𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐦í𝐨

VIII

Harry estába desesperado, Severus no le hacía caso ni siquiera le miraba, no esperaba que se enojara de tal forma, solo le quedaba pedir perdón.

En estos instantes estaban en el comedor y Harry no podía dejar de ver a su queridísimo Omega, claro, intentando que no se de cuenta pero lamentablemente severus ya se había dado cuenta que su alfa le estaba mirando desde que entró al gran comedor, no podía evitar sentir un poco de pena por su chico, pero se lo merecía por actuar como un niño pequeño, Harry sabía que severus no le gustaba esas actitudes pero estaba enojado que Malfoy este como cachorrito con SU Omega, simplemente indignado, como un niño pequeño.

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- Sevv, que haces? - dijo Harry mientras entraba sin permiso alguno a la oficina de su queridísimo Snape

- Que haces tu aquí?- dijo Snape intentando sonar frío y desinteresado cosa que no le salió ya que a su alfa le sonó como un lindo ronroneo

- Vine a ver qué hacías- dijo Harry mientras tomaba asiento en una de las sillas.

- Pues ya viste que estoy haciendo a si que puedes irte- Dijo Snape con un tono desinteresado

- Oh, vamos, sigues enojado?- Dijo Harry mientras se ponía de pie y se dirija atrás de snape para acariciar suavemente su cabello

- Pues claro que sí, Potter, sabes que no me gustan esas actitudes- Dijo Snape mientras quitaba la mano de Harry de su cabello

- Me perdonas, cariño?- Dijo Harry mientras se arrodillaba y recostaba su cabeza en el muslo de su novio

- Disculpa, que decías? Esque no te escuché- Dijo Snape mientras volteaba los ojos

-Por favor, cariño, perdóname- Dijo Harry mientras ponía cara de cachorrito regañado

- Enserio?, no suenas como si quisieras que te perdone- Dijo Snape mientras seguía corrigiendo las tareas de sus estudiantes

-Por favor, Sev, amor, cariño, perdóname, por favor, no debí comportarme así, por favor perdóname, si?- Dijo Harry mientras intentaba sacar lágrimas inexistentes, estaba realmente intentando que snape le perdonará

- Bien, te perdono, pero no quiero que se vuelva a repetir, Harry- dijo Snape mientras acariciaba suavemente el cabello de Harry-  No estés en el suelo, te ensuciaras- Dijo Snape, que dió una sonrisa al ver que su alfa se puso de pie, realizó la misma acción y se puso de puntitas paras abrazar del cuello al otro, dándole un corto beso

- Gracias!, en serio te amo~- Dijo Harry para sujetar a snape de la cintura y cargarlo, listo para sentarlo en el escritorio, Harry empezó a repartir delicados besos por el cuello del otro, al que reaccionaba con pequeños jadeos de satisfacción ya que estos iban directo a sus glándulas de olor.

-Te eh dicho que tu olor es demaciado delicioso para mí?, vas a enloquecerme  -dijo Harry meintras sonreía al igual que snape, quien estaba levemente sonrojado hasta las orejas- Tan bonito~

- Tranquilo Harry, no te emociones tan rápido- Dijo Snape para bajarse de la mesa- Tengo que ir a conversar con Dumbledore, a si que deja esto para más tarde- dijo Snape para seguidamente salir de su oficina con una sonrisa delicada y hermosa

- Me volvió a dejar así- Dijo Harry al ver que su mini Harry no tan mini, ya estaba más que despierto, Bueno, era la hora del trabajo manual de Harry

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Ya eran mínimo las 11:00 en Hogwarts, a esa hora, ningún estudiante debería estar paseándose por los pasadizos y deberían estar durmiendo, pero, siempre hay una excepción, Harry estaba más que despierto y caminaba hasta las mazmorras, dónde se encontraba su queridísimo Omega descansando, claramente iba a sorprenderlo llegando de la nada a su dormitorio. Cuando al fin estaba enfrente de la puerta de la habitación del antes mencionado, abrió sigilosamente la puerta, sin causar el más minimo ruido, asegurando que sus pasos sean aún más silenciosos, cerró la puerta con cautela, y puso los hechizos que había retirado nuevamente, se quitó su capa de invisibilidad y la dejo caer en el sillón, se encaminó al pequeño y delicado bultito entre las sábanas, dónde sobresalía una poco de cabello de su Omega, este estaba más que dormido, no quería interrumpir el sueño de su amado a si que se acomodo su pijama y se deslizo por la cama de snape, abrazándolo por atrás de la cintura, en forma de cucharita, así por fin poder descansar con el tranquilizador aroma a coco y melocotón, el olor más exquisito para Harry.