Mi nombre era Alexander, fui un soldado de la resistencia en mi nación pero todos fuimos traicionados... Ahora he cruzado a través del umbral de la muerte con un nuevo y terrible poder.
Nada ni nadie se interpondrá en mis ambiciones, no existe luz q...
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¡¡Mantened las filas, empujen con sus escudos!! Mientras la batalla alcanzaba el punto cumbre, las fuerzas Asgardianas daban todo de sí ante una fuerza nunca antes vista. ¡¡Nuestras armas no los dañan, son inmortales!! Espectros llegaban por todos lados, mientras un soldado Asgardiano mantenía a raya a uno de ellos por la retaguardia llegaban cientos. Por muchos cortes, tajos, y lanzas parecía que nada los dañaba. ¡¡Capitán!! Otro grito, otra baja. ¡¡Demonios, no son de este mundo!! Presos del pánico, el metal oscilando en el aire era lo único que escuchaban los soldados cayendo ante las manos de los espectros. ¡¡Corran, corran por sus vidas!! Nada parecía tener sentido, la batalla estaba perdida ante los demonios de manto negro.
¡¡Maldito seas, Sauron!! Sus soldados caían, su pueblo ardía en brasas y humo. Nunca antes habían sufrido un golpe de esta magnitud, era como si el mismísimo Ragnarok hubiera llegado. Odin sabía que quien tenía en frente era el ente que todos temían, una vieja leyenda que padres contaban a sus hijos pero que nadie podía afirmar si era real o no. I amar prestar aen, Andelu i ven. El gigante frente a él hablo en una lengua que nunca antes había escuchado que solo lo confundió más de lo que ya estaba. Sauron extendió su mano flameante hacia el, queriendo estrecharla con la suya. Telin le thaed. Odin entendió al instante, a cambio de perdonarle la vida quería que se sometiera a su voluntad. En cólera, sus dientes crujieron con gran ira empuñando su cetro. ¡¡No soy ningún perro al que puedas domesticar, yo soy Odin. Padre de todo!! Embistió cual relámpago al suelo escuchandose un fuerte eco metálico, el cetro de Odín impacto directo. Que así sea. Pero no dio en su blanco, el cetro fue detenido con la mano de Sauron jugando con el ¡¡Clank, Clank, Clank!! Tres golpes rápidos cayeron del martillo negro, la maza del señor oscuro golpeó el cetro de Odín impactando directo quebrandolo en dos. Sin detenerse, un poderoso mazo cayó en el torso de la armadura dorada dejándolo sin aliento solo para recibir otro mazazo en su quijada. ¡¡No existe luz alguna que pueda contra la oscuridad, no ganarás esta batalla Asgardiano!!
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En mitad de la batalla, múltiples voces llegaron al oído de Odín. Pareciera ser un cúmulo de almas susurrando en el más allá, su mente fue nublada con el grito de sus camaradas caídos junto con la destrucción de su tierra. Todo mientras era observado por un cadáver putrefacto de iris llameamte ¿¡Que eres!? Esto no era humano, siquiera un gigante de hielo. Odín lo podía sentir, múltiples entidades podían sentirse dentro del acorazado negro, las visiones de su patria en ruinas, era muy díficil mantenerse concentrado con tales imágenes en su cabeza.
