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Solo quedaban 3 días para regresar a clases.

Nobita salió de casa. Está vez no quería hacer los deberes que se le otorgaron así que le dejo todo en manos de su mejor amigo, se escuchó el grito de Doraemon reclamándole.

Nobita estaba a punto de chocar con Non-Chan, curiosamente ella también salió de casa.

Afortunadamente se dió cuenta a tiempo y freno de golpe. "L-lo siento mucho..." se disculpó al tiempo que daba una reverencia.

"No pasa nada Nobita, de echo fue mi culpa. Quería ver si tenías tiempo para..." la castaña hablaba en un tono que mostraba nervios.

"¿Para? Dime, no importa lo que sea... Puedo ayudarte..." dijo enseguida el azabache. "Puedo pedirle a mi mejor amigo..." murmuró recordando que tenía un robot con múltiples artefactos de su bolsillo.

"Bueno... El día de ayer quiera dar una vuelta pero terminé perdiendo me..." comenzó a hablar, se sonrojó por la vergüenza, ya que ella pensaba que era tonto perderse en el barrio donde vivió cuando era muy muy pequeña aún que tenía sentido ya que algunas cosas cambiaron y además, de que en ese entonces tenía como 4 años y no le tomaba mucha importancia a lo que había alrededor de su casa.

"Si quieres puedo darte un pequeño recorrido" dijo el azabache notando el rubor de las mejillas de su amiga.

"¿De verdad?"

Nobita asintió. "Muchas gracias Nobita" ella inconsciente lo abrazo haciendo que el azabache se sonrojara un poco.

"B-bueno que esperamos... Andando" dijo Nobita aún sonrojado.

"Claro" respondió ella.

Ya en el camino Nobita hacia todo lo posible para mostrarle de manera 'impecable' el barrio, no era para tanto pero el chico quería lucirse. Él mostro las avenidas principales, el parque que quedaba cerca de sus casas así como la escuela entre otras obviamente durante el trayecto platicaban  de cosas triviales.

"A pesar de que este casi todo como antes aún se puede notar que hay diferencias" dijo la castaña.

"Ni que lo digas..." respondió el azabache.

"Nobita" le llamo.

"Si, ¿Qué pasa?" "Bueno estaba pensando en si podríamos comprar algo para comer..." La joven se sonrojó, ya pasaban de las 12 así que era normal que tuviera hambre.

Casi al instante de escuchar a Non-Chan el estómago de Nobita gruño haciendo que esté se ruborizara. "Esto... Podemos comprar algunos Dorayakis ¿Te parece?" la niña acepto encantada, por suerte para Nobita había sacado un poco de dinero de sus ahorros, no sabía porque lo hizo pero agradeció a los cielos por haberlo echo.

Doraemon se encontraba leyendo un cómic, esté tenía pensado hacer pagar a Nobita por haberle dejado los deberes de la casa que a el le correspondían aún que lo dejo pasar ya que el azabache no llego a casa a la hora de la merienda, Doraemon se estaba comiendo los dorayakis que le correspondían al azabache además de beberse su taza de té.

No sabía a dónde fue pero estaba seguro de que fue a ver a su amiga, como vió que nada fue alterado; estaba tranquilo.

Enseguida un movimiento extraño de su bolsillo lo asustó, un especie de vibración sentía dentro de dicho bolsillo. Rápidamente rebuscaba en el hasta que sus manos sintieron el objeto que producía las vibraciones. Era un sobre, tardo en darse cuenta quien se lo había dado.

"Anda pero si fue Dorami quien me dejó esto" se dijo para si, enseguida dicho sobre comenzó a moverse.

El robot un tanto intrigado lo abrió. un disco de metal con un cristal de color azul en medio era su contenido, este objeto al instante de estar fuera emitió un holograma de nada más y nada menos que el director de la academia de los robots de crianza, Doraemon lo distinguió por la pipa que siempre trae en su boca. El holograma comenzó a hablar.

"Buenos días, buenas tardes, buenas noches ya sea el momento en el que abrieron el sobre, este es un aviso importante para una reunión de gatos robots. Se necesita de su presencia ya que está reunión hablará sobre un tema... Un tanto delicado y no podemos informar más al respecto por medio del holograma ya que no queremos tener algún problema de seguridad contamos con su presencia y si no... Bueno... No sé preocupe ya que de todas formas iremos por usted. Es por eso que le notificamos con tiempo para que avisé a su familia. Contamos con su asistencia..." dió la fecha para dicha reunión y enseguida el holograma se apagaba, Doraemon tomó nota.

Fácilmente podría usar la máquina del tiempo e ir en ese momento pero al intentarlo el disco metálico se lo impidió.

"Por favor tiene que seguir el ritmo del tiempo  tanto en su línea como en la línea del futuro para poder asistir a la reunión" habló el disco con una voz aguda y un tanto robótica. "Para evitar alteraciones y sobre todo mantener su integridad y la de su tipo de robot. Es por eso que se dió la fecha"

"¿Ah?" fue lo único que salió del azulado. Normalmente las reuniones de gatos robots siempre son en fechas aleatorias y nunca mostraban algún programa de seguridad.

Es extraño que ahora incluso tengan que estar al margen del tiempo, aún que Doraemon es el único que no está en su siglo o bueno eso es lo que cree él ya que, algunos conocidos del gato cósmico están en distintos tiempos y lugares en estos momentos y posiblemente más adelante sigan así.

"Que se le va a hacer..." fue lo último que dijo, el disco metálico se metió en su bolsillo haciéndolo reír, estaba por continuar con su lectura cuando de repente la voz de Nobita lo llamaba.

"¡Doraemon!" grito el azabache desde afuera de la casa, Doraemon suspiro cansado.

"Seguramente en algún problema se metió ese muchacho" pensó. Se levantó y abrió la ventana. "¡¿Doraemon puedes venir?!" preguntó Nobita. "¡Quiero mostrarle algo a Non-Chan y necesito de tu ayuda!"

Doraemon solo puso los ojos en blanco. "¡Está bien! ¡Ya voy!" le respondió, por más que intentaba negarse a hacer algo por el, Doraemon siempre aceptaba lo que Nobita le pidiera, seguramente una mala costumbre del gato robot, nadie sabe.

Doraemon: El regreso de la niña de los zapatos rojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora