Llanto.

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Jungwon no supo que hacer. Se sentía bastante mal consigo mismo, se tiraba los pelos con frustración. Corrió devuelta a su apartamento, subió por el ascensor esta vez, y notó que entre la desesperación por seguir a Nicholas olvido trabar la puerta de su casa.

Tomó su teléfono para comunicarse con Nicholas pero rápidamente se percato que él no llevaba el suyo. Suspiro por la preocupación y llamó a su amigo.

Jungwon, ¿pasó algo?.

— Matthew, escúchame Nicholas está ebrio y enojado, dijo que iría a tu casa, se fue con el auto y yo estoy muy preocupado. ¿Podrías fijarte si llega a tu casa?, yo iré a buscarlo. Estoy preocupado..

Ni siquiera se dio cuenta de que tan agitado estaba hasta que Matthew lo interrumpió.

Bien, bien, Jungwon. Tranquilízate, yo saldré a buscarlo. Tú quédate en casa, yo te llamaré. ¿Esta bien?

— Lo siento, lamento llamarte por esto pero es que discutimos e intenté detener el auto pero no pude.

No importa, esta bien. Te llamo luego, ¿sí?.

Esta bien, adiós.

Colgó la llamada, corrió a su cuarto, busco su abrigo y sus zapatillas. Recordó torpemente que había perdido una de sus pantuflas mientras bajaba las escaleras de emergencias con la intención de llegar al último piso antes que Nicholas y poder frenarlo a tiempo.

Cerro con llave su apartamento y salió corriendo.
Tenía la esperanza de poder perseguir y alcanzar a Nicholas en algún semáforo pero también tenía presente la posibilidad de que sufra un accidente en ese estado, no quería que salga herido.

La casa de su amigo quedaba a diez minutos en auto, lo que sería el doble para Jungwon y más porque cada tanto se detenía para recuperarse, aunque mientras más corría más le costaba. Solo respirar le quemaba la nariz y la garganta, aspirar el aire helado de la madrugada lo afectaba muchísimo.

Su teléfono sonó y se detuvo al segundo. Era Matthew.

Jungwon, estoy viendo a Nicholas llegar. Esta bien, no te preocupes. Yo lo cuidare.

Ay, Matt.. Matthew.

Suspiro con alivio.

— Lo lamento..

Oye, Jung. Esta bien, vete a casa. Yo me encargo de él,

— No, Matt. Yo iré..

Iré a abrirle la puerta, se sentó en el jardín. Vete a casa, cuando se le pase la resaca te lo llevo, ¿quieres?, así arreglan las cosas. Nos vemos, Jungwon.

Matthew colgó la llamada.

Jungwon dejo caer su peso, sus blandas rodillas chocaron contra el suelo frío, su celular había caído a poca distancia de él, de golpe sintió que le costaba respirar, con una de sus manos frenó, lo que pudo, la caída y la otra mano la colocó sobre su pecho, tratando de consolar el dolor.

Estaba agitado, o eso creía.

Comenzó a llorar por lo que estaba pasando y el estrés que le generaba la culpa.

Jungwon jamás quizo lastimar a Nicholas, tampoco era alguien egoísta que se fijaba solo en si mismo y ya. Se sentía mal por todo, Nicholas, su matrimonio, él mismo.

Era un estúpido, y por eso ahora estaba sufriendo. Prefería estar en un turno de cuarenta y ocho horas seguidas, en vez de estar en su casa porque estas situaciones sobrepasaban su limite.
La culpa de que su matrimonio fuera un desastre quedaba en segundo plano cuando estaba con un paciente, odiaba el conflicto entre parejas y las consecuencias posteriores.

Tenía la cara empapada de sus lágrimas. Sollozaba tan fuerte que hasta él mismo pensaba que era demasiado pero se dejó ser porque sabía que ya no aguantaba esta situación. Así que lloró, lloró solo sentado en el pavimento de la calle sin nadie alrededor. Esperaba que así sería capaz de aliviar el dolor y la carga.

Eran alrededor de las cuatro de la madrugada cuando logro tranquilizarse y camino hasta la pequeña plaza que se encontra enfrente de su apartamento. Hacía frío pero aún no quería entrar.

Estaba sentado en una hamaca apenas moviéndose pero temblaba demasiado.
No podía entrar a su propio apartamento porque lloraría si recordaba a Nicholas, sentía que el daño que le había hecho o el tiempo robado era irreparable, y él no podía compensar todo eso.

Desde el día en que oficializaron su matrimonio, Jungwon era consciente de que no amaba a su esposo y por lo tanto, sabía que este tipo de situaciones iban a estar presentes en ese futuro.

Sabía que existían las probabilidades de futuras discusiones, desacuerdos y que existirían momentos en los que él mismo no podría enfrentar a Nicholas, ni siquiera dar la cara porque saber que se había casado, siendo consciente del amor irrecipocro, le hacía sentir una vergüenza terrible. Sin importar como se mire, él quedaba como el malo en esta historia.

Con pronunciar un "acepto", rompió varios corazones. Incluido el suyo mismo.

Y lamentaba eso porque jamás había llegado a una decisión concreta a la pregunta dada ese día.

¿Jungwon?.

Pero.

Pero, eso significaba que tendría tiempo para replantearse esa pregunta.

¿Estaba seguro que era esto lo que quería?.

Amor FloralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora