𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟶𝟼

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𝙿𝚘𝚟. 𝙺𝚊𝚝𝚜𝚞𝚔𝚒

Deku me mantuvo en sus brazos, soltó un hechizo con su varita y de repente aparecimos en su habitación, al perecer el también tiene una privada, debe ser por sus instintos territoriales de alfas, ellos odian compartir sus espacios con otras personas, pero por otro lado su habitación era tan deku.

Deku me mantuvo en sus brazos, soltó un hechizo con su varita y de repente aparecimos en su habitación, al perecer el también tiene una privada, debe ser por sus instintos territoriales de alfas, ellos odian compartir sus espacios con otras person...

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Quise seguir observando, pero un carraspeó me hizo voltear, ahí se encontraba deku de brazos cruzados y sin su túnica, debo de admitir sus brazos se veían geniales en esa camisa ¿desde cuándo se veía así?, Aun recuerdo al escuálido de primer año que se sorprendía por todo.

—Bueno Kacchan no te traje para que admires mi cuarto, quítate la ropa. – Hice una expresión desagradable y no pareció gustarle.

Se acerco hacia mi con un paso pesado —¿Quieres que te la quiete yo? – de repente tiro de la abertura de los botones de mi camisa, rasgándola por completo – Jajaja mira que bien te ves así

— Que te pasa idiota – Le grité cubriéndome el pecho mientras retrocedía intentando alejarme de él, pero tropecé con mis pies y caí sobre el piso, como un muggle intentando volar sobre escoba – ¡Ayy!

— ¿Ves lo que haces dragón? Deja de lastimarte a ti mismo – Se acerco y me levanto con delicadeza ¿Qué está pasando? – De eso me encargo yo – dijo sonriendo para comenzar a reír siniestramente.

Por merlín, Deku si está loco, debo encontrar la forma de escapar de aquí, comenzaba a desesperarme – hey hey hey, ¿Qué tanto piensa esa cabeza inútil?, claro si te comportas y haces caso no habrá necesidad de eso o no tanto.

Intente alejarme de su cuerpo, pero este reacciono más rápido, me levanto en su hombro y pegue un grito de susto, me pegó una nalgada y gemí de dolor, su mano era pesada.

Caminó hasta la cama y me lanzo hacia ella – Bien Dragón, quítate el pantalón, lo tendrás que hacer a la buena o ala mala, tu decides.

Gimoteando empecé a desabrocharlo botón por botón, cuando ya estaba terminar de bajar la cremallera, el agarro el borde de mi pantalón y los tiró hacia abajo

—Que decepción Kacchan, es increíble que aun después de presentarte como omega sigas aferrado a la idea de no usar interiores de omega, esas tetitas y ese coñito necesitan algo lindo para vestir, mañana enviare a tu cuarto unas cuantas cosas, vas a empezar a usar todo lo que te diga y no podrás mentir porque para estar seguro de que llevas haré revisiones cada día.

Decía todo esto mientras sus manos recorrían mis piernas de arriba abajo, solo atine a cubrirme la cara con mis manos, no aguante más y empecé a llorar desconsoladamente, de verdad me era imposible parar.

—Ay, Dragón no llores más, me parte el alma verte así – Hablo su voz burlona – y lo que yo quiero es partirte el culo.

Se metió entre mis piernas y agarro el elástico de mis calzoncillos, fue tan rápido que cuando iba a reaccionar para que no me los quitara él ya los había mandado a volar por la habitación. – Pero que delicia, mira nada mas esa pequeña polla inservible – trate de cerrar mis piernas para cubrirme, pero su cuerpo y manos me lo impedían, descendió más sus manos hasta quedar bajo mis glúteos y empezó a tantear buscando algo.

—¿Qué haces Deku? ¡Déjame ya! – comencé a sacudirme, pero me volteo con fuerza, agarro mis manos a mis espaldas y levanto mis caderas hacia él.

— Con que te quieres comportar muy perra ahora, bien a las perras malas se les deba castigar – Intente zafarme, pero no podía y...

ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, cinco nalgadas seguidas en mi glúteo izquierdo — ¡ahh! – frite de dolor y enterré mi cara en las sábanas buscando consuelo, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, otra tanda, pero ahora al lado contrario – Izuku... no más, por favor – Sollozante le suplique que se detuviera, soltó mis manos, me recosté de costado y me hice un ovillo.

—Espero que así entiendas porque cuando tenga que usar la otra manera no te gustara nada – Estaba tan agotado que mis ojos se cerraron y se reusaron en abrirse, comencé a respirar más calmado, un olor a roble me hizo gemir placenteramente, no entendía lo que estaba pasando, solo me deje hundir en la oscuridad.

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❝🌸❞ Autor original: Sallylil

❝🫐❞ palabras: 715

𝑴𝒂𝒓𝒄𝒂 𝑭𝒐𝒓𝒛𝒂𝒅𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora