Build se sentó junto a la piscina, mirando la casa brillantemente iluminada. Podía escuchar las risas y la música, incluso desde aquí. Envolviendo sus brazos alrededor de sus rodillas , sonrió débilmente. Estaba feliz por su amigo, feliz de que todo por fin iba bien en su vida. Era agradable ver que un amor tan fuerte realmente existía y que los "felices para siempre" no eran algo de los cuentos de hadas. Mordiéndose el labio, levantó la mirada hacia la luna. Probablemente debería volver a entrar. Pero Dios, ya estaba enfermo de estar en el extremo receptor de las miradas compasivas y preocupadas, como si padeciera una enfermedad terminal. Estaba harto de decirles a todos que estaba bien. Nadie le creía, de todos modos. No es como si no pudiera entender que les pasaba a todos. Hasta donde todos ellos sabían, él estuvo viviendo en el infierno por los últimos meses: primero su secuestro, luego el asesinato de su padre apenas un mes después de su escape. Era mucho. Realmente lo era. Pero lo estaba enfrentando. Estaba bien. ¿Por qué sus amigos no podrían entender que su
compasión y preocupación excesiva le pesaban, recordándole cosas que prefería olvidar? Cómo el hecho de que probablemente fuera su culpa que su padre estuviera muerto. No pienses en ello, no pienses en ello, no pienses en ello.Un movimiento en la terraza le llamó la atención, sonrió ligeramente al notar las dos altas figuras allí, cada una en los brazos del otro. Jeff y Code se besaban bajo la luna llena, las manos de uno en el pelo del otro, las bocas voraces y tiernas a la vez. Se besaron como si se pertenecieran mutuamente.Debe ser agradable amar y sentirse amado. Al notar que se los estaba comiendo con la mirada, desvió la vista, hacia la lisa y oscura superficie de la piscina. Otra explosión de risas llegó desde el interior de la casa, se tragó un nudo súbito en su garganta. No por primera vez desde que regresó se sentía como un extraño entre sus amigos. No sentía que perteneciera aquí. Pero por otra parte, ya no estaba seguro de dónde pertenecía. Si fuera honesto consigo mismo, podría ser uno de los motivos por los que se había aferrado a Darious tan rápido. No lo conocía de antes. No sabía que Build era habitualmente mucho más alegre y fácil de tratar que ahora. Si estaba tranquilo y no tenía ganas de hablar, Darious no pensaba nada al respecto. Lo había apoyado a través del ajetreo casi surrealista, que prosiguió a la muerte de su padre, una presencia silenciosa y reconfortante a su lado, sin hacer preguntas ni juicios. Era algo increíble.
Deseaba que estuviera aquí esta noche. Quizás entonces la gente dejaría de dedicarle esas miradas. Sin mencionar que... ¿podría extrañarlo? Quizás. No estaban oficialmente juntos aún, no lo estaba apresurando, en consideración a la muerte de su padre- pero definitivamente extrañaba la coquetería sin complicaciones, y la sensación de seguridad que la presencia de el le daba. Se preguntaba si así sería como la gente empezaba a enamorarse. Esperaba que lo fuera. Era un hombre en el que podría confiar para que no le rompiera el corazón.
Era agradable, confiado, y refrescantemente directo y honesto. Antes de irse en un viaje de negocios a Japón, lo había mirado a los ojos y le dijo que esperaba una respuesta positiva cuando volviera. Era algo arrogante pero encantadoramente honesto de su parte. No jugaba juegos mentales, adoraba eso de él.
Detrás de él, una rama se quebró. Se tensó, la piel de gallina corriendo por su columna vertebral mientras que lo llenó un peculiar estado de alerta. Contuvo la respiración, su corazón golpeando contra las costillas. Era una estupidez. No había nadie detrás de él. Estaba de vuelta. Estaba de vuelta en casa. Él no podía estar allí. Una mano grande y callosa se envolvió en su cuello. Un estremecimiento recorrió el cuerpo de Build. No era posible. Estaba imaginándose cosas. Esto no podía estar pasando. Tragando, volteó la cabeza lentamente. Helados ojos se encontraron con los suyos, y no podía respirar, ahogándose en sus profundidades frías, como un conejo atrapado en la trampa de un cazador. Podría gritar. Jeff y Code lo oirían fácilmente si lo hacía.