mi hermana Chaewon ; chanlix

Cannot believe

No podía creerlo.

Me había imaginado un montón de escenarios imaginarios en los que sufría todo tipo de accidentes, desde un choque automovilístico hasta la posibilidad de haber sido agredida por alguien más.

¿Cómo podía ser posible?

Rápidamente me puse unos zapatos y una chaqueta para salir de casa e ir corriendo al hospital, no sabía si me había puesto calcetas, si había dejado la puerta abierta o cualquier otra cosa, mi prioridad era mi hermana.

Tal vez podía opinar ciertas cosas, pero no podía evitar preocuparme, no me imaginaba lo que sea que hubiese pasado, más bien deseaba que fuese una horrible pesadilla de la cual en cualquier momento despertaría, pero por lo que veía, todo era una cruel realidad.

Rápidamente tomé un taxi ¿Tenía para pagarlo? Muy dudoso, pues no sabía si en mis bolsillos tenía dinero, después de un rato revisando disimuladamente me había dado cuenta de que no, por lo que solamente suspiré y miré el camino para llegar al hospital.

Intentaba ordenar los pensamientos de mi mente, eran una mezcla entre momentos catastróficos y sus consecuencias ¿Era grave? ¿Estaba hospitalizada? ¿Qué había pasado para llegar a ese nivel? Era todo tan confuso, incluso era confuso como había corrido tan desesperadamente a ver como estaba ella, después de haber dicho que había arruinado mi vida.

Estaba confundido.

Al ver el edificio del hospital le había indicado al conductor que parara, rápidamente salí del taxi y corrí por dos razones, para que no me cobrara y para saber que había pasado con Chaewon. En la entrada estaban varios amigos de ella vestidos pulidamente, las chicas se veían bastante mal por como su maquillaje se había corrido.

Pero ver su rostro...

Chan se veía bastante mal, el brillo de sus ojos se había apagado notablemente, me dolía tanto verlo así.

No sabía en que momento Wonyoung se había acercado a mi, pues solamente ví como me abrazaba desconsoladamente y comenzaba a llorar en mi hombro, por inercia había correspondido el abrazo, sabía lo destruida que debería sentirse en ese momento. Me preguntaba que había sucedido exactamente, como habían llegado a estos límites y quién había sido el principal responsable.

—Felix, de verdad lamento no haber podido proteger a Chae...— lo que había dicho Wonyoung me había alarmado más y más por el tono en el que lo había dicho.

¿Por qué no podía hablar y preguntarle? Pues mi cuerpo se había paralizado, me sentía en un estado de shock, la confusión se hacía más grande y no entendía el porqué.

Como una luz al final del túnel, ví a mis padres salir, quienes tampoco se veían bien, el simple hecho de que a Chaewon le pasara algo les había caído pésimo, pero mi preocupación aumentó al ver salir a un doctor con un pisapapeles en mano.

—Chaewon cayó en coma.

¿Qué?

¿Chaewon qué?

—El impacto en su cabeza fue demasiado fuerte, no sabemos cuando despertará.

¿Impacto en la cabeza?

Tenía tantas preguntas y pocas respuestas.

Aún tenía a Wonyoung en mi hombro llorando desconsoladamente, tenía ganas de preguntar que había pasado, pero las palabras no salían, estaban atoradas en mi garganta, quería... Llorar.

Mi vista estaba solamente en Wonyoung y su lloriqueo, sin embargo volteé a ver al lado de mis papás y darme cuenta de lo que estaba diciendo Chan.

"De verdad quiero mucho a su hija, me hubiese gustado poder salir con ella."

No era un buen momento para sentirme celoso o algo así, pero no podía evitarlo, quería que alguien me pisara la cabeza para dejar de sentirme así. Había mantenido mi mirada fija en la conversación de ambos que no supe en que momento había comenzado a mirarme de vuelta, rápidamente desvié mi mirada por la vergüenza.

Las siguientes horas habían pasado demasiado lento, solamente me limitaba a oír a los demás con atención y así ir reuniendo información acerca de como había sucedido eso. Un rato escuchándolos había concluido en un sólo acontecimiento. Accidente automovilístico.

Al menos sobrepensar me había servido de algo.

Realmente no me había quedado claro como fue que sucedió, ya tenía una respuesta concreta y eso me reconfortaba ligeramente, pero no me cansaría hasta saber como había pasado. 

¿Sonaba hipócrita todo lo que decía? Hace un día no le había aceptado la invitación porque me incomodaba su presencia y me quejaba de robarse la atención de la gente a mi alrededor y de la nada me preocupaba su bienestar. Podía sonar irónico, sin embargo, seguía siendo mi hermana. Seguía siendo parte de mi vida.

Y me dolía no poder haberla salvado.

Después de un largo rato pensando y volviendo a pensar en lo mismo, me había dado cuenta de que Wonyoung se estaba yendo junto con las otras chicas y el chico de mis sueños, no había prestado mucha atención hasta que oí la voz de mi madre retumbar por mis oídos.

—¿Está bien?— preguntó cerca mío, a lo que yo me volteé confundido. —Chan va a dejarte en casa, nosotros nos quedaremos con Chae acá en el hospital.

Dios, tú me amas ¿Verdad?

—C-Claro, no hay problema.— fue lo último que dije antes de levantarme torpemente e ir detrás de ellos.

Mi estómago dolía extrañamente y mis manos sudaban como nunca, Dios, si en serio me amas, haz que nada pueda salir peor. Ya de por sí mi vida es fea y vergonzosa.

Me subí donde las demás chicas, quedando Jia, Wonyoung y yo en la parte de atrás, mientras que Jennie iba en el asiento del copiloto y Chan conducía. Iba en la esquina, por lo que podía verlo conducir con tranquilidad, era igual de guapo que siempre y yo parecía un nahual.

Jia y Wonyoung hablaban entre ellas, mientras que yo visualizaba mi camino a casa ¿Se imaginan que al final terminara en casa de Chan? Muy fantasioso la verdad, más bien lo que iba a suceder era que él me preguntaría donde es mi casa y yo decirle que la había pasado hace ya rato y luego me pregunte porqué no dije nada y pasar la mayor vergüenza de mi vida por no estar atento a las calles.

Tranquilos, sí supe decir donde era que me quedaba.

—Aquí, por favor— fue lo último que dije antes de bajarme y agradecer, Vi como él solamentee sonreía, mentiría si dijera que no me había causado mil sensaciones aquella sonrisa. Al irse, volteé para poder visualizar mi casa y entrar.

Miré a todos lados sintiendo como el silencio se volvía cada vez más pesado y el ambiente más monótono, me gustaba estar solo en casa. Pero esta soledad no me gustaba realmente.

No se sentía igual el ir a mi cuarto y encerrarme, no se sentía liberador ni mucho menos aliviante, sino solitario y monótono.

Cuando menos lo esperé, una lágrima había caído de mi ojo.