿sabes algo más?— El menor se sentó en el sofá y comenzó a explicar como pudo con sus manos. —Ming, esto es complicado.—. —Creo que primero antes que la directora de la noticia en cada escuela, debemos calmarnos, estar alterados no ayudará.— Heart asintió y tomó la mano de su novio quién la apartó apenas sintió el toque. Esto hizo sentir confundido a Heart, pensó por un momento que había hecho algo mal.

Pero Ming aún tenía en su cabeza ese olor a mujer que no se le despegaba al contrario, Ming sabía que Heart tenía muchas amigas en la escuela, pero las conocía y sabía que no buscaban algo diferente con su novio. —Bueno, yo iré a casa, cualquier cosa, puedes llamarme Ming y Heart si necesitas algo mándame un mensaje.— el contrario asintió y mantuvo su fija mirada en su novio que evadía su intento por llamar su atención. En el momento en el que Kwan dejó el departamento, Heart se levantó y tomó su bolso listo para irse. "No sé por qué estás evitando una conversación conmigo, pero una relación se basa en comunicación, Ming... si hay algo que te está preocupando, dímelo, estoy dispuesto a hablarlo contigo." 

Dicho esto último, Heart dejó el departamento de su novio, quién quedó con una duda que aún le carcomía el cerebro. —Idiota ¿por qué no preguntas?— Ming siempre un chico que quería ser libre e independiente y lo mismo quería para las personas que amaba, pero se le hacía difícil a veces creer que Heart no quería una vida de libertades pero con él en ella. Su mente se volvía con el pasar de los minutos un verdadero mar de preguntas, de dudas, de incógnitas; no le gustaba ese sentimiento, no le gustaba esa clase de pensamientos, odiaba la idea de Heart con alguien más, él odiaba no ser libre, pero también odiaba ser tan libre como ahora.

Su casa se sentía vacía, normalmente Heart siempre andaba dando vueltas en ella, a veces ordenando, a veces cocinando y a veces sólo tenía su cabeza en sus piernas mientras acariciaba su cabello con total dulzura mientras este se dormía de a poco. Pero ahora aquel chico no estaba en su casa, no estaba en sus piernas, no estaba cerca.

Heart había llegado a casa y se encontró con Alan en el living mirando las noticias y con Gaipa a un lado leyendo un libro del cual necesitaba hacer una reseña para la facultad. —Heart llegó.— Gaipa despegó la vista de su libro y le preguntó al menor como estaba. "Estoy bien, papá ¿sabes cuando es el turno con el médico?" Alan miró el calendario y le contestó. —En dos días ¿por qué?—. "Por nada, gracias." Gaipa notó el semblante triste del contrario y miró a Alan soltando un suspiro.

El mayor de todos se levantó y tomó la mano del menor, llevandoselo al cuarto a conversar. —Okay, estoy notando que algo te ocurre.— Heart se sentó a un costado de su padre y comenzó a contar lo que le ocurría. "Es Ming, fui a contarle algo importante hoy a su departamento, pero incluso cuando quise tomarle la mano, la quitó." Alan asintió observando como Gaipa entraba con una chocolatada para su menor. —Entiendo, entonces ¿qué es lo que ocurre? hablaste de eso con él ¿o no?—. "No." Gaipa se sentó al otro lado de Heart y le contestó. —Heart, si no hablas con Ming de lo que te ocurre o no le preguntas y sólo asumes, nunca podrán tener una relación basada en confianza y comunicación.—. —A todo esto...— Alan se acercó y olfateó un poco el hombro de su hijo. —Hueles a mujer...—