Ｓｉｇｎｏｓ (𝕐𝕦𝕄𝕒𝕣𝕜)

★ Enseñame a estar a tu lado 🪞

Cuando terminamos todos medio borrachos es que decidimos salir del bar antes de que algo de lo que nos arrepentiriamos al día siguiente sucediera. A pesar de su altura y complexión, Jae se embriagaba con tanta rapidez, él con la ayuda de Johnny y Doyoung fue cargado a la entrada de su auto, para ser llevado por uno de los hermanos a su casa.

Yo me fijé por todos lados, encontrando a Mark sentado en una banca en la banqueta.

"Hey, gracias por invitar".

'No es nada'. Dijo la voz robótica de mi teléfono. 'Espero que te hayas divertido'.

"Si, es solo qué... Lamento no entenderles, debí ser algo molesto la mayoría del tiempo". Y la verdad es que no fue así, Mark se encontró callado en una esquina toda la velada, Jae y Doyoung le explicaban con paciencia lo dicho pero no era lo mismo. Yo anhelaba demasiado hacerme entender, sostener una larga conversación con él sin ninguna complicación y creo que para él era lo mismo.

'Yo debí de saber que sería confuso para tí. Perdona'.

"Nadie tiene la culpa aquí Yuta". Subí el teléfono con otra disculpa preparada pero él lo bajó de mis manos y las tomó entre las suyas, acercándome. Sus labios eran lo primero que captó mi vista, con delicadeza habló. "Quiero conversar contigo". Pocas de las palabras en señas que sabía decir se juntaron en esa oración. "Quiero aprender, que me enseñes a estar a tu lado".

Puede ser que hayan sido los residuos del meloso cóctel que tomó allá adentro, pero sus labios parecían contener una dulzura fulgurante. Su aliento, cálido, rozó la punta de mi boca. Sin darnos cuenta ambos estábamos a centímetros de distancia, desde aquí podía percibir cómo su garganta subía y bajaba al tragar saliva y nuestras respiraciones temblorosas se convertían en una misma.

¿Y sí me acercaba tan sólo un poco más y dejará mi esencia sobre él? Pero de repente fuimos interrumpidos porque aparentemente mi amigo Johnny, el más callado y silencioso, no tenía más cosas que hacer que llegar creando la mayor cantidad de ruido posible.

Yo no lo noté, claro está, si por mi fuera en esos instantes ya estaría saboreando un tierno beso, fue Mark el que rojo como tomate se apartó al seguramente oír los pasos retumbantes del gigante que se dirigía hacia nosotros. Johnny percatándose de la situación en la que nos encontró se tapó los ojos exageradamente con pena, y haciendo reverencias es que se fue caminando hacia atrás y hacia atrás hasta desparecer de nuestra vista por completo.

Me reí, como loco, y Mark lo hizo también. Su rostro pasó de ser increíblemente rosado a regresar a su color natural y sus dedos limpiaron lágrimas en la comisura de sus ojos.

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Ya besenseeee