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"Te dije que te mantuvieras lejos de esta habitación" dijo Sumon cuando le trajo comida.

Agarró la bandeja e ignoró sus palabras. En los últimos seis días, desde que Bible se había ido, había perfeccionado el arte de ignorar al jefe de seguridad. No era difícil. No sabía qué le habría dicho Bible, pero últimamente el musculoso  apenas se atrevía a mirarlo cuando le traía la comida. Era algo gracioso cuan cuidadosamente evitaba todo contacto visual. Contrastaba muchísimo con la forma en que se había comportado anteriormente: la mirada en los ojos de Sumon había provocado que se sintiera incómodo cada vez que lo había visitado. Ahora el tipo apenas miraba en su dirección, incluso cuando se irritaba y lo regañaba por alguna cosa.

"Se enojará si regresa y te encuentra aquí" insistió.

Encogió los hombros. "Entonces debería haber bloqueado el acceso a la habitación desde mi lado" dijo, encendiendo el televisor y poniéndose cómodo contra las almohadas. La televisión era el principal motivo por el que había estado pasando más tiempo aquí que en su propio cuarto, eligiendo ignorar la desaprobación de Sumon cuando lo descubrió por primera vez en el dormitorio hace varios días. Aunque la mayoría de los canales fueran rusos, resultaba un alivio tener algo para alejar su mente de la situación en la que estaba... y el aburrimiento que carcomía sus sentidos. Era una persona social. Nunca había sido demasiado bueno para
entretenerse por su cuenta, y aquí nada sucedía. En ocasiones veía a los guardias riéndose, bebiendo e intercambiando bromas sucias en el patio trasero. A veces escuchaba sonidos lejanos de canciones y risas de borrachos a través de la puerta. Parecía que con el jefe fuera, los hombres de Bible se volvían mucho más relajados e indisciplinados.

Nunca se comportaban de esa manera cuando el estaba en la casa. Estaba seguro de que si no estuviera encerrado, podría haberse escapado sin que lo notaran. Podría haberse escapado.

"No se supone que estés aquí" dijo.

Se sirvió algo de café y lo probó, estudiando a Sumon por sobre el borde de la taza. Sabía que lo deseaba; lo había notado desde el primer día. Estaba bastante seguro de que era un homosexual latente. Consideró la idea de utilizarlo para escapar, pero la idea de seducirlo le revolvía el estómago. No podría hacerlo. No sólo porque no se sentía atraído por el tipo en lo más mínimo, sino también que se sentía inseguro ante él.

A diferencia de Bible, Sumon podía ser violento sin ningún motivo. Recordaba el brillo sádico en sus ojos mientras miraba cómo sus guardias lo golpeaban. Debía ser cuidadoso.

"Estoy bastante seguro de que eres tú quien no debería estar aquí" dijo con calma. "Se supone que deberías traer mi comida e irte. Tu jefe no estaría complacido al saber que estás desobedeciendo sus órdenes".

No podría negar que se sintiera bien saber que las órdenes de Bible lo protegían. Obviamente, tenía otros motivos para darle esas órdenes pero, aun así, Sumon no podía de hecho hacerle nada. Y Ambos lo sabían.

Sumon frunció el ceño y salió disparado, murmurando en ruso sobre cuanto iba a arrepentirse una vez que Bible volviera.

Se mordió el labio. A decir verdad, no estaba demasiado seguro de que estuviera equivocado. Estrictamente hablando, Bible no le había permitido explícitamente pasar tiempo en su habitación. Simplemente lo había dejado en este cuarto después de…

Suspirando, bajó la taza y empezó a hacer zapping por los distintos canales, intentando ignorar el sentimiento de inquietud bajo la piel. El tiempo pasaba tan lentamente. Era miércoles; Bible no debía regresar hasta mañana, y se sentía picado por la impaciencia. Sólo era... que se sentía como atrapado en el limbo, esperando cualquier noticia del mundo exterior. Ya habían pasado casi tres semanas desde su secuestro, y él tenía muchísimas preguntas y ninguna respuesta. Se seguía preguntando qué estaría pasando con su familia y amigos. Estaba preocupado por Jeff: su
amigo estaba demasiado deprimido para quedarse solo por tanto tiempo.

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