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— Apa. — llamó Bobby.

— Hmm. — contestó en automático el brasileño.

Se encontraban en la oficina del mayor, dado que Roier está ocupado, Richarlyson con Felps y Iron con Tina, decidieron dejar a Bobby con Cellbit. Bobby no estaba de ganas para chambear.

Era muy inquieto, de aquí para allá en la oficina, coloreando, cantando, brincando, etc. Cellbit ya estaba acostumbrado por suerte y solo lo regañaba cuando hacía o estaba a punto de hacer algo peligroso, eso sin siquiera despegar la vista de la pantalla, ya que tenía mucho trabajo. Lo sorprendente aquí era cómo Bobby hacía caso, probablemente Roier se burlaría de él y se ofendería ante la diferencia.

Pero la paciencia del menor tenía un límite, y su costumbre a la atención completa de su otro padre era indispensable; tenía que cubrir de cualquier forma sus problemas de atención.

Se colgó, de nuevo, al respaldar de la silla del hombre con mechón blanco, meciendo su silla levemente, al menos lo poco que podía por el peso contrario. Gruñó y suspiró dramáticamente en el acto. Cellbit aún no lo captaba.

Tronó los dientes, furioso. Estampó sus pies en las tablas de madera del suelo, sentándose de brazos en el sofá del cuarto.

Cuando quiso quedarse, sin duda le hizo ilusión el poder hablar con Cellbit, pero al parecer no se compartía el sentimiento.

A veces se ponía a pensar que tanto lo quería su otro papá, digo, el le dedica tanto tiempo a sus hermanos y por alguna razón era incapaz de hacer lo mismo con él -o al menos así lo sentía-.

Claro, lo entendía hasta cierto punto, le apuntó a Richarlyson con un arma de juguete demasiado realista para el gusto de sus padres cuando apenas lo conoció; su forma brusca de ser lo llevó a insultar a Cellbit varias veces cuando apenas lo conoció, el mismo trato para Richarlyson. Iron era también muy agradable, lo hacía reír mucho, con bonita voz, modales, estilo; hasta se vestía igual que ella para hacerla feliz. No tenía nada que envidiar, su mamá y papá lo amaban mucho, daría la vida por su querida madre la cuál tiene una casa de juegos exclusiva para ellos, alejada de todos para ser ellos dos en su mundo; ¡Siempre se vestía con él! Su papá también era un padre ejemplar y perfecto a sus ojos, incluso Quackity lo admitió.

Incluso era amado por Quackity justamente, tenía increíbles tíos: Mariana, Missa, Quackity, ¡Spreen! Siempre que venía a la ciudad tenía regalos para él. (Seguía sin entender cómo entraba y salía de la isla ileso pero era incapaz de sacar a los demás.)

Pero entonces, ¿Porqué le costaba tanto a su nuevo papá quererlo? Estaba portándose bien, le hacía caso, se vestía bonito, lo abrazaba, ¡Le dio una flor cómo a su papá! ¿Qué estaba haciendo mal? ¿Él era capaz de darse cuenta lo odioso que era Bobby? Tal vez no lograba ganarse el corazón de todos. El le dijo a su papá que le robará el corazón a Cellbit,

Pero tal vez él no logró robárselo.

Eso le hacía sentir impotente, porqué: no era inteligente como Richarlyson, ni amable como Iron, no era nada que le agradará a Cellbit, y no sabía cómo hacer que lo quisiera, pero si era difícil con el, ¿Porqué es tan dificil amarlo? Tal vez siempre ha sido así, ni los franceses, ni los brasileños, ni Mariana, ni Spreen, ni Quackity lo amaron a la primera, les tomó tiempo. ¿Va a tomarse el tiempo de amarlo? Porqué si no lo puede amar simplemente va a terminar con su papá y el lo ama mucho y está feliz, no quiere que sea infeliz.

¿Sería más fácil de no estar el? Estarían felices como una familia estereotípica.

— Bobby, ¿Qué pasa? ¿Te lastimaste? —: tartamudeó en un vago español el hombre.

❝ l o v i n g ❞ - g u a p o d u oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora