Dorami regreso a casa en cuestión de una hora aproximadamente, en el camino se percató de un gran carro que cuyo letrero decía la palabra mudanza. Decidió no hacer caso a dicho camión que curiosamente estaba estacionado en la casa de a lado de la residencia Nobi.
Dejo las cosas en dónde la madre de Nobita le indico. La robot subió a la habitación, estaba segura de que todo estaba bien. Abrió la puerta, se llevó una gran sorpresa.
En la habitación se encontraban tanto Nobita como Doraemon tirados sobre el piso, Nobita con la armadura puesta, bueno unas partes de la armadura como el casco y la pechera de metal mientras que Doraemon solo tenía el gorro verde y los zapatos marrones puestos.
Tanto el casco como el gorro tenían una pequeña flama, Rápidamente Dorami se acercó a ellos y procedió a ayudarlos.
"¿Pero que paso? ¿Cómo es que terminaron así?" hablo la robot luego de ayudarlos a ponerse en una posición un poco más adecuada y también de quitarles lo que quedaba de las ropas del juego.
"Creo que me pase en el juego" murmuró Nobita. Se sobaba la nuca.
"Creo..." está vez fue Doraemon quien habló. "Por poco nos morimos" refunfuño más que molesto.
"No es para tanto" dijo Nobita, Doraemon le lanzo una mirada de enojo. "¿No? Bueno" al cabo de unos minutos ambos ya estaban mejor.
"¿Al menos pidieron su deseo?" preguntó Dorami. Nobita lo había olvidado, tanto trabajo para que después perder la oportunidad de obtener el premio.
"¡Ay no! ¡Lo olvide!" exclamó el azabache, bajo la cabeza en señal de derrota.
"¡Lo olvidaste!" exclamó Doraemon. tanto el azabache como el robot comenzaron a discutir.
"¡Silencio los dos!" grito Dorami, ambos se callaron. "No hay de que preocuparse, se puede pedir el deseo... Bueno en cuanto el juego sea nuevamente abierto y sean nuevos jugadores" explico la robot.
"¡De verdad!" Nobita estaba feliz al saber esa información. Dorami asintió. De repente la voz de la madre de Nobita se escuchaba desde abajo de la casa. Tamako quería que su hijo bajara.
"Voy" respondió el azabache. Nobita se disponía a bajar las escaleras, Doraemon estaba por seguirlo pero se detuvo al sentir la mano de su hermana en su hombro.
"Umh... ¿Sucede algo?" Dorami saco de su bolsillo el sobre que le habían entregado a Sewashi.
"Toma" extendió su mano con dicho sobre para que Doraemon lo tomara.
"¿Y esto?" preguntó Doraemon.
"Se lo entregaron a Sewashi hace unos 3 días, le dijeron que te lo entregaran, Doraemon asintió y procedió a guardar el sobre en su bolsillo. "Bueno yo ya me voy" Dorami caminaba directo al cajón, lo abrió y allí estaba la máquina del tiempo que normalmente usa ella.
"¡Oh!... casi lo olvido" Doraemon freno de golpe al escuchar sus palabras. "Se acerca el chequeo médico, así que más vale que vallas o si no yo vendré por ti hermano" Esas últimas palabras sonaron como una amenaza.
Doraemon sudo frío al escuchar eso, nunca le han gustado los hospitales, malas experiencias. "P-por supuesto hermana, claro que iré" reía nerviosamente tratando de disimular su miedo.
"Más te vale" le dijo Dorami a su hermano mayor. "Recuerda si no vas vendré por ti" Doraemon sonrió, por dentro se moría del miedo.
La robot se disponía a irse a su siglo. Doraemon bajo las escaleras, estaba recordando las malas experiencias que ha tenido en los hospitales, cuando perdió las orejas o cuando un robot criminal intercambio cuerpo con el, entre otras.
"Doraemon ayúdame" se escuchó la voz del azabache pidiendo ayuda. La madre de Nobita le había pedido que arrancará la hierba que ya estaba muy grande. Cómo siempre Nobita no quería hacer eso.
"Nobita, no voy a ayudarte. Siempre dependiente de mis aparatos" dijo Doraemon. No sirvió de mucho sus palabras al cabo de unos minutos esté se disponía a buscar en su bolsillo algo que le ayudará al azabache.
Afortunadamente y por cuestiones del destino está vez no terminaron haciendo un desastre, bueno, Doraemon le dió unas tijeras comunes y corrientes a Nobita, la única diferencia era que eran mucho más filantes. Básicamente Nobita hizo todo el trabajo. el resto del día paso completamente normal, llegó la noche y se disponían a cenar, el papá de Nobita ya también había llegado a casa.
"Buenas noches" ambos amigos se acomodaban para dormir. Solo quedaban 4 días para el regreso a clases. A la mañana siguiente Nobita despertaba se puso los lentes y se disponía a quitarse la pijama. Doraemon no estaba.
"Seguramente se fue a ver a Mi-Chan" pensó el azabache. Bajo las escaleras ya cambiado dispuesto a desayunar. Estaba su madre en la mesa, había algo curioso en ella, una sonrisa en su cara estaba dibujada.
"Nobita hijo..." habló.
"¿Qué pasa mamá?" respondió su hijo, esté se sentaba en la silla.
"Tal vez no te acuerdes..." la mujer está feliz, sabía que hace años su hijo por estar en el jardín de niños no pudo despedirse de su pequeña amiga. "¿Aun te acuerdas de Non-Chan?" preguntó antes de anunciar la noticia que tenía para el azabache.
Esa pregunta tomo por sorpresa a Nobita, como olvidar a su mejor amiga, la niña que pese a lo que le hizo ella nunca o más bien no mostró rencor hacia el. "Si mamá, claro que la recuerdo... ¿A qué viene esa pregunta?" algo muy en el fondo le estaba generando una idea de lo que podía significar el porque su madre le pregunto eso. Aún que tambien no quería darse falsas esperanzas.
"Hijo... Ella regresó a Japón" Dijo su madre.
Los ojos de Nobita se abrieron como platos al escucharla, acaso estaba soñando todavía. Tamako vio la reacción del azabache y también el silencio de éste.
"Tu padre vio al abuelo de Non-Chan ayer que regreso del trabajo... Tal vez... Regresaron" Tamako no estaba muy segura, pero eso no sería problema ya que si el día de hoy escuchan ruidos en la casa de a lado... Tal vez podrían ser ellos. La casa a estado sola desde que se marcharon hace 8 años.
Nobita casi salta de la emoción al escuchar que su padre vio al abuelo de su mejor amiga. Aún que también podía existir la posibilidad de que haya confundido al señor, Nobita se aferraba a la idea de que realmente hayan regresado a Japón.
"¡Tengo que comprobarlo!" exclamó el azabache. sin darle tiempo a que su madre le dijera algo este salió corriendo de su casa. Tocó el timbre y se dispuso a esperar. Le temblaban las piernas.
"Voy..." una voz femenina se escuchó desde el interior de la casa. "¿Quien eres?" una mujer con el cabello recogido miraba con cuidado al chico de lentes que tenía enfrente de ella.
Hasta ese momento Nobita se dió cuenta de que cometió un error, tocar así de repente confiado de que sería la madre de Non-Chan. Y que tal si era otra persona... Ahora que le dirá a la mujer que tiene enfrente.
"Bueno... Yo..." El azabache se estaba sonrojando debido ala vergüenza, está vez actuó por mero impulso y no pudo pensar muy bien las cosas.
"Disculpe las molestias" fue lo primero que se le vino a la cabeza, se inclinó lo suficiente como para que su cabeza golpeara el suelo, afortunadamente no fue así y se fue corriendo, no a su casa si no al descampado.
La mujer quedó un poco confundida ante el extraño comportamiento de ese muchacho.
"¿Quien era mamá?" preguntó una niña de más o menos de la edad de Nobita.
"Solo era un niño que de repente tocó la puerta y después de eso fué corriendo" respondió la mujer. "¿Terminaste de ordenar ya todas tus cosas?" preguntó para cambiar el tema.
"Si mamá" respondió la niña de cabello castaño.
"Bueno vamos a tomar el desayuno y después vamos a dar la vuelta al barrio" la niña sonrió ante la sugerencia de su madre.
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Doraemon: El regreso de la niña de los zapatos rojos.
FanfikceNon y Nobita de volverán a ver. Pero el simple hecho de estar juntos; provocará grandes cambios en el futuro.