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-- Entonces, Atsushi-kun. No vas a explicarme lo de ayer?-- el castaño le arqueó la ceja y exigía una respuesta.

-- No es nada grave, Akutagawa estaba enfermo y su hermana me pidió que lo cuidara.

-- Ajá. Y que paso después de que me cortaste?

-- Hablamos un rato y le invité un café, aún seguía mareado pero estoy seguro de que aceptó.

-- Ya veo, te aprovechaste de un enfermo, que astuto.

-- No, claro que no-- le dijo con un puchero.

Atsushi continuaba hablando con Dazai durante el almuerzo cuando un gran alboroto invadió el lugar.

Akutagawa quien rara vez estaba en el comedor, estaba delante de su hermana Gin cubriéndola con ambas manos de Tachihara, quien estaba enfrente de ellos.

-- No te le acerques pervertido-- le fulminó el azabache.

-- Yo no le hice nada

-- Hermano, no es lo que parece-- intentó detener la azabache.

-- Quédate detrás Gin, ya vez por qué no me gusta este lugar-- la tomó de la manga y se la llevó antes de que interfirieran los profesores.

-- Que sucedió Tachihara?-- le pregunto el enano pelirrojo acercándose a él.

-- El maldito malinterpretó la situación, de todas formas no hay nada que pueda hacer-- se resignó, realmente no tenía malas intenciones.

-- Ese pequeño-- fulminó Chuuya.

El curso de ambos había presenciado el show, varios opinaron sobre la situación y se pusieron del lado de quienes suponían tenía la razón.

Casi ambos cursos se sentían resentidos y se había generado odio y rivalidad entre ambos, habiendo olvidado el motivo original.

Los días continuaban y el ambiente en el almuerzo era cada vez más tenso, el salón estaba prácticamente dividido en dos, cada uno defendiendo su propia postura.

Esto realmente no repercutía en el empleo de Atsushi dado que no se puso de ninguno de los dos lados (porque en realidad no entendió la situación) habiendo quedado en el medio junto a Dazai.

Los días en la cafetería eran normales, era como un respiro del pesado ambiente que se generaba en la escuela. Salvo que el albino seguía esperando esa taza de café que le debía al azabache en cuestión.

-- Otra vez no vino?-- el castaño se acercaba al albino. Traía puesto un delantal, lo habían contratado por lo mucho que insistió y porque atraía clientes (tanto hombres como mujeres).

-- No..... Se debe de haber olvidado. Después de todo es solo una taza de café...

-- Ese maldito... Se las vera conmigo!-- dijo el castaño apretando los puños.

-- No exagere Dazai-san-- dijo el albino esbozando una pequeña sonrisa.

Mientras hablaban sonó la campana de que un cliente había entrado. Se abrió la puerta y paso una azabache muy hermosa.

-- Bienvenida Gin-chan!-- sonrió el albino haciendole seña para que se acercara.

-- Hola Atsushi-san, Dazai-san-- reverenció educadamente-- vengo por un café dulce y unas galletas de chocolate.

-- Enseguida lo traigo yo!-- dijo el castaño retirandose alegre hacia la cocina.

-- En realidad... También me gustaría hablar contigo Atsushi-san -- dijo un poco apenada agachando la cabeza.

Mi Propio Hilo// shin soukoku//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora