CAPÍTULO 1

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Septiembre, 1938

Hacía dos semanas el padre de Abigail y Abe Portman, había sido asesinado junto a sus dos  hermanos.

La familia de los Portman era una familia envidiada, en el sentido de que se notaba que era unida y que se amaban, por eso la noticia de la muerte de tres miembros de la familia tomo por sorpresa a más de uno, más cuando uno de los hijos aseguraba a ver visto a un monstruo matar a sus hermanos y a su padre. No era la primera vez que se esparcian rumores sobre dicha familia pues ambos padres, madre y padre eran portadores de ojos café tan oscuros que había veces que no se distinguían de la pupila, por eso fue una sorpresa cuando su primer hijo nació con unos ojos más azules que el mar, no pudieron evitar que se esparcieran rumores acerca de la fidelidad del matrimonio, pero cuando todos sus hijos nacieron con los mismos ojos azules no supieron dar una explicación más que era alguna herencia.

Abigail y Abe fueron los últimos en nacer  y el hecho de que ambos tuvieran ojos azules ya no sorprendió a nadie, lo que si sorprendió fue que eran mellizos.

Cuando eran pequeños su hermano mayor les contaba historias acerca de monstruos sin cara y  brazos de tentáculos y su otro hermano siempre confirmaba las historias agregando que si en alguna ocasión veían a uno de estos monstruos cerrarán fuerte los ojos y se irían, Abigail nunca había creído esas historias pero Abe decía también aver visto algún monstruo en alguna ocasión, como esa mañana de septiembre, la mañana en la que ambos niños había presenciado el asesinato de su padre y hermanos mayores, Abigail no había visto nada, Abe lo había visto todo.

Septiembre, 1943

Abigail Portman se encontraba en un sueño profundo en el cual solo veía a su hermano, no decía nada, ni hacia nada solo estaba sentado ahí, enfrente de ella, en un espacio negro sin forma, un especie de vacío, Abigail ya lo conocía pasaba mucho tiempo en el , pero está vez era diferente pues Abe no la dejaba salir como si estuviera esperando algo, hasta un 3 de septiembre diferente, en el cual la cara de su hermano se transformó en la cara de un muchacho un poco más alto y delgado que Abe, pero con los mismos ojos azules, Abigail vio como el espacio en negro se transformaba en su habitación, habitación en la cual sabía que estaba en cuerpo pero en una época diferente a la de el chico, cuando el chico se levantó ella lo siguió, lo vio arrastrar un baúl en donde había fotografías, para luego entrar al sótano donde Enoch guardaba sus corazones, se burló un poco al ver como se asustaba, decidió acercarse para verlo mejor el parecido que tenía con Abe era sorprendente, sonrió al darse cuenta de que también se parecía a ella.

— Jacob— volteó al oír la voz de su mellizo— Su nombre es Jacob y es mi nieto —

Estaba a punto de hablar hasta que fue interrumpida

— Abe, eres tú? — era la voz de Emma, se encontraba al final del pasillo, voltio a ver a Abe pero ya no estaba, trato de hablar con Emma pero ella no la escuchaba porque no estaba ahí entonces Jacob corrió y Abigail lo siguió tranquilamente.

Al salir de la casa por fin despertó

Al abrir los ojos volvió a sentir todo a su alrededor incluida una sensación de calor que provenía de su lado izquierdo, ahí se encontraba Enoch, estaba sentado en una silla con los brazos recargados en la cama y la cabeza escondida entre estos, le dio un beso en el cabello y después se dispuso a pararse al hacerlo se percató de que había hombrecitos de arcilla por toda la habitación parecían estar haciendo guardia, pero al verla ponerse de pie no sabían cómo reaccionar, trato de evitarlos para no pasarlos, al llegar a la puerta cerró los ojos para ver de nuevo ese vacío negro pero rápidamente la casa y sus habitantes se mostraron veía a todos las personas que se encontraban en la casa y que era lo que hacían, volvió a abrir los ojos y salió, bajo las escaleras y paso por la sala principal al acerlo los niños que se encontraban ahí sorprendidos por su presencia se levantaron para seguirla, aunque no lo lograron, cuando llego al pasillo que llevaba a la puerta principal se cruzó con Miss Peregrine quien le sonrió como si supiera al igual que ella quien  estaba apunto de entrar, volvió a dirigirse hacia la puerta y la abrió sorprendiendo a las tres personas que se encontraban detrás de esta.

Ojos Color Mar / Enoch O'ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora