La sostenida mirada de su terapeuta en él, era bastante desconcertante se retorció y enseguida se arrepintió. Todavía sentía las actividades de la noche pasada.
"¿Por qué estás aquí, Build?" dijo Miranda finalmente. "¿Qué esperas lograr al verme?".
"Yo...ya te lo dije. Quiero que me ayudes a curarme de este... del Síndrome de Estocolmo. Quiero sacármelo de la cabeza".
Ella ladeó la cabeza, mirándolo por sobre sus gafas. "Y aun así, sigues teniendo relaciones sexuales con ese hombre".
Se mordió un nudillo, esquivando su mirada. "Al final, me curarás, ¿qué diferencia hay?".
"Build. No soy maga. No puedo ayudarte si no haces un esfuerzo. Tu actitud no es muy distinta a la de alguna mujer que elige tener sexo sin protección sólo porque luego puede tomar la "pastilla del día después". De hecho es peor, porque no existe una pastilla así para ti".
Enterró el rostro en las manos, hundiendo los hombros. "Lo sé. Es sólo qué... es difícil" suspirando, levantó la cabeza y observó a su terapeuta entristecido. "Me siento tan bien con él. Tan, tan, bien".
"¿Qué quieres decir con "bien"? ¿Puedes decirme más?".
Pensó en cómo se sintió esa mañana al despertar en los brazos de Bible.
"Mareado. Protegido" agregó más bajito, sintiéndose un monstruo. El era la última persona con la que debería sentirse seguro."Necesito ayuda" dijo, con desesperación en la voz.
"Cualquier tipo de relación BDSM requiere un alto nivel de confianza en la pareja. Confiarle tu seguridad, confiar que cuide de ti, confiar en que te lea correctamente y te ofrezca lo que necesitas. Puede crear un vínculo profundo entre dos personas que va más allá del sexo".
"Pero nosotros no... nosotros no siempre... lo hacemos" dijo con el rostro en llamas. "Ni siquiera me gusta el dolor. No me interesan los látigos ni cosas como esa. Sólo me gusta ser..." Se interrumpió, inseguro, porque la primera palabra que surgió a su mente fue "suyo".
"¿Cuidado?" sugirió Miranda. "¿Cómo si pertenecieras a alguien?".
Asintió vacilante. Ella no se equivocaba, pero él realmente no quería hablar de ello. A decir verdad, Bible era la única persona con la que se sentía lo suficientemente cómodo para discutir -y hacer- esas cosas.
"Una relación BDSM no necesariamente incluye bondage o sadomasoquismo" dijo ella, pero como si sintiera su renuencia a hablar del tema, cambió la dirección. "¿Dirías que te sientes menos apegado a él ahora que eres libre?".
Pensó en esa mañana... en lo reacio que había estado a alejarse del ancho y cómodo pecho de Bible, cuando llegó el momento de levantarse. En como no podía dejar de robarle besos mientras preparaba el desayuno para ambos. En cómo permitió que le dejara un chupón en el cuello, estando en el garaje subterráneo, antes de que se subieran a sus respectivos automóviles. En cómo había estado verificando obsesivamente el teléfono todo el día, apenas siendo capaz de concentrarse en el trabajo.
Se aclaró la garganta.
"No realmente".
Se fue del consultorio de su analista con más preguntas que respuestas. A medio camino hacia su departamento, notó algo que finalmente lo distrajo de las preguntas en su mente y del silencioso teléfono en su bolsillo. Una camioneta negra seguía a su coche. Estaba bastante convencido de que había visto ese vehículo estacionado cerca del consultorio de Miranda cuando salió. Con el corazón en la boca, volvió a mirar el espejo retrovisor antes de sacar el teléfono y arrastrar su pulgar sobre el número que Bible había agendado en su teléfono esta mañana. "En caso de emergencia", le había dicho, con una expresión ilegible. No le había dado motivos a Build para creer que la noche pasada no sería la única. Había querido preguntar si volvería esta noche o no, pero no quería parecer pegajoso. No quería ser pegajoso. Ya era bastante malo que se viera obligado a pedirle ayuda. Ya era lo suficientemente malo, que la noche anterior estuviera tan contenido que se había comportado como un adolescente probando por primera vez una polla. Pero esto sin duda aplicaba como una emergencia, ¿verdad? Era completamente razonable llamarlo si un vehículo sospechoso lo seguía a casa, especialmente a la luz de los últimos acontecimientos, ¿no?