POV De Sulis Milnes.
Soy Sulis Milnes, viví toda mi vida en un pueblo muy poco conocido que ni siquiera estaba en los mapas, éramos muy pocos, todos nos conocíamos y nos ayudábamos.
Cuando tenía 8 años, descubrí que tenía una habilidad única, cuando estaba jugando en el bosque, me caí de un árbol mientras jugaba y me enojé, mientras estaba enojado mi mano empezó a brillar y después de unos segundos exploto, dolió mucho, pero por suerte teníamos a una maga sanadora en nuestro pueblo.
Mi habilidad es "Auto explosión", así la llame, puedo hacer explotar partes de mi cuerpo, sin embargo, no las puedo regenerar yo mismo, por lo que es una habilidad muy inútil.
2 años después, llegaron forasteros al pueblo, era la primera vez que el pueblo tenía visitas, estábamos felices, los forasteros parecían buenas personas, así que los aceptamos sin problemas, eran alrededor de 20 personas.
Sin embargo, 2 días después, llegaron unos carruajes de más personas, mientras estábamos extrañados del porqué de repente llegaban tanta gente al pueblo, los forasteros que habíamos acogido hace 2 días, empezaron el caos.
Fue una masacre, fue horrible, estaba en mi casa, cuando la entrada fue derribada, entro una persona riéndose con un cuchillo, mi madre y padre murieron enfrente de mí, fueron asesinados por un cuchillo en la cabeza, estaba impactado, es lo peor que vi en mi vida, solo me pude quedar quieto, el hombre me agarro y amarro con unas cuerdas y me saco de la casa, el escenario de afuera era aun peor.
Mataron a todos los ancianos del pueblo, abusaron de las mujeres, niños y niñas, incluido a mí, estuve una semana en el infierno, si te resistías mucho, te cortaban un brazo y luego te lo regeneraban, no te dejaban descansar, cuando se cansaban de abusar de ti, hacían que los animales te abusaran, tomaban a las niñas y las amarraban, después traían a un caballo, lo único que se escuchaba eran los gritos de las niñas.
Una semana después, finalmente se aburrieron de nosotros, pensé que al fin nos matarían, era lo que más quería, la muerte para nosotros paso de ser algo horrible, a lo mejor que nos podía pasar, lo anhelábamos, lo que más queríamos, era morir, sin embargo, no había terminado la tortura.
Nos ataron con cuerdas y nos metieron a los carruajes, después de eso nos empezaron a transportar hacia un lugar que no conocíamos, ninguno de nosotros habíamos salido del pueblo nunca.
Aunque estuvimos varios días avanzando en el carruaje, no nos dejaron tranquilos, abusaban a las madres de los niños y niñas en frente de ellos, y cuando terminaban, abusaban de los niños y niñas enfrente de sus padres.
El ver a los padres mirando a sus hijos siendo abusados, esas lagrimas de sufrimiento que caían mientras gritaban a todo pulmón que los dejaran en paz, era... totalmente horrible.
No pude soportar esto, así que hice que mi brazo explotara para matar a uno de los secuestradores, lo mate enfrente de todos, sin embargo, unos segundos después de haberlo hecho, los demás secuestradores se abalanzaron encima de mí y comenzaron a patearme y golpearme, después de dejarme muy mal herido, me volvieron a regenerar el brazo y me apartaron de ellos.
Después de varios días, llegamos al destino, era una base subterránea, después de entrar uno de los secuestradores nos dejó con otra persona que no conocíamos, tenía un manto negro puesto, esta persona nos llevó a una gran sala en la que habían muchas personas encerradas.
Nos metieron en unas celdas y nos dejaron ahí, sin embargo, después de encerrarme ahí, una chica se me acerco, me empezó a hablar intentando hacerse la amigable, sin embargo, yo sé perfectamente lo horribles que son las personas de aquí.
Se perfectamente lo que son capaces de hacer, se perfectamente lo fuertes que son, y se perfectamente lo poco que les importamos.
Ya no me importa mi vida ni la de nadie más, estoy seguro que si hago explotar todo mi cuerpo y termino matando a los que trajeron conmigo, ellos me estarían agradecidos por ponerle fin a su miseria.
Hare explotar todo, matare a todos, no dejare a nadie con vida, todos morirán, todos irán al infierno, y una vez estén ahí, espero que pasen lo mismo que todos nosotros pasamos solo porque sí.
Mueran, malditos monstruos.
POV de Milis Fárshion.
"Te voy a matar... te matare y saldré de aquí..." Murmuro el esclavo dentro de su celda.
No es la primera vez que un esclavo me amenaza, sin embargo, este parece ser que esta muy confiado, es de esperarse, aun no me ha visto en acción, cuando intente escapar verá que es imposible.
"Ya veo, ¿Cómo te llamas?" Le pregunte con un tono amigable.
El se quedo callado por un momento, y luego de unos segundos volteó su mirada hacia mí.
"...Sulis... recuérdalo bien..." Murmuro con un tono amenazante y una mirada asesina.
"De acuerdo, entonces te deseo suerte con tu plan de escape" Le dije mientras me alejaba de la celda para sentarme de nuevo en la silla al lado de la puerta.
Para que esté tan confiado en que va a salir debe tener un as en la manga, aunque no creo que tenga una habilidad única, si la tuviera me lo hubiera dicho el guardia que lo trajo, ¿no? Usualmente lo hacen, aunque a veces se les olvida informarme de cuales esclavos tienen habilidades únicas y cuáles no.
De todas maneras, no creo que él tenga mucha oportunidad de escapar, no tengo permitido matarlos, sin embargo, si son muy fuertes si que tengo permitido hacerlo.
Después de un rato me recosté en la silla y miré al techo mientras pensaba.
"No desayune..." Murmure mientras mi estomago gruñía.
Apenas me desperté vine a la zona 0, debería ir a buscar mi desayuno para continuar trabajando.
"¿Hm?" Gruñí al notar una pequeña fuente de luz que se reflejaba en el techo.
Cuando baje la mirada note que la luz venia de una celda, así que me levante lentamente y camine hacia la celda.
Después de acercarme, me di cuenta de que era la celda de Sulis, cuando me acerqué lo suficiente, vi a Sulis brillando, con una luz de color amarillo.
"¿Qué haces?" Le pregunte a Sulis inclinando la cabeza.
"Muere... Muere... Muere..." Murmuraba Sulis mientras estaba de pie mirando al suelo.
Después de unos segundos la luz empezó a intensificarse, se hacía más fuerte y más rojiza.
"¿Qué demonios crees que haces?" Gruñí mientras me quitaba el parche del ojo.
La luz se hizo más y más intensa, la temperatura aumentaba drásticamente cerca de Sulis, al mismo tiempo que se empezaba a escuchar un silbido que producía el aire.
"¿¡Que demonios?!" Grite alarmada dando un paso atrás, mis ojos se abrieron completamente al ver tal cosa.
Una persona brillando de tal manera, que parecía hecha totalmente de luz, sus ojos rojos resaltaban en la cantidad de luz que emanaba su cuerpo.
El silbido se detuvo y todo se quedo en silencio por unos segundos.
"¡¡¡MUEREEEEE!!!" Grito con todas sus fuerzas Sulis a la vez que el silbido empezó a sonar muy fuerte, la luz se intensifico al punto de que toda la zona estaba iluminada por la luz amarilla."¡¡¡BOOM!!!" Una gran explosión se desato, haciendo que todo Filmur temblara, la explosión se formo en forma de hongo, y incluso desde Jegaritt se podía ver.
La onda expansiva destruyo algunas casas de Jegaritt, a la vez que sacudió todos los arboles de cientos de kilómetros cercanos.
Después de unos minutos, el humo de la explosión se dispersó, y lo único que quedo en la base subterránea de Difution, fue un gran cráter en el que no había absolutamente nada.
Esta es la tercera muerte de Ryo.
Nota del autor: Escribir este capitulo fue muy doloroso.
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Ryo - El heroe de la reencarnación
FantasíaRyo, un chico de 17 años que perdió a sus padres en un accidente, perdió el apego a la vida, sin embargo, aun no se había rendido del todo así que decidió seguir adelante, hasta que, su vida se termino de arruinar, provocando que terminara acabando...