Arco 1. Capítulo 8: El plan de los Illuminati

200 9 14
                                    

Akame salió enojada de un bar y detrás iba Kurome, cuando entró al bar preguntó por Leone porque no la vio por ningún lado, la describió como una mujer alta, rubia, muy guapa y endemoniadamente sensual, pero con esa elección de palabras los hombre...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Akame salió enojada de un bar y detrás iba Kurome, cuando entró al bar preguntó por Leone porque no la vio por ningún lado, la describió como una mujer alta, rubia, muy guapa y endemoniadamente sensual, pero con esa elección de palabras los hombres ahí presentes murmuraron entre ellos

— Que desperdicio de mujer — dijo uno de ellos, tenía un espeso bigote y el pelo negro brillaba por su ausencia en la parte superior del cráneo — A esta mujer le hace falta un hombre que la folle como se debe

Comentarios así le molestaron y más le molestó más que se atrevieran a tocarla, a nalguearla, algunos hasta la miraron con lujuria y lo mismo hicieron con su hermana. Cuando se dispusieron a irse intentaron retenerlas, sin embargo, Akame les torció la mano, los pateó en los testículos y a uno de ellos lo amenazó con rajarle la garganta con la botella que quebró contra la barra

— Esto es increíble — dijo Akame indignada — Son unos asquerosos

Uno de esos hombres, gordo, con barba descuidada y calvo, salió para arrojarle la cerveza que había en el barril. Akame no esperaba algo semejante, sorprendida se volteó y el varón exclamó:

— ¡Espero que encuentres a tu novia, perra lame coños!

Detrás de él habían otros dos hombres que se reían mientras sostenían otro barril, esta vez para echarle la cerveza encima. Akame se quitó el barril de encima y si las miradas mataran... 

— ¡Miren, hasta se le marcaron las tetas! — exclamó otro

— ¡Estúpidos de mierda! — rugió Akame

— ¡Que boquita tiene, señorita!

Kurome la tomó del brazo y le pidió volver a casa, Akame aceptó a regañadientes, subieron a sus respectivos caballos y se marcharon del lugar. No hablaron durante el camino, Akame miró el cielo y estaba tan azul y adornado por las blancas nubes, se preguntó si era normal que de un momento a otro pasara de rojo a azul. Su enojo pasó a preocupación, miró a su hermana que estaba despreocupada porque no estaba al tanto de eso. ¿O sí?

— ¿No crees que algo extraño pasando está pasando? — preguntó Akame

— ¿Cómo qué?

— ¿El cielo rojo, tal vez?

— ¿Cielo rojo? — preguntó confundida — Yo lo veo azul. Todo el asunto de la boda debe estarte afectando el cerebro

— ¿Y nuestros amigos? Están muertos, ¿verdad?

— Ninguno lo está. Green sigue dolido porque te gustan las mujeres y lo rechazaste. Poney, Tsukushi y Cornelia trabajan en el restaurante de la ciudad, el tío Gozuki sigue...

— ¡¿"Tío Gozuki"?! — preguntó casi gritando, sorprendido

— El mejor amigo de papá. Él nos enseñó a pelear. Ya en serio, ¿qué diablos te pasa?

Ultimate Spider Ga KillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora