†Capítulo 4†

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¿Porque quieres saber tanto de mí?

— ¡¿Y-yo?! —respondí algo atónita, sin quitarle la vista de encima.

Desde un principio no he comprendido su forma de actuar, no entiendo todavía porque me dió ese maldito beso, ¡¿Y con toda y esas quiere estar junto a mi de por vida?! Bueno... Ya saben a lo que me refiero...

En ese instante, el chico se colocó a mi lado, me agarró de los hombros y me volteó de frente hacia él, elevando mi mano junto a la suya, haciendo un corte superficial en ellas, para luego acariciar con su pulgar mi mejilla izquierda, y besarme sin perder tiempo.

— Okey, como ya está todo resuelto, Ágata y Dione les darán un recorrido a Marcus y a Jack mientras le explican las reglas de nuestro internado, las demás pueden regresar a sus habitaciones o a cualquier lugar en el que estaban antes de estar aquí

Al decir esto, las chicas del equipo procedieron a salir del salón, dejándolos a mí, a Dione y a los chicos junto a Sacha y a Expirta.

— Y bueno... —dirige su mirada a los chicos— los dejo en buenas manos, pueden retirarse, excepto tú Expirta, tenemos que hablar sobre un asunto

La vieja mujer asintió con la cabeza y luego nosotros abandonamos el lugar.

Después de que pasaran unas horas, algunos regaños, insultos y preguntas pervertidas por parte de Marcus, habíamos terminado con el recorrido, por suerte, porque si tardavamos un poco más, Dione mataría a su privilegiado por lo insoportable y preguntón que era. Estaba 100% segura de que si pasaban más tiempo juntos ocurriría un intento de homicidio.
Los cuatro estábamos sentados en el gigantesco patio del internado, tomándonos un delicioso batido para refrescar ya que hacía un calor insoportable.
Todos estábamos callados, bueno... Excepto el descarado de Marcus que se metía con cada chica que pasaba por su lado, y algunas hasta le seguían el coqueteo; aunque después de unos minutos Jack decidió hablarme.

— Si no me equivoco, toda Tentación tiene su Shíssex, ¿Verdad?

— No lo haces...

— ¿Y entonces cuál es el tuyo? ¿Cómo es o que poder te dió? —preguntó con curiosidad, tomando un sorbo de su batido con sabor a uva, para poder calmar el insoportable calor.

— Mmm... No quiero decirle eso a un desconocido.

Dije sin prestarle mucha atención, evitando mirarle a la cara, atendiendo solamente al batido que tenía en mis manos.

— ¡Por dios! Se supone que seré el padre de tus hijos en un futuro, ¿No crees que al menos deberías de darme más información sobre tí? Que te gusta, que no te gusta, etcétera...

— Pues no

— Además, tengo el derecho de saber con quién pasaré el resto de mi desdichada vida, ¿No?

Rueda su mirada al mechón de cabello que se me acababa de resbalar, el cual se balanceaba por el repentino viento al lado de mi mejilla, molestándome la visibilidad, pero no hice nada para apartarlo.

— Si te soy sincera, no debiste de haberme elegido, seguro que ni siquiera soy tu tipo, además... —tragué saliva— tú actitud tan extraña me confunde mucho.

♠Tentaciones Asesinas♠ [libro # 1] [Completo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora