CAPÍTULO 4

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Hyunjin miró el anillo por última vez mientras dejaba escapar un pesado suspiro, no quería hacer esperar a Sunhee, por lo que se abrigó con una chaqueta y salió de su estudio.

- ¿Seguro? Te noto alterado... y además... - Sunhee quedó en silencio unos segundos - ¿Has hecho algo que no sepamos?

Hyunjin no respondió inmediatamente, sino que se quedó pensativo, no planeaba responder, o al menos, no con la verdad.

- No, pero he estado trabajando hasta tarde en mis encargos... mi madre ya lo sabe, pensé que os lo habría comentado – Respondió finalmente

- Entiendo... nos dijo algo, sí – Suspiró la mujer – Deberías volver a casa a diario, tu madre se preocupa de que estés trabajando demasiadas horas.

- Lo se... pero tenía que acabar...—Se defendió Hyunjin, ahora con la voz más calmada

- No deberías sobre esforzarte, al final vas a caer enfermo – La voz de la mujer trataba de sonar dura, pero era inevitable ablandarse al hablar con el joven.

La llamada no se había alargado, Hyunjin no solía ser de muchas palabras cuando hablaba por teléfono, y menos después de la situación que había vivido, pero a pesar de eso, mientras caminaba por la calle en dirección al lugar que le habían indicado, tenía un encargo, sin embargo, nadie le había dado detalles más allá de que se trataba de una chica joven con extraños problemas en casa.

Hyunjin se encogió en su abrigo, acariciando el anillo en su dedo antes de llamar a la puerta. Una chica menuda y de aspecto inocente fue quien abrió, oscuras ojeras decoraban sus ojos, ligeramente enrojecidos por las lágrimas. Desde fuera podía verse que toda la casa estaba encendida, probablemente como método de escapar de aquello que la atormentaba.

- Buenas noches – Saludó finalmente el brujo.

La chica apretó la puerta, apartándose mientras trataba de contener las lágrimas, o eso intuía el muchacho.

- En el dormitorio – Dijo finalmente, cerrando la puerta, sin embargo, el chico no se movió, sino que se giró hacia ella confuso.

- ¿Puedes describir un poco qué ha sucedido? – Preguntó, recibiendo un leve asentimiento antes de ser guiado hasta el salón, donde ambos tomaron asiento en un pequeño sofá de dos plazas.

Por lo poco que había podido ver, la casa no parecía especialmente antigua, al menos en cuanto a decoración, los muebles eran bastante modernos, y las paredes y puertas no tenían humedades o marcas de desgaste, pero eso no era significativo, podía haber sido reformada, o simplemente la chica podría haber traído la maldición a casa, aunque eso último lo tenía casi descartado, ya que no parecía haber rastro alguno de maldiciones en su aura.

- Empezó hace un mes... tal vez dos si añado algunos sucesos que pensaba que tenían explicación.

>> Al principio perdía mis cosas, ya sabes, de golpe no encuentras las llaves, o las gafas, dejas un lápiz cuando descansas de estudiar y al volver no está junto a tus apuntes... Pero siempre he sido bastante despistada, así que no le di importancia. Lo siguiente fueron las luces, una cosa era perder las llaves en mi habitación y encontrarlas en la cocina, pero dejarme encendida la luz del baño casi a diario... pensé que simplemente estaba estresada por los exámenes finales, hasta que empezaron los ruidos por la noche, a veces eran golpeteos en la ventana, pensaba que era el viento, otras veces eran pasos en el pasillo, ahí ya no sabía qué explicación dar...

Lo que habita en las sombras [HyunChan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora