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Al día siguiente y fuera de costumbre Nobita se levantaba, algo que sorprendió al gato robot, que abría la puerta del armario.

"Esto es nuevo" murmuró, el azabache solo lo miró con algo de enojo.

"Uno no puede intentar cambiar la rutina porque ya lo tachan de que está enfermo o algo por el estilo" le dijo. No lo culpen, Nobita a visto muchas caricaturas donde se muestra eso.

"Yo... No era mi intención decir algo así" se disculpó el gato, por un momento estaba a punto de tocar la frente del azabache para saber si esté tenía fiebre o algo por el estilo pero al escucharlo hablar se dió cuenta de que cometió un error.

"No importa Doraemon..." habló Nobita, en el fondo sabía que no era culpa de ninguno de los dos. "Solo que pensé que sería buena idea, además ya solo quedan unos días de vacaciones... Lo más probable es que aún tenga dificultades para despertarme cuando tenga que ir a la escuela..." bromeó.

El gato por su parte se quedó en silencio por unos segundos. "Esto... Cambiemos de tema" Nobita estaba de acuerdo en eso. "No quiero ser grosero o algo... Pero... ¿Por qué te despertaste temprano?" el robot se hacia una idea pero quería escuchar la respuesta de su amigo, lo que le había preguntado en la noche lo dejo pensando un poco.

Nobita sonrió un poco. "Quiero visitar a Non-Chan" dijo finalmente. "¿Me acompañas?" el azabache estaba algo nervioso y no entendía el porque.

"¡Claro que sí!" exclamó el robot. "Pero, primero a desayunar y luego vamos" El desayuno fue rápido y sin ningún problema, nuestros amigos ya estaban a punto de salir, los nervios invadian de nueva cuenta al azabache.

"¡¿Qué?! ¿No quieres ir? pero si hace unos momentos me propusiste que te acompañará" dijo Doraemon un poco confundido.

"B-bueno... Hasta ahora pensé que sería apresurado ir de visita muy temprano..." dijo temeroso. "Además ya nos vimos y pues... También tiene poco de que Non-Chan regresará..."

Doraemon lo interrumpió. "Está bien, si no quieres ir ahora podemos ir otro día... Y si, en eso tienes razón" el robot se refería a lo que comentó por último su amigo. "Entonces... ¿Qué quieres hacer?" preguntó.

"Ah bueno... Pues no sé..." afortunadamente o desafortunadamente su madre se acercaba a a ellos.

"Nobita necesito que traigas estás cosas por favor" dijo con una lista de compras en la mano. Para sorpresa de Tamako, su hijo accedió sin ningún pretexto, le dió el dinero y junto con Doraemon el azabache salía de casa.

"Bueno... Supongo que así estamos bien" murmuró el robot.

Compraron las cosas y sin más regresaron a casa en media hora, ambos caminaban tranquilamente hasta que se toparon con sus amigos en el lote baldío.

"Oye Nobita" Gigante le habló al ver que el azabache aceleraba un poco el paso. Esté sin más se detuvo, al parecer algo algo debió de hacer para ellos.

"¿Qué pasá?" dijo el azabache ya estando con ellos.

"¿Qué? No me digas que lo olvidaste... Típico de tí" se burló Suneo. Nobita solo frunció el seño.

"Lo que Suneo y Gigante quieren decir..." Shizuka habló ya que los antes mencionados comenzaban a burlarse de Nobita. "¿Pudiste averiguar algo sobre tus nuevos vecinos?"

"Ah" el azabache dudaba un poco, estaba por contestar.

"Si claro, son personas que vivieron anteriormente y pues regresaron" dijo el gato cósmico.

"¡¿De verdad?!" dijeron los 3 casi al unisono. El gato y el chico de lentes solo asintieron.

"¿Y eso averiguaron?" Gigante sentado en los tubos de concreto preguntó.

"Pues si" mintió Doraemon, Nobita no se esperaba eso aún que a decir verdad aún les tenía un poco de rencor a Suneo y Gigante por lo que pasó hace años a pesar de que para Non-Chan y él; las cosas quedaron bien.

"Bueno chicos me gustaría seguir platicando con ustedes pero tengo que dejarle estás cosas a mamá" dijo Nobita en voz alta para llamar la atención, mostraba la bolsa 'disimuladamente' con las cosas que había comprado.

"Oh bueno, siendo así entonces yo también me retiro" dijo Shizuka. "Olvide que tenía que ir a mis clases de violín" un escalofrío recorrió la espalda de todos los hombres del pequeño grupo. El moreno y el más bajo de los 5 que estaban presentes se miraron por unos momentos.

"Está bien" habló el más alto de los presentes. "De todas formas creo que no es tan importante" murmuró solo para que Suneo lo escuchará. "Creo que también tengo cosas que hacer... Cómo por ejemplo escribir la letra de una nueva canción que se me ocurrió anoche"

El escalofrío nuevamente se hizo presente pero solo para los más bajos de estatura del grupo.

"Bueno adiós" dijo rápidamente Suneo, tenía que prepararse para un posible y horrible concierto, necesitaba tiempo para crear una buena mentira. Todos se despidieron sin más.

"Si que tardaste" dijo Tamako al ver que su hijo ya había regresado.

"Lo siento mamá, había mucha gente en las tiendas" en parte era cierto lo que le respondió el azabache. La mujer le creyó y tomo la bolsa. Nobita subió a su habitación junto con su amigo.

"El día está muy tranquilo" dijo Doraemon, Nobita se recostó en el piso de su cuarto.

"Ni que lo digas..." murmuró el azabache.

"Iré a ver a Mi-chan" Doraemon sacaba el gorrocoptero y abría la ventana.

"Tiene tiempo que no vas a verla ¿No es así?" Nobita abrió los ojos al tiempo que hablaba.

"No mucho pero bueno..." le dijo y enseguida se fue.

Nobita al quedarse solo simplemente volvió a tratar de echar la siesta. Doraemon había llegado al techo de una casa donde siempre se encontraban el y esa gatita ya que allí es donde viven los dueños de ella.

"Ya que llegado" dijo Doraemon, recibió un miau por parte de su amiga. Después de haber guardado el gorrocoptero comenzaron a platicar no son antes de que el gato cósmico le regalará unos bocadillos de pescado en disculpa por estar un poco ausente.

"¡¿Qué?!" exclamó el gato. haciendo que la gata de asustara. "Ay, l-lo siento mucho. Últimamente eh estado un poco ausente de las cosas que pasan por aquí y pues me tomo por sorpresa" dijo, Mi-chan continúo contándole lo que estaba pasando.

Al parecer han habido muchos avistamientos de gatos callejeros que no pertenecen a este barrio en los últimos días. Algo que preocupaba al gato robot aún que afortunadamente un grupo de rescate animal los a rescatado vaya la redundancia bueno a excepción de uno que por más que tratan las personas de ayudarlo este simplemente escapa o no cae en las trampas que le colocan.

"Mmh... Tal parece que ese gato es muy astuto y no será fácil de engañar..." Murmuró Doraemon, al ser un gato robot tenía que ayudar, claro pertenecer a los felinos estaba en su sangre... Bueno estaba en su aceite y en su forma. "¡Bien! No te preocupes Mi-chan, sabes que yo siempre ayudaré a mis colegas gatos, ya veré que puedo hacer" la gatita maullo felizmente.

Doraemon: El regreso de la niña de los zapatos rojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora