Cuando la vida te pesa,
las heridas de la infancia no cicatrizan
y el corazón grita,
dormir es la única salida de emergencia.
Tres veces atenté contra vida,
tres veces fallé,
confieso que siempre he querido vivir,
solo busco dejar de sentir.
•••
(No...
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Si tú no me hubieras ayudado, muy pronto habría perdido la vida; pero te llamé al sentir que me caía, y tú, con mucho amor, me sostuviste. En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, tú me diste consuelo y alegría.