Han Pasado 7,000,000 De Años Desde La Creación De La Raza Humana...
Los más poderosos y violentos dioses han decidido que los humanos son una molestia y un cáncer para la tierra, y han pactado una alianza con la que proponer la completa extinción de...
El momento de alta tensión provoco que la mente de Krauser se nublara y que ya no fuera capas de ver a su oponente por unos momentos, desapareciendo completamente de su vista al volverse completamente negra, y transportandolo a una de las memorias de su pasado, ahora se encontraba en lo que era una habitación oscura, con una serie de televisores enfrente suyo que erán la única fuente de luz, y a su vez delante de estos televisores se encontraba un hombre sentado en una silla.
Krauser se veía un poco diferente, teniendo el cabello más largo al punto de llegarle hasta el cuello, con una camisa roja de mangas cortas, pantalones y botas militares, pero destacando unas vendas alrededor de su hombro izquierdo, manchadas de sangre débido a una herida de la cual nunca se termino de curar, si bien el mercenario no podía intervenir en el recuerdo que había llegado a su mente, si resentía incluso en el presente aquella herida, provocada por una de las armas biologicas durante la operación Javier, y por la cual fue expulsado del ejército tras haber regresado.
Esa era la razón por la que había acudido hacia aquel hombre que se encontraba enfrente suyo dandole la espalda, ahora siendo conocedor y comenzando a obsesionarse cada vez más con el tema de las armas biologicas, penso que si se hacía con una de ellas, podría sanar definitivamente de la herida en su hombro y con ello convertirse en el super soldado perfécto, esto mientras que aquel hombre giraba la silla en la que estaba sentado para así mirar diréctamente al mercenario, quien mantenía una expresión de seriedad, tronandose los nudillos mientras que sus miradas chocaban por unos momentos.
El hombre tenía la cabellera rubia algo grande pero sin ser excesiva, con una gabardina negra que cubria la mayor parte de su uniforme que compartia el mismo color, botas negrs y unos lentes de sol oscurecidos que no dejaban ver sus ojos, sin embargo de su retina derecha emanaba un aura de color carmesí que se filtraba incluso atraves de los lentes, y de la cual Jack se pudo percatar, a su vez aquel hombre mostraría un perfil neutral, y levantandose de su silla se acerco hacia el mercenario con las manos en la espalda, de alguna forma ya sabía porque Jack había ido con él.
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— De ante mano ya se todo sobre tí, Jack Krauser. Se suponía que como el soldado que fuiste sirviendo al ejército de los estados unidos, tendrías que haber tenido una larga trayéctoria que finalizaría con todos los honores, pero una herida en el hombro provocada por un arma biologica.. y eres desterrado -dijo Wesker con un tono burlón-.
— En ese caso ya sabes porque estoy aquí, ya que despues de todo eso que paso, decidí convertirme en un mercenario y ya llevo varios trabajos cumplidos -añadio Krauser, buscando ir diréctamente a la situación-.
— Lose perféctamente, y es por eso que a pesar de todo no tengo problemas en enviarte a una misión de alto riesgo, iras a un poblado en el norte de España, a obtener unas muestras de un arma biologica que se ha estado desarrollando, y que le han dado el nombre de.. las plagas -dijo Albert-.
