2. Pensé que había quedado claro

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─Channie, cariño, tenemos visita.

Sandara esperaba a Chanyeol en la entrada de la casa desde que escuchó su moto estacionándose afuera. Como era habitual, iba impecablemente vestida y arreglada, como si fuera a ofrecer una fiesta en la casa; por una razón que nadie lograba comprender, ella estaba obsesionada con lucir bien en todo momento, aunque nadie, aparte de sus hijos, fuera a verla porque ella casi no salía de la casa.

─¿Qué pasa, mamá? ─cuestionó Chanyeol frunciendo el ceño y con un tono serio.

Esa actitud tan alegre de su madre no le gustaba para nada, normalmente significaba que había gastado demasiado dinero en algún capricho que a ella le resultaba indispensable para vivir, pero que para él sería todo un dolor de cabeza y lo obligaría a modificar sus planes.

─Ven, la doctora Byun aceptó quedarse a cenar con nosotros para celebrar las buenas noticias. Oh, Channie estoy tan emocionada, me haces tan feliz. ─la voz cantarina de Sandara le crispó todavía más los nervios.

─¿La doctora? ¿Estás bien?

─Sí, sí, más que bien, dichosa, eufórica, ¿cómo dicen los jóvenes?

─Estás saltando en una pata, mamá. ─respondió el pequeño Tao desde el comedor con un tono burlón y su bonita sonrisa adornándole el rostro.

─No me gusta esa expresión, pero sí, estoy a punto de ponerme a bailar.

Los tres se rieron por la efusiva actitud de Sandara, algo que no era habitual en ella, quien solía ser más taciturna y melancólica, siempre con alguna dolencia o preocupación encima. Chanyeol se quedó mirándola con expresión de asombro, no la había visto tan entusiasmada desde que él fue aceptado en la facultad de medicina con el mejor puntaje. Ese día había hecho una fiesta demasiado fastuosa que ahora no se podían permitir, pero siempre era gratificante para él poder vera su madre tan feliz.

─Doctora Byun ─Chanyeol saludó con un tono solemne, esa mujer era la cardióloga de su madre, pero también su maestra y supervisora de prácticas en la universidad─. Siempre es grato tenerla en casa. ¿Puedo preguntar qué celebramos?

─Oh, Chanyeol, ya hablaremos de eso, ahora vamos a cenar porque los manjares que cocinó tu madre me tienen rugiendo el estómago.

Taeyeon siempre había sido muy amable con él, en general con su familia; ella había trabajado con su padre, fueron buenos amigos en su momento y, desde su muerte, ella asumió el cuidado de Sandara sin cobrarle, a veces, incluso le obsequiaba las costosas medicinas que no cubría el seguro con la excusa de que eran muestras gratuitas, pero él sabía bien que ella conocía la precaria situación económica que afrontaban, ya que el seguro le había notificado la suspensión de servicios unos años atrás.

La cena transcurrió con ese mismo ambiente alegre y Sandara hablaba sin cesar de cosas que él no terminaba de procesar. Tao tampoco era de ayuda, lo miraba con burla y le hacía gestos que él no comprendía, obviamente el chico sí sabía de lo que hablaban, él parecía ser el único perdido en la conversación. La verdad era que esa noche tenía cosas más importantes en las que pensar que el constante parloteo de las mujeres, así que su mente se fue a flotar a otro lugar, intentando ajustar en su cabeza cierta información que Minseok le había conseguido con Chen.

Él se ofreció a lavar los platos, como el buen chico que era, pero Sandara se negó, asumiendo ella la tarea para que Chanyeol pudiera hablar a solas con la doctora Byun. En ese momento, el aura cambio radicalmente, se convirtió en algo solemne que él no entendía, solo podía pensar que su madre tenía alguna nueva complicación, porque si hubiera subido en la lista de trasplante el seguro lo hubiera notificado.

💘La Mentira más Dulce💘  [Serie Almeida - Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora