💘La Mentira más Dulce💘 [Serie Almeida - Libro 1]

15. Podía sentirse en el aire eso que

El espectáculo era realmente asombroso. Baekhyun entendió que Donghae haya escogido ese día para casarse, porque él nunca había visto un show de fuegos artificiales tan magnífico.

Las luces y las formas lo tenían encantado como a un niño pequeño y Chanyeol, a su lado, estaba igual de maravillado. Ellos tenían la mejor vista porque no había más botes cerca, habían llegado al límite permitido y yacían acostados en esos cómodos almohadones disfrutando de esa experiencia única.

─Es tan hermoso. ─murmuró Baekhyun con una enorme sonrisa.

─Sí, lo es...

La voz de Chanyeol sonaba casi en su oído y Baekhyun lo encontró mirándolo de esa manera intensa que le sacudía todas las células del cuerpo. No pudo evitar sonrojarse y llenarse de nervios al comprender que hablaba de él, justo en el momento en el que Chanyeol lo acarició y se acercó para besarlo.

Un enjambre de avispas furiosas estaba atacando sus entrañas y él casi quería gemir por la intensidad de todo lo que las suaves caricias de Chanyeol provocaban en su cuerpo. Él ni siquiera lo estaba manoseando como antes, de hecho, su mano permanecía sobre su mejilla, solo moviendo el pulgar mientras lo besaba, pero el conjunto de sus labios reclamándolo, su lengua bailando con la suya y su piel hirviendo, era más de lo que podía soportar.

Los estallidos y las luces quedaron olvidados, besarse resultaba más interesante para los dos que cualquier otra cosa en el mundo, especialmente cuando Baekhyun se cansó de tener el cuello doblado y se montó a horcajadas sobre Chanyeol para estar más cómodo. Quedaban perfectos en esa posición, con el más alto recargado en el espaldar del futón y sus manos en la cintura de Baekhyun, mientras que este enterraba los dedos en ese cabello oscuro y desordenado que todavía estaba húmedo.

Si el tiempo se había detenido o corría acelerado era algo que a ninguno de ellos dos les importaba, ni siquiera tenían prisa por besarse, esa desesperación compartida en el baño o en el agua estaba dormida, los besos eran más pausados y, de alguna manera, más intensos. Baekhyun podía sentir la electricidad haciéndole cosquillas en toda la piel, aunque las manos de Chanyeol no se movieran ni un solo centímetro. Era embriagador. Aturdidor. Maravilloso.

Los pensamientos empezaron a atacar a Baekhyun cuando Chanyeol comenzó a acariciarle la espalda desnuda, justo en el borde de su traje de baño. Él no sabía si debía continuar o frenarse, porque de verdad quería olvidarse de todos sus miedos y solo dejarse llevar por eso tan bonito que estaba experimentando y que no se parecía a nada que hubiese sentido antes. Con Chanyeol siempre todo era tan diferente, tan inesperado y tan perfecto.

Así que decidió apagar su cerebro, dejar la mente en blanco y no pensar en nada más. Mañana podía acabarse el mundo, mañana podía morirse, mañana podía pasar cualquier cosa, pero esa noche, en ese momento y en ese lugar, él iba a entregarse a lo que sentía sin pensar en las consecuencias.

Chanyeol, por su parte, solo tenía claro que no iba a costarse con Baekhyun. Él sabía que el chico tenía un límite fijado entre los dos, disfrutaba sus besos y sus caricias, pero no llegarían hasta el final. No había problema, aunque se quedara con un dolor de testículos y el pene a punto de reventar, él también disfrutaba mucho de este tipo de cosas. Los besos de Baekhyun eran especiales, diferentes y terriblemente adictivos, él no podría parar de besarlo ni aunque le pagaran por ello.

Y con eso en mente, subió sus manos por la espalda de Baekhyun sintiendo como la piel se erizaba a su paso y el chico le jadeaba en la boca. Demonios, eso era tan excitante, lo estimulaban mucho las reacciones a su toque, eso le volaba la cabeza porque tal vez Baekhyun fuera el chico más sensible con el que había estado alguna vez. Y fue por eso que su pene comenzó a despertar, un hecho que no pasaría desapercibido para el chico que estaba encima suyo.