Oh! Chae, you look so gorgeous!

44 7 0
                                    

Felix, si vuelves a ilusionarte de la manera más idiota voy a considerar el hecho de golpearte hasta que tengas amnesia.

Podía apreciar perfectamente a mi crush de la secundaria hablar con mi hermana, el ser más insoportable existente. Trataba de que mis expresiones no me delataran como en la mañana, pero era casi imposible, no estaba soportando.

Tal y como lo imaginé, su presencia en tan sólo segundos logro acaparar todo el instituto, mientras me sentaba en el fondo y visualizaba como todos los chicos la miraban y la saludaban.

Incluso él.

Solamente estuve mirando fijamente la escena preguntándome una y otra vez ¿Por qué ella? ¿Qué tenía ella que yo no? ¿Qué tenía yo de malo?

En casa, en el instituto, en la calle, en todos lados lograba opacarme, incluso si no hacíamos nada, ella lograba destacar y yo sólo quedaba como "el hermano de Chaewon" o incluso menos, pues podría apostar a que nadie en este salón de clases conocía mi nombre o tal vez ni sabían que era el hermano mayor de ella.

Estuve mucho tiempo sumido en estos pensamientos tan pesados, que había olvidado que estaba en plena clase de química y no había hecho ningún apunte, simplemente me lamenté en mi mente y traté de prestar atención a lo que explicaba el hombre de no más de 50 años, miraba a los lados para anotar algo de lo anterior, sin embargo notaba que las personas a mis costados también se habían distraído hasta que Chaewon se había ido.

Sí, a esto me refería.

Rodé mis ojos ya harto de toda la situación y le di toda mi atención a la clase como si fuese lo más interesante, realmente no lo era, pero habían dos cosas que me impedían desviar mi atención.

Número uno: El único tema de conversación que se oía a mi alrededor era Lee Chaewon, ya había tenido un bajón de autoestima en el día, no necesitaba más.

Número dos: Ya me había perdido de una cuarta parte de la clase, lo que fácilmente me garantizaba una mala nota en la prueba siguiente, oh y como si no fuese suficiente, saldría en mi boleta, lo cual fácilmente daba pie a que mis padres me dieran un pase libre al reino de los cielos.

Conocen la serie "True Beauty" pues yo era como Jooyeong, mis padres sólo me recalcaban que sacara buenas notas, pues belleza no tenía mucha...

Pasada la hora y media que me correspondía de clases, me tocaba ir a receso, como deber ser, me iba al lugar más escondido del patio, no era notado por nadie, menos iba a serlo si me mantenía en ese lugar, de todas formas no me importaba, ya me había acostumbrado a la soledad.

Mis únicos acompañantes en ese momento eran mis audífonos, bloqueaba el ruido y me mantenía distraído. Quería aprovechar este momento para poder descansar un poco y recuperar al menos media hora de sueño, por lo que me había quedado dormido en la mesa mientras que mis audífonos sonaban lo suficientemente fuerte para que no me pudiese despertar por el bullicio.

Generalmente en las horas de receso me quedaba leyendo un libro o haciendo algo en mi celular, véase ver un alguna serie o jugar algo, tenía solamente media hora de receso, no habría mucho que hacer.

Si se fijaban en otros lugares, teníamos grupos de gente conviviendo entre sí, Chaewon con sus amigas, Chan con sus amigos, más gente hablando entre sí... la convivencia nunca ha sido mi fuerte, pues no sabía hablarle a la gente y era muy tímido. Por un tiempo me afectaba el hecho de no tener con quien hablar en el receso, pero ya logré acostumbrarme a mi soledad, me di cuenta en que, tal vez, mi destino era estar solo.

Duré dormido hasta que pude notar como la multitud se amontonaba, había recibido un empujón en mi hombro que hizo despertar de golpe, miré a mi alrededor y todos se iban de nuevo a sus aulas, me levanté y luego me puse en marcha de nuevo al salón de clases, aún estaba desorientado por el sueño, tal vez terminaría de dormir en plena clase, aunque no era una buena idea hacerlo, pues por mis problemas de vista debía ponerme en los primeros puestos.

