Yo Soy El Imperio || YM

Capítulo 9

1606

Reino Unido, Inglaterra

A pesar de ser criado rodeado de lujos Jimin siempre fue humilde y le gustaba ayudar a los demás, tal vez no formo parte de la realeza en su niñez y adolescencia, pero si creció en una familia muy adinerada si no fuera porque no perecía al linaje de los Miller, él sería el rey o al menos pudo haber competido por el trono.

Jimin podía no ser querido por la mayoría de la nobleza, pero eso no le importaba mientras su pueblo lo aceptara y lo amara todo estaba perfecto, pero no era menos de esperarse, pues, Jimin siempre pensó en ellos desde que asumió el trono, se dedicó a darles apoyo económico y organizaba eventos donde convivía con ellos sin importar su título y posición, para el consorte su pueblo seguían siendo personas al igual que él, el que tuviese una corona en la cabeza y ropa costosa no lo hacía más ni menos, simplemente lo convirtió en una persona que tenía la posibilidad de ayudar a los demás.

—Su majestad, usted en realidad es un ángel, gracias a usted puedo seguir compartiendo momentos con mis nietos, muchas gracias, no hay mejor rey que usted. —

—No tiene que agradecer, yo soy feliz viéndolos sonreír. —

Agust se encontraba a un lado del omega mirando la escena con una sonrisa, el hombre mayor tenía razón, Jimin es un verdadero rey.

—Y usted es un hombre tan educado y amable, ojalá fuera el rey, él solo nos hace a un lado y si no fuera por el rey consorte no sé qué sería de nosotros, tal vez yo ya estaría muerto y mis nietos fuesen esclavos. —

Aquello tomo por sorpresa a Agust y a Jimin quienes se miraron.

—¡¿Cómo te atreves a decir eso?, te cortaré la lengua! —

Uno de los tantos guardias que acompañaba a Jimin saco su espada y se acercó al hombre mayor, pero fue detenido por Jimin quien se puso delante de él y le soltó una bofetada.

—¡Cállate!, ¿Cómo te atreves a amenazar a alguien en mi presencia?, yo soy tu rey, insolente, y yo decido si él está mal o no, ahora ve a preparar el carruaje. —

El guardia sin decir más abandono el lugar, Jimin se disculpó con el hombre y se despidió de todos los presentes saliendo con Agust del albergue.

—Valla, sí que te hizo enojar, no pensé que reaccionarias así. —

—Él no dijo ninguna mentira, ni ofendió a nadie y no merecía tal amenaza, ese guardia es el perro de Patrick, lo defiende de todo y siempre contradice mis órdenes, tengo que enseñarle quien manda, también me da curiosidad porque Patrick no se lo llevo si siempre está cuidándolo. —

—¿Tal vez porque yo estoy aquí contigo? —

—¿Qué fue lo que paso entre ustedes dos?

—Mato a mi hermano. —

Jimin se detuvo su caminar y miro a Agust quien solo siguió caminando con una expresión neutra en su rostro, ahora entendía su riña contra Patrick y el por qué su esposo le tenía tanto miedo, porque cometió el peor de los errores al meterse con la familia Ivanov, nadie sería tan loco como para meterse con la mafia rusa, por eso le confundió el por qué podía tratar tan bien con Agust y el por qué no solamente lo mato o secuestro en vez de formar alianza con él, pero ambos tenían motivos para deshacerse de Patrick, era mejor unirse para acabar con el rey que cada quien por su lado.

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Aún era medio día, Jimin se encontraba en el jardín conversando con Agust, cuando el aroma a fresas y menta fue percibido por Jimin quien miro al frente y se encontró con una gran sorpresa.