Los ojos de Selena temblaban un poco, se volteó, mirando a Elisa Terrén con sorpresa, de repente sintió como si todo se aclarase.
-Que muchacha tan lista, con solo un poco de orientación, ya había entendido lo que quería decirle - Penso la abuela.
“Suena facil cuando se dice, pero el camino para llegar ahi es duro pero una vez que lo tienes claro, solo es cuestión de Tiempo” - habló la señora.
Selena solo asintió pensativamente.
Después, las dos charlaron un rato más. Elisa (así se llamaba la señora) parecía un poco cansada, por lo que Selena al verla, quiso ponerse de pie para despedirse, pero Elisa no se lo permitió.
“Selena, no te vayas, quedate a cenar con esta anciana” - dijo Elisa.
"Esto..."
Elisa: - “Selena, ¿de verdad vas a rechazar mi invitación?”
Selena se sentia un poco impotente, viendo la mirada llena de expectativas en los ojos de la anciana: - "¿cómo podria rechazarla? Pero abuela, estás cansada"
Elisa se rió: “Veo que también estas cansada, ¿por qué no te tomas un descanso primero?”
"No sé si eso estaria bien…….." - Selena aún no había terminado su frase, cuando Elisa se volteó hacia la criada a su lado.
“Lola, lleva a la señorita Morales a descansar en la habitación al final del pasillo de la derecha en el segundo piso”
Selena y Lola se quedaron sin palabras.
-¿La habitación al final del pasillo a la derecha? ¿No era esa la habitación del joven maestro de la familia? ¿No estaban acelerando demasiado las cosas? ¡Estaban practicamente entregándola en bandeja a la cama del joven maestro!- pensó Lola
Espera, !se había equivocado!
¡Elisa realmente estaba intentando llevarla a la cama del joven maestro!
Pero el joven maestro nunca había permitido a nadie entrar a su territorio privado, mucho menos a su dormitorio.
¿No le temían que regresara, la arrastrara fuera de la cama y la arrojara por la ventana?
Esto sería demasiado vergonzoso.
"Señora Elisa…" - Lola estaba a punto de recordarle algo a la anciana, pero la anciana le hizo una señal para que no dijera nada.
"Solo quería preguntar si la señorita Selena quisiera bañarse antes de dormir. Si necesita bañarse, puedo mandar a alguien a preparar el agua de inmediato" - dijo Lola.
¡Si iba a dormir en la cama del joven maestro, al menos debería estar limpia! - pensó Lola.
Al escuchar esto, los ojos de Elisa se iluminaron y miró con aprobación a Lola h dijo: - “¡Correcto! Un baño antes de dormir es lo mejor. Ve rápido a preparar el agua y la bañera”
Selena se sintió extremadamente impotente, pero ante la generosa hospitalidad de la señora Terren, no pudo rechazarla, además, a ella también le gustaba mucho bañarse
Selena fue llevada a la habitación que Elisa había ordenado.
Las criadas acababan de preparar el agua para su baño y se salieron, dejándola en la habitación con Lola y cerrando la puerta suavemente.
La mirada de Selena miró toda la habitación desconocida.
La decoración era toda en blanco y negro. Había una cama doble grande en el centro de la habitación, con accesorios hogareños en gris y blanco, tonos apagados y fríos. Debajo de la cama había una alfombra de lana negra.
La habitacion estaba impecable, con luz brillante dispersa en el dormitorio, simple pero lujosa.
Llegó a la puerta del baño, dejó las zapatillas en la entrada y entró descalza al baño.
Ya acostumbrada al lujo de esta casa, no se sorprendió al ver la espaciosa bañera blanca
Cuando su cuerpo se sumergió completamente desnudo en el agua caliente, la opresión y el cansancio en su corazón desaparecieron en un instante.
El agua fluía como seda suave, envolviendo cálidamente todo su cuerpo, parecía que incluso la sangre fría dentro de ella se calentaba lentamente.
Soltó un suspiro de alivio, se apoyo en el borde de la bañera y cerró lentamente los ojos, sintiéndose totalmente relajada.
Una sensacion de asfixia en el pecho la dejó sin aliento, el terror de sentir que el agua inundaba su boca, nariz y garganta hizo que Selena abriera los ojos de golpe.
Por alguna razón, se había quedado dormida en la bañera. Su cuerpo se había deslizado hacia abajo y el agua caliente estaba alcanzando su nariz. Se sentó de golpe, salpicando agua por alrededor de toda la bañera.
Sus manos se aferraban fuertemente al borde de la bañera mientras respiraba con dificultad.
Sentía que el agua de la bañera aún estaba caliente, lo que le indicaba que no había dormido mucho tiempo.
A pesar de eso, el recuerdo de lo que acababa de suceder la hizo salir de la bañera. Se puso de pie bajo la ducha para enjuagarse brevemente, luego se puso la bata blanca que había dejado lista la empleada.
Aunque era bastante alta para una mujer, la bata aun le quedaba grande y suelta, apenas cubriéndole su pecho.
Despues de la ducha, sin pensar mucho, encontró un secador de pelo en el armario fuera del baño.
Su cabello, que no había cuidado en un tiempo, todavia tenia su color natural.
Debido a que siempre llevaba el cabello recogido, tenía rizos naturales que caían casualmente sobre sus hombros delgados. Su rostro sin maquillaje todavía tenía un rubor del baño caliente Su cabello negro, la bata blanca, su cuello delgado y pálido, todo la hacía ver muy atractiva.
Sin embargo, Selena salió con expresión normal, se puso los pantuflas en la puerta del baño y caminó con calma hasta la cama: Levantó las sábanas y se acostó.
Las sábanas olían muy bien.
Dormir después de un baño era una de las mejores experiencias del mundo.
Aún era temprano, pero los empleados de abajo ya estaban preparándose para la cena de esa noche, hacía mucho tiempo que no estaban tan ocupados.
La puerta de la mansión se abrió en algún momento de la tarde, el silencio de la casa hizo que el sonido se escuchara mucho.
La empleada Lola corrió hacia la puerta y vío a un apuesto hombre con un traje negro de diseñador entrar.
"Joven Terrén, ¡llegó tan temprano hoy!" - Lola estaba un poco sorprendida, y luego una sonrisa se dibujo en su rostro.
Parece que la señorita Selena era diferente a las demás mujeres.
“Si, ¿por qué?” - David Terren apenas respondió. Cambió sus zapatos, pero no se quitó la chaqueta y se dirigió directamente al salón principal.
Una brisa fría soplo alrededor de Lola, haciendo que su sonrisa pareciera aún más hermosa.
No había nadie en el salón, David miró a su alrededor.
Lola lo siguió y dijo en voz baja: - "Doña Elisa invitó a la señorita Selena a cenar. Ahora ambas están descansando"
David se dio la vuelta y miro a Lola, preguntando: - "¿También está descansando aqui?"
"Sí, no pudo rechazar la cordial invitación de la señora Elisa" - Dijo Lola con una sonrisa, su tono era un poco resignado.
David entendió de inmediato que su abuela había insistido en que Selena se quedara.
"Aún es temprano, joven Terrén, podría descansar un poco. Debe estar cansado por el trabajo de la empresa justo después de regresar al pais, ¿verdad?" - dijo Lola
“No importa” - David respondió con indiferencia, luego comenzó a desabotonar su chaqueta y después de un rato, se detuvo de repente, bajó la vista hacia Lola, que todavia estaba de pie sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
La caída y el rescate del amor
RomanceDespués de un inesperado incidente que la llevó a caer al agua, Selena Morales presenció cómo su prometido la abandonaba para rescatar a otra mujer que también estaba en peligro. Sobrevivir a ese encuentro con la muerte le hizo comprender la cruda r...