05

76 69 2
                                    

_____❀⭒☽☼☾⭒❀____

「 𝑳𝒂 𝒄𝒊𝒕𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒄𝒊𝒕𝒂 」

11//ᴊᴜɴɪᴏ.

Llevo mis manos a mi cintura y me estiro hacia atrás, liberando toda la tensión de mis músculos. Cuando estoy por mucho tiempo en una posición, como lo estoy ahora, se vuelve incómodo.

Sigo con mi vista fija en el lienzo que tengo al frente, el cual está totalmente vacío desde hace media hora. Muevo el pincel de un lado a otro, haciendo contacto varias veces con mi rodilla.

Tercer día en un campo lleno de hermosas vistas y nada me inspira. No tengo una motivación clara para transmitir y crear algo de mi agrado. Es lo más frustrante.

Tengo la mente abierta y, gracias a ello, he podido crear varias obras totalmente únicas. Ahora no sé qué me pasa; creo que estoy en algún tipo de bloqueo y siento frustración, mucha frustración.

Cerré los ojos y solté un suspiro lleno de cansancio. Por algún motivo, el cual desconozco, la imagen de Alexis y el atardecer apareció en mi mente. Decidí plasmar ese recuerdo en el lienzo y me puse manos a la obra.

No sé por cuánto tiempo estuve pintando, pero ya lo había terminado. Logré hacer el atardecer casi exacto a cómo lo recuerdo y le agregué dos siluetas sentadas en el pastizal que hacían alusión a nosotros.

—Hija... —escuché toques en la puerta—, tienes visitas.

¿Visitas?

¿Podría ser Erick?

Aunque lo pensé, descarto por completo la idea de que mi novio esté aquí para verme, ya que él está en Grecia con su familia pasando el verano y yo aquí en el campo, en algún lugar de California.

Lo veo difícil, pero no imposible; eso hace que tenga esperanzas, y tenerlas me pone feliz, aunque esa felicidad no dura mucho porque todavía es la hora en que no se ha comunicado conmigo y me preocupa que algo le haya pasado. Alejé esos pensamientos negativos para no atraerlos y me dispuse a acomodar todo por encima.

Estuve a punto de salir del cuarto, pero me vi en el espejo y digamos que no estaba lo más presentable posible. Mi pelo era un desastre; aunque esté amarrado en forma de dona, tenía algunos mechones sobresalidos, así que solo los acomodé detrás de mis orejas y me animé a salir.

Bajé las escaleras toda emocionada, como si todavía tuviera 5 años; no sé cómo no me he tropezado y reventado toda la cara. Suerte, supongo. Abrí la puerta y no era lo que esperaba; incluso esperé ver una vaca, pero, ¿Alexis?

—¿Tú? —me percaté de que mi pregunta no sonó como tal y no quise ser irrespetuosa—. Quiero decir, ¿ocurrió algo?

—Sí... No —se corrigió al instante y sus siguientes palabras las empezó a pronunciar rápido—. Es decir, sí ocurrió algo, pero no es que sea malo y no sé si sea bueno porque capaz no sea de tu agrado, pero quizás sí, porque... —respiró y exhaló luego de percatarse de su comportamiento.

No entiendo por qué está nervioso, pero esto simplemente me causa risa y no pude evitar disimularla. Lo escuché maldecir e incluirse en la risa.

—Perdóname por reírme, es que actuaste muy chistoso.

—No te preocupes.

—Ahora, si puedes contarme el motivo de tu visita.

—Vine para enseñarte lugares, ya que eres nueva aquí —se rascó el puente de la nariz, un poco apenado—. Perdona mi torpeza, es que no sabía cómo decírtelo sin que lo fueras a malinterpretar y creyeras que hay una doble intención o algo por el estilo.

Si él no hubiera aclarado ese hecho, sí llegaría a pensar que quizás tuviera esa intención de invitarme a una cita. Suerte que lo aclaró, porque si me gustaría recorrer los lugares de este hermoso campo.

—De acuerdo —asentí pensativa—. ¿Y cuál será el primer lugar donde me enseñarás?

Ahora el pensativo era él. Creo que no tiene intenciones de decirlo y que lo dejará como sorpresa por la expresión que veo en su rostro.

—Solo diré que te pongas algo cómodo porque habrá algo relacionado con el agua y en cierto punto es probable que caminemos.

Sonreí. Supuse bien al pensar que lo dejaría como sorpresa y eso me hace tener dudas.

—Está bien, ¿cuándo será?

—Hoy —soltó con tanta obviedad que hasta el pensamiento de que fuera un chiste se me esfumó de la cabeza.

—¿Así de la nada? 

—Quiero decir, puede ser hoy si es que no tienes nada importante que hacer; de lo contrario, lo podemos dejar para otro día.

En realidad no tengo nada que hacer y capaz de que este paseo me devuelva la inspiración en mis pinturas.

—Hoy estás de suerte, así que sí —mi afirmación logró sacarle una sonrisa—. Me arreglo y nos marchamos.

—Me parece bien. Te estaré esperando en mi camioneta —señaló atrás de él y visualicé la camioneta roja.

Cerré la puerta luego de asentir en afirmación. 

Soy una persona indecisa en cuanto al vestuario y por eso nunca me ha gustado salir el mismo día en el que se realizan los planes. Prefiero tener un día de anticipación.

—¿Todo bien, hija? —detuve mis movimientos justo al subir algunas escaleras.

—Sí.

—¿Y a qué vino?

Veo que mi padre nunca perderá la costumbre al chisme. Ya es parte de él.

—Quiere enseñarme algunos lugares del campo, ya que soy nueva. Supongo que quiere que me sienta más familiarizada y me adapte.

—Sí, seguro que es por eso.

No pude evitar sentir la ironía en su voz.

—¿Qué tratas de insinuar?

—¿Insinuar algo yo? Para nada —hizo un movimiento con su mano restándole importancia—. Está más que claro que él se levantó temprano y lo primero en que pensó fue en la vecina nueva que no conoce el campo y se ofreció como voluntario. Un buen samaritano.

No pude evitar reírme. ¿Realmente está insinuando que hay una doble intención en la acción de Alexis?

—No hay dobles intenciones por parte de él, señorito chismoso —hizo un gesto en su rostro de que no cree nada de ello—. Ahora, si me disculpa, iré a arreglarme para recorrer los lugares del campo.

—Espero que disfrutes la cita que no es cita.

Tiró el veneno y se escabulle cómo un malvado. Giré los ojos y subí las escaleras.

Se podría malinterpretar, pero verdaderamente quiero creer que lo hace de buena fe y sin ninguna intención escondida.

_____❀⭒☽☼☾⭒❀_____

Un Amor De Verano © [Borrador en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora