†Capítulo 7†

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†¿Quién eres?†

10:59 AM...

— No te creo y lo debes de saber...

— ¿Tienes algún motivo para no hacerlo? No soy...

— Primeramente... ¿Cómo se supone que le crea a un tipo que apareció de la nada diciendo que el internado está en peligro y que hay un impostor? ¿Se supone que eso es verdad? —añadí cruzándome de brazos, cortandole el habla— Y si lo fuera, ¿Como estaría segura de que no eres tú el impostor? —fruncí el ceño algo insegura de sus palabras, al fin y al cabo, era él el completo desconocido.

— ¿Por qué piensas eso? —respondió algo desconcertado, entrecerrando los ojos.

— Mira no te conozco, no sé ni tu nombre, quién eres y mucho menos de donde vienes o si eres peligroso, ¿Y aún así quieres que crea en tus palabras absurdas?

— De hecho...

— Además... —volví a interrumpirlo— ¿En que te beneficia a tí avisarnos que hay un impostor tratando de hacerse el bueno para acabar con el internado?

— Te tengo una pregunta... ¿Por que no cierras la boca de una maldita vez y esperas a que te explique todo? —añadió algo fastidiado de que lo interrumpiera tantas veces.

— ¿Disculpa? —pregunté ofendida, arqueando mi ceja izquierda.

— Si no mal recuerdo, la Ágata que yo conozco era más calmada y tímida... Aún te veo y no me lo creo.

— Si estarás con esos estúpidos juegos de palabras no tengo porque quedarme, mejor buscame cuando me quieras explicar las cosas con claridad —giré sobre mis pies para dar un paso hacia la puerta, pero al instante sentí una mano rodear suavemente mi muñeca, como una dulce caricia.

— Jen... Así se llamaba tu difunta madre, ¿Cierto? —expresó con una voz ahogada en una leve tristeza.

— No. Lo siento, pero creo que estás equivocado... —intenté hacer un poco más de fuerza para soltarme de su agarre pero este me lo impidió.

— Ágata, no quería creerlo pero... Veo que en verdad si perdiste la memoria, no te acuerdas de mí ni de tus queridos padres...

— ¡Te he dicho que mi madre está viva! ¿Okey? ¡Mi padre es el que está muerto pero mi madre está en casa, seguramente dándole de comer al perro! —alcé la voz cansada de que insistiera tanto. Este chico... ¡No podía creerlo!... No me conocía y ya andaba diciendo que mi madre estaba muerta— ¿Estás loco acaso? ¿Perdiste el uso de la razón debido al golpe o algo así?... —añadí indignada, confundida, mientras mantenía el ceño fruncido con expresión de desconcierto— ¿Acaso no recuerdas que casi me matas la noche anterior?

— Eso... Estaba bajo los efectos del alcohol, pero ya te pedí disculpas ya que esa no era mi intención pequeña —expresó apenado, rascándose la nuca con algo de vergüenza.

— Ja —bufé— ¿Bajo los efectos del alcohol? —remarqué las palabras tan estúpidas que acaba de pronunciar para luego soltar unas sonoras carcajadas sarcásticas— Si como no... ¿Por qué no me dices la verdad y acabamos con esto? —suguerí, volteándome en dirección a él para acercar mi rostro al suyo lentamente, mientras observaba esos preciosos ojos azules que por algún motivo se me hacían familiares. Esto provocó que el chico se sorprendiera y comenzara a correr su cabeza hacia atrás, impidiendo un mayor acercamiento; supongo que sí él no se hubiese alejado, sus labios y los míos hubiesen rozado... Pero aclaro que esa no era mi intención, solo quería intimidarlo, pero la situación se me fué de las manos y casi le besaba...

♠Tentaciones Asesinas♠ [libro # 1] [Completo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora