♱ tentatio ♱ 𝖐𝖔𝖔𝖐𝖒𝖎𝖓

doce

Escuché al padre Jeon abrir la puerta y los pasos de mi padre adentrándose a su oficina.

— ¡¿Quien se cree que es para entrar asi?!

— ¿Dónde están cura? — dijo mi padre.

— ¿A que se refiere?

— No se haga el tonto cura. Se que tiene a ese mierda de Min Yoongi aquí escondido, y lo peor es que trajo a Jimin para verlo. Dígame donde están.

— ¿Cómo se le ocurre entrar así a la iglesia? ¡Esta iglesia no es suya! — dijo el padre Jeon gritando.

— ¿Ah no? ¿Y quien la construyó? ¿Papa Noel? — dijo riendo sarcásticamente.

Me alejé de la puerta y abracé a Yoongi y comencé a llorar, mi corazón se acelero el doble cuando escuché al padre Jeon gritar.

— ¡Por lo mas sagrado donde cree que va!?-

La puerta de la habitación se abrió de golpe y vi a mi padre con tres matones detrás de el. Lo miré mientras seguía aferrado a Yoongi.

Mi padre se acercó para agarrarme pero Yoongi me puso detrás de el.

— Quítate. — dijo mi padre.

— No.

Mi padre se hizo a un lado y un matón se acercó a Yoongi golpeando su abdomen. Los otros dos matones lo agarraron y se lo llevaron.

— ¡No! ¡Yoongi! — dije casi corriendo tras de el hasta que vi la mirada que tenia mi padre sobre mí. Mi cuerpo se congelo y me agarro del brazo para llevarme.

Mientras me agarraba miré al padre Jeon y vi sus ojos cristalinos mirándome con perdón y culpa.

                                        -

Pasó el dia como si nada hubiese pasado, no tuve noticias de Yoongi. Luego de llevárselo, mi padre me envió a casa y pasé toda la noche triste. Aunque algo en particular no salía de mi mente, y era la vergüenza.

La vergüenza al recordar que el padre Jeon me vio besuqueándome en su propia oficina con Yoongi. Tenía miedo de que pensara otra cosa de mí.

Por eso mismo, al siguiente día pase a la oficina del padre Jeon para conversar con él.

Llegué y escuché que hablaba por teléfono, cuando me vió cortó su llamada y se levanto de su asiento.

— Padre Jeon, perdone si lo interrumpí..

— No se preocupe, ¿Que necesita?

— Quería hablar con usted... sobre lo que vio aquí, ayer..

El padre Jeon caminó hacía mi

— Se refiere cuando lo vi besándose, con Yoongi.

Me quede en silencio un momento y jugué con mis manos.

— Yo... tengo mucha vergüenza de que llegue a pensar otra cosa de mí.

— ¿Qué tipo de cosas?

— Que me entrego fácilmente a los hombres... o que soy un cualquiera..

— Yo no tendría porque juzgarlo a usted Jimin. Son cosas normales del ser humano, uno se deja llevar por los sentimientos, eso es todo.

Lo miré con una sonrisa

— ¿A usted le ha pasado lo mismo? — suspiré y baje mi cabeza con los ojos cerrados. — Perdón, perdón padre Jeon disculp-

— No Jimin, a mi no me ha pasado — dijo mirándome fijamente a los ojos — porque yo no me dejo llevar por mis sentimientos. Yo tengo un compromiso con Dios, y es él, el que ocupa mi mente, mi espíritu... y tambien mi corazón.

— Por supuesto padre Jeon... No quise...-

— No se confunda. Mi único amor... es el señor.

Baje mi mirada mientras el padre Jeon seguía su mirada fija en mí. Me ponía nervioso. Lo miré de nuevo.

— Padre perdóneme, yo no quise insinuar que usted se dejara llevar por sus sentimientos... — pude ver como su mirada se ablandó.

— ¿Y que quiso decir entonces?

— Es que no se que me pasa... últimamente, yo le he tomado mucho cariño... por eso quizás...

— Jimin, usted ha sufrido mucho, esta pasando un momento difícil... esta frágil. — el padre Jeon bajó la mirada, suspiró y volvió a mirarme a los ojos. — pero usted no esta solo. Yo siempre le voy a ofrecer mi ayuda, mis consejos y... una mano amigable.

Se me hizo imposible no sonreír a la respuesta del padre Jeon.

— Además para que lo sepa, yo tambien ... le he tomado mucho cariño. Usted es un joven.. muy dulce.

El espíritu del silencio pasó por la habitación, haciendo que yo y el padre Jeon nos miráramos por un par de segundos, no hasta que tuve que bajar mi mirada al sentir un leve calor en mis mejillas.

— G-Gracias... — le dije nervioso y con una sonrisa. — Perdóneme de nuevo...

El padre Jeon esbozó una sonrisa y negó.

— Tranquilo...

— Hasta luego padre Jeon.

— Hasta luego..

Lo miré un momento más y caminé a la puerta de salida. Parecía un tonto enamoradizo caminando de vuelta a mi casa.

Claro está que dudaba mucho de lo que sentía acerca del padre Jeon, no sabía si era un fuerte cariño que tomé en tan poco tiempo, o algo más. Que ni siquiera me atrevo a nombrar.