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Ambos chicos caminaban por los pasillos de la escuela y se dirigían al patio para ver la gran función que daría cierre al festival. Ya en aquel lugar poblado de gente, Atsushi se percató de que Akutagawa se veía incómodo y nervioso, por lo que le sugirió alejarse de ese lugar y tomar aire fresco.

Mientras daban un paseo recorriendo el inmenso patio de la escuela, un silencio incómodo predominó en el lugar, sólo podía verse interrumpido por los sonidos del exterior que cada vez se sentían mas lejanos.

Ninguno tenía el coraje de comenzar a hablar, al menos hasta que el azabache fue el valiente que dió el primer paso.

-- Tú.... ¿Cómo te sientes con todo esto?-- dijo inclinando la cabeza con algo de pena.

-- Sentirme con qué-- dijo ingenuo el albino.

-- Ya sabes, el festival, la ropa, y.... ¿nosotros?-- ya no pudo evitar esquivar la mirada, quería seguir los consejos de Chuuya, era ahora o nunca. 

-- Ah..... bien supongo-- dijo el albino un poco sonrojado y con una pequeña sonrisa-- Nos hemos acercado bastante en este tiempo, y eso me hace feliz.

-- En serio?-- dijo esperanzado el azabache.

-- Sip, nuestros cursos no han tenido conflictos y todo salió perfecto-- hizo una sonrisa de victoria y pulgar arriba.

-- Me refería a NOSOTROS literalmente, no el curso.

-- a

-- Jinko... No. Atsushi-- Akutagawa tomó aire y Atsushi hizo una pequeña sonrisa-- Desde siempre he creído que el ver estos hilos era una maldición que me recordaba el pozo en el que me encontraba, siempre cavando más profundo. Mi vida era total oscuridad, vivir creyendo que estaba destino a la soledad sin nadie que pudiera entregarme el pedacito de luz que tanto necesitaba. Hasta que llegaste a mi vida... como una vela que es encendida en un cuarto oscuro, me diste una razón de ser, te convertiste en la luz que anhelo cada noche, y la inspiración que cada día me alienta a seguir adelante. Aún si no estamos conectados, quiero poder acompañarte en cada momento que te sientas solo, así como lo hiciste conmigo. Si me lo permites.... ¿puedo acompañarte en este trayecto de búsqueda de nuestro propio destino?-- Akutagawa se inclinó con respeto extendiendo su mano al contrario.

-- E-es.... la declaración más hermosa que he oído nunca-- dijo atsushi con los ojos húmedos y las mejillas rosadas, tomó la mano del azabache y ambos se sonrieron-- Busquemos juntos-- Atsushi le dedicó una mirada dulce y al azabache se le había derretido el corazón con esto.

Ambos se abrazaron y caminaron de regreso con los demás, esta vez el ambiente era tranquilo y cómodo. 

-- Practicaste mucho?-- le sonrió con picardía el menor.

-- Se notó? Debía ser lo más perfecto posible, algo a tu altura-- dijo orgulloso el azabache agrandándose un poco.

-- Ahora que lo dices no fue tan perfecto, hubo algunas cosas que no me convencen-- el albino quedó pensativo mirando a la nada con desconfianza.

Akutagawa suspiro triste y Atsushi se acercó para besar su mejilla.

-- Es broma, te amo-- le sonrió y el azabache quedó helado y procesando un rato, luego reaccionó y le abrazó.

-- Je, pequeño demonio.

<3

No deben de guiarse por los designios del destino, si bien es preciso, depende de ustedes el como escribirán la historia de su propia vida y como tejerán y darán forma a los hilos que les rodean. ¿Podrá esta joven pareja realmente narrar la historia de la prosperidad de su amor? O acaso... ¿El destino habrá sido el primer escritor en apoyar la pluma sobre el papel de sus vidas? A veces el destino también puede jugar sucio.....  

                                                                            ¡Gracias por leer! 

Posdata: Por qué creen que Atsushi no podía ver el hilo de Akutagawa? Leeré sus teorías.

Mi Propio Hilo// shin soukoku//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora