Chilli se sentía frustrada, no sabía que más podía hacer para salvar a Bandit.
Contacto a un viejo conocido de ambos para ver si los podía ayudar a conseguir el tratamiento cubano contra el cáncer.
Este accedió a conseguir el medicamento para Bandit, lo cual Chilli agradeció de corazón.
Consiguió un nebulizador para poder administrar el medicamento según le había dicho su amigo, que era doctor con especialidad en oncología, y así fué como Bandit inició el tratamiento.
Fueron días difíciles para los Heeler, sobre todo para Chilli, pero parecía que todo iba a salir bien.
Bandit empezó a mostrar cierto grado de mejoría de su enfermedad y esto a Chilli le emocionó.
Hasta el día que le tocó ir a la cita de rutina con el doctor. Este no podía creer lo que veía, el paciente a quien le había dado solo unos 6 meses de vida seguía ahí. Así que preguntó sobre como logró tal hazaña.
Bandit le comentó que se había Sometido a un tratamiento de médicos cubanos para el cáncer a base del veneno de escorpión azul. Entonces el doctor se mostró molesto. Le aseguró a Bandit que eso no era medicina real y que si se sentía mejor era por un efecto placebo, nada más.
Bandit solo agachó las orejas y salió del consultorio. Cuando regresó a su casa le comentó a Chilli lo que el doctor le dijo.
Obviamente Chilli no lo creyó y le dijo a Bandit que no se diera por vencido y continuara con el tratamiento, que lo hiciera por ella y por las pequeñas.
Bandit negó con la cabeza. La decisión estaba tomada.