Capítulo 12

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Al ver que David finalmente la miraba, Lola se atrevió a decir: -"Joven, debería descansar un poco Elisa se preocupará por ti"

David miró su reloj aún faltaba un rato para la cena y dijo: -“Está bien”. 

Asintió y se dirigio hacia las escaleras. 

Lola observó cómo desaparecía en la escalera, sonrió y se dirigió a la habitación de Elisa.

Con la corbata ya desabrochada, David abrió la puerta de su habitación como siempre lo hacia, siempre le había desagradado que alguien invadiera su espacio privado, aunque no venía a menudo, todavía podía percibir cualquier cambió en su cuarto.

Se detuvo con la mano todavía en el pomo de la puerta, su mirada aterrizó sin demora en la cama en el centro de la habitación. 

Un escalofrio se reflejo en sus ojos profundos, su mirada se clavó en la mujer en la cama mientras caminaba hacia ella, sus pasos no hicieron ruido al pisar la alfombra. Su rostro indiferente mostraba una expresión de desagrado y frialdad, como si su territorio hubiera sido invadido por un extraño. 

No obstante, cuando se acercó a la cama y vio a la persona que dormia en ella, sus oscuros ojos parpadearon y su frialdad se disipó lentamente. 

Su mirada se deslizó por sus pestañas finas y delicadas, su rostro sin maquillar, sus labios como flores de cerezo, parecia elegante y encantadora. 

Luego, sus ojos se desviaron, el batin que llevaba era suyo, probablemente demasiado grande, se había caido de su hombro en su sueño, revelando su hombro y un gran pedazo de piel blanca en su pecho, su delicada clavicula se movia con su respiración.

David se quedo sin aliento, una expresión de sorpresa cruzó sus oscuros ojos. 

Nunca pensó que podría enamorarse de una mujer como ella, pero de alguna manera, ella lo había hecho tan fácilmente.

Se quitó la chaqueta y la tiró al sofá, luego se quitó los gemelos de la camisa y los dejó a un lado. 

Luego, su mirada volvió a caer en el rostro dormido de Selena, su expresión todavía indiferente, pero con una ternura subyacente.

¿Por qué preocuparse tanto?, dejarse influir por ella no era tan malo, después de todo, ella acabaría siendo su mujer. 

Se sento al borde de la cama, inclinándose para mirar una vez más a la mujer dormida. Sus dedos largos y esbeltos razaron el cabello en su sien como acariciandola. 

Selena, en su sueño, olfateó un aroma extraño, como sábanas recién lavadas, pero con un toque de elegancia, por lo que funció el ceño ligeramente, como perfumista, identificar cosas por su olor se habia convertido casi en un instinto, ese aroma debía ser de un incienso, con su duda resuelta, la confusión en el rostro de Selena se desvaneció gradualmente. 

Se acomodo en la almohada algunos mechones de su largo cabello se deslizaron en su bata 

Ese movimiento infantil provocó una risa ligera en David, su risa retumbó en la habitación tranquila. 

El aroma a poca distancia, la presencia intensa e ineludible, y la risa suave de un hombre, hicieron que Selena abriera los ojos de inmediato.

Delante de ella había una mano hermosa y encantadora. Incluso podía sentir el calor que provenía de esa mano al tocar su cara.

Inhaló el aire frío, y echó su cabeza hacia atrás.

Al mismo tiempo, alzó la vista, encontrándose de pronto con la mirada del hombre, en sus claros ojos había una mezcla de alerta y defensa.

La caída y el rescate del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora