— gabito
Y aquí estaba, bailando con la chica que me volvía loco desde hace más de un mes y eso que solo habíamos interactuado por redes solo unas cuántas veces.
Hable con ella solo una hora y pude ver que en realidad no solo me gustaba su físico, su personalidad era increíble; me hacía reír, era directa y no tenía vergüenza al mostrarse como es.
Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar que la canción terminaba, teniéndola tan cerca ahora no quería despegarme de ella.
Finalice aquel baile dándole una vuelta con una pequeña reverencia a lo cuál ella solo rió.
Podía jurar que tenía una sonrisa hermosa.
— Voy por algo de tomar – ella dijo, a lo cuál yo solo respondí con un guiño.
Tomé mi celular y empecé a ver unas que otra historia en instagram. Así era hasta que sentí un brazo en mi hombro:
— Ya te vi a baile y baile con la Soph, – era Nata – ¿sabías que ella jamás acepta bailar con nadie?
Esa pregunta me hizo sorprenderme.
— Si, si sabía, – el frunció su ceño y yo solo reí – apenas la conocí wey, obvio no sabía.
— Aguas que aquí ya hay dos weyes que te quieren plomear – dijo pasando su brazo por mis hombros – mira, ese wey de la esquina – era Panter – y este otro wey – Fidel nos veía desde una en la otra esquina.
— Tu sabes que me la pelan – el solo río – y yo no ando compitiendo, con ellos o sin ellos, yo me voy a quedar con esa mujer.
— Pues a lo que ando viendo, la neta si eh – los dos reímos – no la lastimes cabron.
— Ya te dije mil veces que no mamon, – dije agotado, note que Sophia venía para acá – mira ahí viene cállate.
— Mejor me voy, no quiero interferir. — palmeó mi hombro para ir con Antonio y Pantera.