¿Y sí...?

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»»--> Yuta


Mi cama es tan cómoda, claro, cómo no amar mi cama, es mi justificación para pasar todo el día acostado sobre ella, con las mantas envueltas en el rostro, este aplastado contra la almohada. Creo que no he tomado una ducha en tres días, mi cabello se encuentra lustroso y siento lagañas en la comisura de mis ojos que soy tan flojo como para remover, pero cuál es el punto de limpiarse ahora, ¡total! No tengo nada más que hacer, Mark no me ha hablado por dos días y Johnny probablemente esté haciendo algo extremadamente divertido con Jae, en donde yo no pinto.

Pero al parecer no es así, porque gracias a su llave de repuesto aparece de la nada en mi casa, con su ropa de fin de semana y el aspecto desprolijo pero alegre, entrando sin indecoro a mi habitación y haciendo una mueca de alivio al verme.

"¡Cielos! Gracias a Dios que solo estás acostado, por un momento pensé que te interrumpiría a tí y a Mark en pleno acto".

Me dí la vuelta, no quería verlo, aunque por un hueco entre mis sábanas podía observar su reacción. Su comodidad fue reemplazada por preocupación, bajando la vista es que jaló con delicadeza parte de mis mantas.

"Oye, no hemos oído de tí en casi una semana... ¿qué pasó?"

Apenado me acomode sobre la cabecera, él se sentó a los pies de la cama, notando que mi pijama estaba descuidada y mi apariencia achacosa.

"Nada, es solo que las cosas han estado algo feas y yo...Quería algo de tiempo a solas".

"¿Tiene que ver con Mark?" Creo que notó mi incapacidad de hablar del tema, ya que me vio con docilidad y aplaudió dos veces, despreocupado. "¡No importa! Ven, necesitas tomar una ducha en serio".

Se acercó con el propósito de levantarme, yo sentí mi cuerpo aún más pesado cuando me dejé caer sobre la cama. "No quiero... estoy cansado".

"Yuta, por tu aspecto puedo notar que no has hecho nada más hoy que dormir, no puedes estar cansado, ¡vamos!"

El resto del día me persiguió por toda la casa, incluso tomó algo de tiempo en peinarme y asegurarse de que comiera algo. Eran las ocho de la noche cuando nos sentamos en el sofá y colocó cualquier película aleatoria de acción para distraerme un rato.

Así era Johnny, me daba espacio para mis asuntos pero en cuanto notaba que algo me hacía sentir intranquilo intervenía tratando de animarme. Siempre que veíamos esta clase de filmes hacía bromas tontas que provocaban risas entre los dos, y preparaba una enorme olla de palomitas que de repente contaban con un gusto a quemado.

Cuando terminó la película, nos quedamos sentados sin hacer nada más. Él se recargó con la vista bien fija sobre mí, y las manos unidas sobre el regazo. Yo lo sabía, el primero que hablará, perdía, suspire conociendo mi derrota desde el principio y fue entonces cuando me preparé para lo que él quería, y lo que ocupaba mi cabeza desde hace tanto.

"Johnny... "

Cerró los ojos por un segundo, alegre y se inclinó con atención. "¿Sí?"

"¿A veces deseas ser oyente?" Pude discernir por el asombro en su rostro que no esperaba ese cuestionamiento en lo absoluto. Se quedó sorprendido por un segundo, por lo que continúe. "¿No ser sordo?"

"¿Por qué? ¿Qué pasó?" Fue lo que finalmente soltó, baje la vista resignado.

"No sé, es extraño. Después del accidente me seguía diciendo a mí mismo que las cosas serían las mismas, que sería sordo por el resto de mi vida y nada cambiaría, y mi voz..." Me detuve por un segundo al recordarlo todo, aún en el silencio de mi cabeza era incapaz de escapar de lo que me atormentaba. "¿Sabes? Aún después de tantos años, después de olvidar muchas cosas de mi infancia sigo escuchando la voz de mi yo de 11 años, para todo. Por más que lo intenté, en mi cabeza sigue sonando igual".

El chiquillo que olvido más cada día, menos su voz frágil como un cristal, acorralada en un lugar.

Johnny ladeo la cabeza, seriedad pintada en su rostro. Usualmente no hablábamos de mi vida antes del accidente. "No te gusta eso... "

No, no lo hacía. Trague en seco, mis ojos se sintieron llorosos, y comencé a morder mis labios con impulsividad, fijando la vista en mis manos temblorosas. "No la quiero escuchar Johnny. De verdad no quiero porque es tan débil, y me recuerda que sigo siendo el mismo niño y que no se irá y seguirá estando para siempre, que no escucharé a mí yo adulto nunca... "

Un par de lágrimas resbalaron por mis mejillas y las limpié sin delicadeza. Johnny se quedó estático en su lugar sin saber qué decir.

"No eras débil, puedes estar seguro de eso".

Mi pecho subió y bajó, una media sonrisa instalándose, negando repetidamente.

"Lo era".

"Puede ser que pienses eso, pero tus padres, Sakura, yo... todos te conocimos y sabemos que no era así".

"A veces me preguntó ¿y sí?... "

"No, solo te estás saboteando a tí mismo al hacer esas preguntas. Mira, fue un desastre, pero ahora puedes tener mucho, de hecho, lo tienes, así que deja de mirar al pasado".

A veces tenía ganas de dejarme ir con la corriente, dejar de pensar y seguir lo que los demás decían. En ese momento, Johnny se acercó a abrazarme, y finalmente fui capaz de exhalar entre sus brazos. Podría necesitar recordar eso miles de veces, pero sabía que él estaría ahí mil veces para repetirlo.

Cuando finalmente me calmé pasamos otros momentos recostados en el sillón sin decir nada más. Me removí pensativo y él se percató de ello. "¿Puedo preguntar algo?"

"¿Sí?"

"¿Qué escuchas cuando piensas?" Era una pregunta tonta, pero él la pensó con tanta profundidad que me hizo sentir seguro.

Hizo una mueca, frunciendo el ceño. "Honestamente, no tengo idea". Asentí, pero sabía que había más. " Es como si leyera. Toda mi vida he sido sordo así que no reconozco algo más aparte de esto. Para mí, ellos son diferentes, no yo". Mencionó, haciendo énfasis en los oyentes. "Creo que por eso me molesta tanto cuando tengo que adaptarme a sus necesidades, yo los entiendo, ¿ellos no pueden hacerlo igual? No soy él que tiene un problema, así es como nací y he sido siempre".

Se encogió de hombros bajando el mentón y me acerque a dar un par de palmaditas en su espalda. "Entiendo".

Sonrió, causando que sus ojos se hicieran pequeños. "Tú naciste siendo oyente, es normal que te preguntes cómo serían las cosas si fueran diferentes..." Se detuvo y me vio temeroso, tomando una pausa. "¿Quieres escuchar?"

Creo que la respuesta era difícil, y en este momento no quería pensar en nada más que lo bien que era pasar tiempo con Johnny. "No fue lindo lo que me pasó, pero amo haberte conocido a tí y a Jaehyun. A todos ellos, ser parte de una comunidad".

"De eso fuiste muy afortunado". Mencionó con altanería, pasando una mano por sus hombros. "De conocerme a mí, a Jaehyun no".

"Si John, ya sabemos que lo quieres mucho".

"Nadie dijo eso".

Reí al notar su nerviosismo y el pequeño rubor en sus mejillas.

"Ven, busquemoslo, necesito un trago".

Se levantó del lugar con una mueca y nos preparamos para salir de mi apartamento.






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Con este capítulo, nos acercamos al final de la historia jijiji

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