Temprano en la mañana, luego de dejar sano y salvo a su novio en la universidad, Gemini llegaba a su trabajo.
Le gustaba parquear su motocicleta detrás de la academia; la razón: sentía que si la dejaba al frente, lo tomarían como uno de esos profesores ricos y arrogantes, como el resto ahí (menos Mark, claro), y él no es eso.
Así que dejaba su moto pistera sana y salva detrás del lugar.
Lo único que llevaba con él, era su casco, el de su novio, y el resto de cosas que realmente no eran necesarias de mencionar.
Salió del estacionamiento, esperando tener un buen día de trabajo.
Amaba lo que hacía, bailar para él era como su segundo amor (después de Fourth), y saber que trabajaba enseñando lo que le gustaba, era algo inexplicable.
Sin embargo, tres personas ahí decían lo contrario.
Suspiró con tan siquiera el hecho de tener que verlos ahí.
De nuevo.
Parecía que no les había quedado claro su punto de que les dejaran en paz de una vez.
Pasó sin prestarles atención, él solamente quería entrar y trabajar, ¿no podían dejarlo hacer eso en paz?
Oh, claro que no.
Además, quedó con Fourth de que no les golpearía otra vez y los dejaría hablar.
—¿A dónde crees que vas? —el mismo chico de siempre se acercó. Parecía que la hinchazón de su pómulo bajó, ya no tenía las heridas que había dejado anteriormente.
Por ese hecho sonrió satisfecho hacia sus adentros.
Ni siquiera les contestó, pasando a su lado hasta que tiraron de su camisa.
Lo dejó pasar, realmente no era la gran cosa.
—¿Ahora eres sordo? —dijo burlón, los otros dos detrás hicieron lo mismo. —Sordo y gay, vaya combinación.
Gemini ni siquiera trataba de defenderse, así que se safó del agarre y trató de ingresar al local.
Fue así, hasta que el chico le empujó, cayendo casi sentado en el suelo bruscamente.
Suspiró nuevamente para no dejarlo sin esos dos dientes del frente fuera del lugar donde debían estar.
Les dió una mirada a los tres antes de levantarse.
—¿Por qué no te defiendes, marica? —rió. —¿Tu noviecito te prohibió pelear? ¿O ya te diste cuenta de que el gordito no vale una mierda y lo dejaste?
Y bueno, queda más que claro que eso fue suficiente para que el puño de Gemini se haya estrellado en la nariz del otro junto con otro puñetazo en su estómago, haciéndolo caer al suelo.
Agradeció por dentro que el lugar donde se encontraban era un punto ciego, donde las cámaras de seguridad no llegaban, ni tampoco podía verse desde adentro.
Se agachó hasta quedar a su altura, hirviendo en furia.
Sus ojos transmitían todo ese sentimiento de quererlo seguir golpeándolo hasta que perdiera la consciencia y los dejara a él y a su novio en paz de una buena vez.
—Puedes hablar todo lo que quieras de mí, pero nunca, escúchame bien, nunca te atrevas a decir eso de mi Fourth, porque vale mucho más del pedazo de mierda que eres. ¿Entendiste?
Susurró esas palabras entre dientes para que él y sus dos acompañantes pudieran escuchar, y que les quedara claro lo que él quería.
Sin ver reacción alguna del joven, lo levantó por el mentón, sin importarle haberse llenado su mano de sangre.
—¿Me entendiste? —elevó un poco más su voz, dejando ver que perdía la poca paciencia que tenía.
Soltó otro puñetazo en el pómulo del chico, sin embargo tampoco obtuvo otra respuesta.
No hasta que golpeó con su puño la barbilla del otro, haciéndolo escupir sangre. Ahí fue cuando asintió de manera efusiva.
—Ahora déjame venir a mi trabajo en paz de una puta vez —observó a Mark entrar para aparcar su motocicleta.
Entonces Gemini levantó su vista hasta los otros dos chicos que se encontraban con él, causándoles temor.
—Tú y tus amiguitos se aparecen una vez más por acá y créeme que no seré tan piadoso como lo estoy siendo ahora.
Vieron a Mark y lo primero que se les vino a la mente, fue que él sería como el pelinegro, así que levantaron al chico del suelo, y se fueron ya advertidos.
Gemini suspiró profundamente, rodando sus ojos, aún agachado, y observó sus nudillos.
Estaban algo rotos, pequeñas heridas adornadas con su sangre y la del chico. Nada que no sanara rápido.
—¿Qué mierda pasó aquí, Gemini?
El mencionado se levantó, totalmente serio a comparación de la expresión de sorpresa de Mark.
—Lo mismo de siempre —echó su cabeza hacia atrás. —No entiendo por qué no me dejan vivir en paz.
—Yo te ofrecí de mis negocios, pero no quisiste, ahora te aguantas —elevó sus manos hasta la altura de sus hombros, mostrando sus palmas.
—No voy a golpear, secuestrar y enviar a alguien a Vanuatu, Mark —le dijo casi obvio.
—¿Por qué no? Tampoco es tan lejos como quisieras —se encogió de hombros.
—No insistas —le observó. —¿Almorzamos juntos, o vas a ir con Ford?
—Ford va a ir con su primo —suspiró. —Almorcemos juntos.
—Bien, nos vemos entonces —palmeó su hombro, dirigiéndose cada uno hasta su respectivo salón a dar clase.
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Heaven | Geminifourth
Romance"Dicen que los chicos buenos van al cielo, pero los chicos malos traen el cielo a ti" Gemini quería darle el cielo y la tierra a Fourth. ↬❀ ➳ ⊹ adaptación; todos los créditos a su autora original: sxmybxe_ ➳ ⊹ main: geminifourth ➳ ⊹ menciones de o...