catorce

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Estaba con el padre Jeon en su auto, mientras íbamos de camino a la cárcel de una ciudad que se encontraba cerca. Íbamos charlando de cosas cotidianas.


— Padre Jeon, — dije mirándolo mientras el manejaba y me miraba de vez en cuando. — Esto se lo voy a agradecer de por vida.

El padre Jeon sonrió y negó.

— No tiene nada que agradecer. Solo espero que... valga la pena arriesgarnos tanto.

— No me importan los riesgos. Lo único que me importa ahora es que Yoongi este bien, y que lo suelten pronto. — dije con una mueca.

— También debería pensar en usted, Jimin. A todas las cosas a las que se expone. — dijo mirándome.

— Si lo dice por mis padres, tampoco me importan mucho. — dije riendo entre dientes.

— Son demasiado viejos para entender. — suspiré — Piensan que lo que yo siento por Yoongi es un simple amor adolescente. — finalicé esperando la respuesta del padre Jeon.

Se quedó un momento en silencio con la mirada en el camino y habló.

— ¿Y no es así? — me dijo aun con la mirada en el camino.

Lo miré confuso, muy extrañado de su pregunta.

— ¿No es un amor de niño pequeño? — repitió. — Usted cree que ... ¿es algo más serio?

— ¿Acaso usted piensa lo mismo padre Jeon? — me sentía ofendido, y un poco traicionado de que me dijera eso. — ¿Tan inmaduro cree que soy?

El padre Jeon iba con la mirada pegada en el camino, luego nego y habló:
— No Jimin, pero usted aún es muy joven y a su edad las cosas son-

— Padre Jeon lo que siento ahora es amor. — lo interrumpí, me sabia de memoria ese discurso de que la vida adolescente era distinta. — Es amor. ¿O acaso por ser joven no puedo sentir algo real?

— No, yo no he dicho eso. Jimin, aqui el único que sabe si lo que siente es verdadero... — dijo mirándome — es usted. El único que sabe si vale la pena sufrir tanto por alguien, es usted.

Lo miré de reojo, encontrando la verdad en sus palabras. Muchas veces me preguntaba si todo esto era con un propósito, si ganaría algo con esto.

A lo largo del camino nos fuimos en silencio. No quedaba mucho para llegar de todas maneras.

Luego de unos minutos, llegamos a la cárcel de una gran ciudad que se encontraba allí. Todo para ver a Yoongi. Entre con el padre Jeon a la sala de espera luego de hablar con alguna asistente para poder ver a Yoongi unos minutos.

— ¿Jeon Jungkook? — dijo alguien con una vestimenta de general de policía.

El padre Jeon miró aquella persona y se levanto de su asiento.

— ¿Si?

— Están aquí para ver a Min Yoongi. ¿correcto?

— Si... ¿hay algún problema? — dijo el padre Jeon mirándome un poco preocupado. Me levanté de la silla y me puse a su lado.

— No lo podemos dejar pasar. — dijo el oficial.

Me acerqué al policía casi enojado y confundido.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Los detenidos no reciben visitas. Es la ley.

— Qué.. — bufé — ¿Cómo no va a recibir visitas? Déjeme pasar! — dije caminando a las celdas que se encontraban allí.

— Señor usted no puede pasar! — gritó el oficial agarrándome del brazo.

— Son solo cinco minutos por favor. — dijo el padre Jeon agarrando mi mano con delicadeza.

Lo miré un momento y solté su mano, volví la mirada al oficial.

— Son órdenes de arriba señor. — dijo el oficial.

Yo y el padre Jeon nos miramos confundidos hasta que vi a alguien salir de un pasillo. Era la madre de Yoongi.

Nos miramos un momento y me acerqué a ella.

— Jimin... ¿Qué está haciendo aquí? — me dijo.

— Irene... Vine a ver a Yoongi pero no quieren dejarme pasar. — dije agarrando sus manos en forma de consuelo.

Ella me miró extrañada y soltó mis manos, haciendo que la mirara confuso.

— Se nota que usted no entiende, Jimin. Mi hijo esta aquí, por culpa de usted.

Mis ojos se cristalizaron, tenía razón.

— No diga eso... No... Irene, eso no es verdad..

El padre Jeon se acercó a mi, y tocó mi espalda.

— Jimin, creo que lo mejor sería irnos..

— Yo no me voy a ir a ningún lado sin ver a Yoongi. — le dije mirándolo — Irene.. — le dije a la madre de Yoongi mirándola — no seas injusta, por favor. Usted sabe que yo quiero a Yoongi,

— Entonces deje de quererlo. Si tanto lo quieres... olvídate de él. Usted y mi hijo nunca van a estar juntos.



Me mantuve en silencio todo el camino de regreso a casa, no pude ver a Yoongi como tanto quise, lo único que deseaba era verlo. 

Tal vez Irene tenía razón. Todo esto es culpa mía, Yoongi esta allí por mi culpa, por fijarme en el.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2023 ⏰

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