Y sí, sé que te preguntarás ¿Por qué no usas lentes? La respuesta es simple, un adolescente, de diecisiete años, con padres que creían que sus problemas eran para llamar la atención.

Desde hace tiempo llevo diciendoles que tenía problemas de visión, incluso los profesores intentaban explicárselos, sin embargo, siempre creían que era para llamar la atención y que no era en serio.

¿O acaso debo contar la vez en la que me empujaron en la escalera y cuando volví a casa con el ojo morado me habían dicho que lo hice a propósito?

Claro, mamá, obviamente me encantaría que mi cara impactara con el escalón.

Tal y como lo supuse, estaba tratando de no dormirme en plena clase, incluso el profesor lograba notarlo, algunas veces odiaba ser tan expresivo.

En fin, pasadas las pesadas horas de clase, tuve que esperar a que saliera mi hermana, ya que si aparecía sin ella en casa, el que iba a sufrir las consecuencias era yo. Ésta vez había salido temprano, cosa que agradecía infinitamente, pues habían veces que no salía del salón por estar hablando o lo que sea, al acercarse a mí se había despedido de sus amigas y de los que estuviesen cerca y allí nos dirigimos a casa.

En el camino no hablábamos, pues yo traía mis auriculares y ella estaba concentrada en otras cosas, era raro cuando me hablaba de camino a casa, generalmente era preguntándome algo o pidiéndome cualquier cosa.

En menos de quince minutos estábamos en casa, al entrar, Chaewon había saludado a mamá y papá, hice lo mismo pero en un tono más bajo, subí a mi cuarto para dejar mis cosas en mi alcoba y cambiarme el uniforme por una ropa más cómoda. De allí bajé de nuevo y me senté en la mesa para poder comer.

—¿Cómo te fue hoy, cariño?— preguntó mi madre hacia la menor, sabía que no era para mí, nunca me decía cariño.

—Muy bien, mamá.— había respondido ella viendo su celular. —Tuvimos prueba de matemática, estoy segura de que voy a aprobar.— dijo con total seguridad.

—¡Me alegra mucho, Chae!— justo en ese momento puso los platos en la mesa, al dirigir la mirada hacia mí, su rostro se endureció notablemente, mostrando una expresión seria, casi no me tiraba el plato. —Y tú... ¿Tuviste una prueba hoy?— preguntó dejando su mirada fija en mí.

—No...— respondí de manera seca mientras tomaba la comida con la cucharilla. —Esta semana no tengo pruebas.— dije llevando una cucharada a mi boca. Pude oír un quejido de parte de mi madre.

—Espero y sea así y no me estés mintiendo, Lee Felix. Tu deber es estudiar y no deberías evitarlo con mentiras.— de allí no quise responder más, sabía que si me defendía se iba a convertir en una pelea, por lo que sólo me dediqué a comer en ese momento.

La cena se basó en un largo discurso de mi madre comparandome con mi hermana y el porqué debería tomarla de ejemplo, he oído tantas veces ese discurso que hasta me daban ganas de arrancarme las orejas, no me importaba, hasta este punto no me importaba, pero odiaba tener que escucharlo día y noche sólo porque existía una preferencia enorme.

"¿Por qué no puedes ser cómo tu hermana?"

"Deberías ser como Chaewon"

"Chaewon debería ser tu ejemplo a seguir"

Al acabar de comer, fregué mi plato y lo puse en la alacena, mientras me iba pude escuchar más regaños de mi madre, los cuales me encargué de ignorar exitosamente, o al menos en su mayoría, pues sabía que en momento me iba a afectar si llegaba a pensar en eso.

Llegué a mi cuarto y pasé seguro a la puerta, no quería que me molestaran en ese momento, había sido un día pesado, solamente quería llegar a mi cama y dormir hasta que me lograra desconectar del mundo para siempre.

Y tal como lo había dicho, eso hice, me dormí sin pensar en toda la mierda que había sucedido en el día.

Así al menos dejaría de pensar en que la vida me odiaba.

mi hermana Chaewon ; chanlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora