Miedo

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- ¿ Qué ? - Preguntó Louis realmente sorprendido.

- Es lo que escuchaste, pequeño.

- ¿ Por qué lo haces ? Hoy estuvimos en riesgo, las familias están sufriendo mucho... . Preguntó afligido pero en voz baja.

- Dime algo, pequeño...

Louis dio un paso atrás viéndolo entrar por la ventana. No entendía la razón de dejarlo hacer lo que quisiera como si fuera un gran amigo.

Sus ojos recorrieron su cuerpo desde los pies hasta su rostro. Podría ser el cuerpo más grande que había visto.

Quizás hasta un poco más grande que su padre.

Harry apoyó sus pies con cuidado al estar dentro y siguió  :

- ¿ Tú tienes miedo como ellos ?

- ¿ Como ellos ?

Lo vio sonreír. Una sonrisa arrogante, delatando ese saber que estaban en sus manos.

- Aquí y en todas las tribus, huele a miedo, cada persona. Desde los niños hasta los viejos -. Se acercó, tocando un poco el cabello de Louis. - Pensé sentir tu aroma hace unas horas.

- Aléjate o llamaré a mi padre.

- Hazlo.

Una escalofrío pasó por el pecho de Louis, no veía miedo en los ojos de este lobo, tampoco en sus palabras.

- ¿ Sabes qué ? Solo vete y no vuelvas a estar en mi casa. Te van a encontrar y van a hacer cualquier cosa.

Harry sonrió. - Tú me tienes aquí  y no haces nada. Tengo mi razón para hacer esto, solamente no te acerques a los problemas, ¿ Bien ?

Louis respondió incrédulo. - Vas por todos lados matando... ¿ Y quieres qué este alejado de los problemas ? ¿ Quién crees qué eres ?

- Soy lo que está delante de ti. Ahora ve a dormir.

Con dudas en su mente, Louis lo vio salir de su habitación. Gracias a la luz de la luna, pudo notar ese rápido cambio, pasando a ser un gran lobo negro que tomaba su ropa entre sus dientes.

Rápidamente fue a su cama.

Tenía muchas dudas. No entendía porque lo dejaba estar cercana, este lobo lo pudo haber matado siendo un cachorro, y hablaba con él.

A pesar de sus dudas, la noche fue tranquila. Por la mañana todo fue diferente a todas las demás.

Todos los alfas, grandes y jóvenes, salieron temprano. Tuvieron un pequeño desayuno para tener energía durante el día.

Todos buscaron cada pista, algunos andaban en su forma de lobos para tener aún más rapidez.

Louis avanzaba cerca de su padre, empezaban a estar cerca de los límites de su comunidad. Era la primera vez de algunos llegando hasta este punto.

En algún punto, Louis detectó un aroma. Un aroma que empezaba a ser conocido. Su padre estaba hablando con otro hombre, así que se acercó a un alfa joven.

- ¿ Alan ?

- ¿ Qué ? - Le respondió sin interés buscando algo invisible.

- ¿ Puedes olfatear ese aroma ?

- No sé de qué hablas.

- Hay un aroma, es bajo, pero está aquí -. Respondió Louis, un tanto molesto al ver la indiferencia de Alan.

- No hay nada, Louis. Déjame concentrarme.

- Ugh -. Bufó bajito y caminó hacia su padre.

- No podemos guiarnos por unas historias. Son casi cuentos infantiles.

- Pero señor, en esas historias dicen que vive cerca de las montañas, un poco lejos de aquí, necesitamos avanzar aún más.

- Padre...

- ¿ Qué sucede, Lou ?

- Sentí un aroma, puede que sea de ese lobo.

- ¿ Qué clase de aroma ? ¿ En qué dirección ? ¿ Puedes seguirlo ?

Louis asintió un poco nervioso. Sin pensarlo mucho, corrió un poco para después dejar a la vista esa forma de lobo, en un tanto pequeño pero ágil.

Yahir se acercó tomando la ropa de su hijo. - Todos sigan a Louis. ¡ Rápido !

Al escuchar esa voz, todos siguieron a Louis. Sus pequeñas patitas avanzaban rápido o corriendo. Podía sentir ese aroma claramente.

La humedad en sus almohadillas recorría todo su cuerpo, era como esos sueños que había tenido.

En unos cuantos metros, dio una rápida vuelta hacia una cueva. Se detuvo esperando a su tribu, al parecer los había dejado atrás.

Era una cueva grande, con tonos verdes por la humedad y grandes enredaderas. Por alguna extraña razón, le parecía muy tranquilo estar aquí.

Escuchó el ruido de unos arbustos, antes de poder ver detrás, una gran sombra se lanzó hacia él, haciéndolo entrar a la cueva.

En pequeño chillido salió, sus ojos se mantenían cerrados y en sus oídos estaba ese gruñido que parecía una gran tormenta.

- ¿ Pequeño eres tú ?- Preguntó confuso.

- Están cerca -. Le advirtió Louis al sentirse libre del gran peso de ese lobo. - Vienen todos, y no podrás escapar.

Louis se sentó, su esponjosa colita la puso entre sus piernas. En su forma de lobo, se veía aún grande.

- Te ves lindo así, no pensé que fueras capaz de hacerlo.

- Deja de mírame, solo debo de esperar a que lleguen aquí.

Harry se fue acercando. - Yo no escucho a nadie. Los he estado siguiendo desde la mañana, al parecer todos son idiotas... Menos tú.

Louis trató de no sonar asustado al preguntar - ¿ Qué quieres decir con qué no los escuchas ?

- Podría decir que... Tengo oídos en todo este lugar. Estaban detrás de ti, hasta que llegaste aquí. Ahora deben de estar preocupados por ti.

- Tengo que irme, y los traeré aquí. - Decidió, Louis empezó a caminar hacia la salida de la cueva.

Pero esa voz profunda, le hizo quedarse quieto.

- Si te vas, no tendré porque estar aquí... Y todas las comunidades están expuestas, sin que sus alfas las protejan.

- ¿ Qué clase de persona eres ? - Le preguntó con cierto tono de dolor.

Aún en forma de lobo, Louis lo vio sonreír suavemente.

Tattoed Heart ♡ LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora