TEACHER い KOOKMIN

27

Dos semanas después.

Habían pasado dos semanas desde el último acontecimiento con Jimin, su progenitor y Jihyo. Él pelinegro, bueno pelirrubio ahora, no había vuelto en todos estos días a casa de su madre, se había quedado en casa de su novio.

Había terminado todos sus exámenes y por suerte le había ido muy bien en todos, en unos días, sería su graduación.

Estaba muy feliz con eso.

También paso su segundo aniversario con su bonito novio, había sido un día maravilloso para los dos. Se divirtieron, rieron, se dijeron palabras llenas de amor, pensaron en un futuro juntos y tuvieron una noche de pasión.

La cual dejó a Jimin sin poder pararse de la cama por casi dos días.

Pero para que esa felicidad siguiera y fuera más grande, Jimin necesitaba hablar con su madre y su progenitor. Aunque realmente no tenía muchas ganas de hablar con ellos, en especial con aquel hombre que tanto daño le hizo.

Terminó de hacer la cena. Jungkook aún no volvía del trabajo y él se había tomado el atrevimiento de hacer la cena.

Le gustaba mucho cocinar y hacerle postres a su precioso novio. Su parte favorita siempre era ver cómo su novio comía todo con una sonrisa y le decía que había disfrutado todo.

Dejo todo en su lugar y se fue al baño a darse una ducha. Quería estar limpió para cuando Jeon volviera.

Cuando salió del baño, se puso un bóxer, acompañado de una camisa de Jungkook, la cual le quedaba algo grande y ancha.

En este tiempo viviendo con el mayor había descubierto que amaba usar su ropa, tener el olor de Jungkook y su perfume encima.

Le encantaba.

Soltó una risita al sentir unas grandes manos rodear su cintura. Jungkook se encontraba abrazándolo por la espalda y apoyó su mentón, sobre el hombro de su hermoso chico.

— Hola, nene precioso — dijo Jungkook dándole un beso en el cuello.

— Hola, Kookie ¿qué tal estuvo tu día, mi amor? — dijo Jimin con una sonrisa, acariciando las manos del mayor.

— Por suerte, estuvo bien, pequeño, pero agotador. Doy gracias a que mañana no tengo que ir a la universidad, además que mañana tengo que ir a buscar nuestros trajes, para la graduación de mi lindo bebé — besa sus mejillas.

— Me alegro, Kook y me había olvidado por completo de los trajes — suelta una risita y se da vuelta para abrazar al mayor por el cuello y unir sus labios en un apasionado beso — te extrañé

— Y yo a ti, bebé, ya me estoy acostumbrando a tenerte junto a mí 24/7, esto no me está gustando para nada — dijo suspirando

El menor lo miró confuso y con un puchero, pensado que su novio ya no lo quería junto a él. Miró a otro, sintiéndose un poco frustrado. Él estaba amando vivir junto al mayor, tenerlo junto a él, casi todo el día, abrazándolo, charlando, riendo, besándose y haciendo travesuras. Cada vez que tenían la intención de entregarse cuerpo a cuerpo, lo hacían, dormían juntos todas las noches juntos y lo primero que siempre veía en la mañana era a Jungkook. Todas esas cosas se habían convertido en sus hábitos favoritos. 

Pero, al parecer su profesor no le veía de la misma forma que él.

— Oh… — fue lo único que salió de su boquita, sin saber realmente qué decir.

— Hey, espera… Siento que me estás malinterpretando — toma las mejillas de su pareja, acunando su rostro con una sonrisa — Lo digo porque cuando te vayas te voy a extrañar demasiado, no voy a saber qué hacer cuando no te tenga entre mis brazos cuando despierte o cuando me vaya a dormir, no pueda desearte las buenas noches y recibir una sección de besos por tu parte ¿Entiendes bebé?