Secreto.

41 5 0
                                    

— Te noté muy cansado esta semana, ¿otra vez tienes problemas con tu matrimonio o existe otra razón?.

Preguntó un Sunghoon muy preocupado por el estado de su amigo. Ambos ya habían terminado su jornada, era hora volver a casa. Se habían encontrado de camino a las escaleras, todo había ido bien hasta que Jungwon había sufrido un mareo mientras bajaban y si Sunghoon no hubiese estado allí para él, tal vez Jungwon habría sufrido un par de golpes.

— No comí bien en el desayuno, no te preocupes. Me sentí un poco mareado pero ya estoy bien.

Sunghoon acepto sus palabras pero dudaba que fueran ciertas. Había notado que se veía más pálido de lo normal en los últimos días, aunque no quizo opinar o decir algo al respecto porque gran parte de aquellos síntomas eran del estrés que sufría en su vida privada.

— Te llevare a la cafetería y comerás algo nutritivo.

— No, estoy bien.

— No mientas, Jungwon. Eres médico sabes que necesitas comer, vamos.

Sunghoon ayudó a su amigo a levantarse de los escalones donde se encontraba sentado y ambos caminaron a paso lento hasta la cafetería. Llegando al lugar, se encargó de ordenar algo que hiciera sentir mejor a Jungwon.

Por la mañana, se había despertado con algunos mareos pero supuso que se debía a causa de que últimamente no se había estado alimentando correctamente y sufría mucho estrés. Él pensaba que todo era debido a lo que sentía.

— ¿Me quieres contar que es lo que te sucede o prefieres que me calle y me quede haciéndote compañía?. La verdad, no me molestaría. ¿Qué te parece si vamos a cenar a un mejor lugar?.

Dijo Sunghoon mientras dejaba por la mesa un jugo de cítricos, fruta cortada en un recipiente y un ramen ya preparado. Tomó asiento enfrente de su amigo y comenzó a comer una barra de cereales.

— Gracias, Sung-hoon. Pero no lo sé.

— Oye, ya es hora de volver a casa. Y no ha entrado ninguna emergencia, podemos hablar hablar calma.

Miro los alimentos y luego a su amigo. Se sentía bastante cansado ya, aún mantenía esa postura en la que decía que todo lo que le pasaba era por exclusivamente su culpa y que no debería cargar a los demás con sus problemas porque quien sabe lo que suceda en la vida del otro pero esta vez, él estaba tan cansado ya.

Y no sabía como seguir cuerdo.

Su relación con Sunghoon había empezado hace tres años, luego de casarse y mudarse. Gracias a su referencias, contactos y árduas horas de trabajo donde se desempeño y dio todo de si mismo para convertirse en el gran cirujano que es, fue aceptado y transferido. Su mejor amigo había ingresado por los mismos motivos, a excepción de casarse. Buscaba una nueva vida donde fuera él quien la manejara sin nada ni nadie que le digan que debería hacer, y lo encontro.

Para Sunghoon, sus antiguas relaciones amistosas habían sido un fracaso y por esa razón cuando llegó a su nueva vida le costaba tanto empatizar o ser cortés. Aunque no le duro mucho tiempo, ya que Jungwon fue el primero en hablar y a pesar de que en un principio no tenían la mejor relación más tarde, bajo presión, se dieron cuenta lo tan parecidos que eran.

— No estas así solamente por no comer, ¿verdad?

Jungwon asintió levemente con la cabeza.

— ¿Es el trabajo?.

Jungwon negó. Sunghoon realmente se sentía preocupado por su amigo y solo le quedaba preguntar, callar, oír y acompañar.
Tampoco quería presionarlo a que exponga sus sentimientos.

Amor FloralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora