Reencarne por segunda vez, esta vez fue en el cuerpo de una niña, tiene que ser una broma... bueno, supongo que cambiar las cosas de vez en cuando no esta tan mal, realmente también tuve curiosidad muchas veces el saber como se siente ser mujer, así que ahora tengo la oportunidad de comprobarlo.
Estaba en los brazos de mi nueva madre, sinceramente me da mucha nostalgia y tristeza esto, quiero decir, reencarne en lugar de una niña, ¿quiere decir que acabo de robarle la vida a una niña? Lo mejor será no pensar mucho en eso.
Ella me miraba con mucha ternura, ¿eso quiere decir que no soy de esos bebes feos? Que bueno...
"Pequeña... tu nombre es Milis Fárshion ¿de acuerdo? Espero que crezcas como una chica sana y valiente" Me dijo mi nueva madre mirándome.
"¡Es muy tierna!" Gritó de la emoción la mujer rubia que al parecer ayudo a mi madre con el parto, pero ahora que veo bien... ¿Dónde esta mi padre? No me digas que me abandono...
Aunque no puedo saberlo aun, quiero decir, en primer lugar aun no tengo la capacidad de hablar correctamente, y que una niña recién nacida pueda hablar es muy raro, de seguro pensarían que estoy maldito o algo por el estilo, así que prefiero no asustarlas.
Así comenzó mi nueva vida como Milis Fárshion, aunque aun tengo algunas dudas, mejor las dejo para después y intento disfrutar ser una bebe.
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Todo iba normal, me cargaban todo el día, aveces era molesto, sin embargo solo tengo que esperar un poco para empezar a gatear y así podre tener mas libertad.
Los pañales son mas cómodos de lo que pensé, aunque es un asco tener que hacer del numero 2 así...
La parte que menos me gustaba del día era la hora de comer... quiero decir, esto es incomodo, tengo la mente de alguien mayor que mi propia madre, pero tengo que soportarlo por ahora.
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Pasaron dos meses y aun no veo a mi padre, creo que mis sospechas eran correctas, aunque nunca escuche a mi madre hablar sobre el, así que aun no estoy del todo seguro.
Por cierto, mi madre se llama Christa Fárshion, y la mujer que la ayudo es su mejor amiga y vecina Minda Whook, esto me parece raro, es decir, al parecer todos tienen apellidos, que yo recuerde solo los nobles tienen apellidos, quizás soy de una familia noble... aunque no lo parece, vivo en una casa común en un pueblo común, aunque no reconozco este pueblo.
Igualmente no he explorado todo Midgurd así que no puedo estar seguro de esto, pero ahora que lo pienso... ¿debería decir seguro o segura? Esto es muy confuso ahora...
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Ya van siete meses, por fin puedo gatear, ¡Ya soy libre! Puedo ir a donde quiera, perfecto.
Cuando gatee por primera vez mi madre lloro de la emoción, jeje... y no sabes todo lo demás que podre hacer cuando crezca.
Gatee un rato mientras mi madre me veía con una sonrisa y me seguía por todos lados, creo que estaba esperando que me tropezara, sin embargo después de un rato solamente me cargo de nuevo, me abrazo y me dio unos besos.
"¡Felicidades Milis! ¡Eres muy inteligente!" Fufufu, ya lo se... ya lo se... soy la bebe mas lista del mundo.
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A los nueve meses empecé a caminar, no pierdo el tiempo, apenas mis músculos se fortalecieron lo suficiente empecé a caminar, mi mama estaba sentada en el sofá conmigo cuando me dieron ganas de intentarlo, me baje y empecé a caminar.
Mi madre me vio y grito de la emoción, sin embargo apenas comenzó a gritar se tapo la boca y se callo, se que cuando un bebe empieza a caminar no debes gritar para asustarlo, pero a mi no me asustas tan fácil tranquila.
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Ryo - El heroe de la reencarnación
FantasyRyo, un chico de 17 años que perdió a sus padres en un accidente, perdió el apego a la vida, sin embargo, aun no se había rendido del todo así que decidió seguir adelante, hasta que, su vida se termino de arruinar, provocando que terminara acabando...