Prólogo

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Todos creemos conocer a la gente con la que convivimos, ¿pero qué pasaría cuando una persona en la que confías demasiado no era como vos creías?

Las relaciones entre Omegas eran vistas cómo una aberración, porque solo daban a entender una cosa… Que el Alfa que estaba con ellos no era capaz de satisfacerlos, a tal punto de tener que buscar el placer y la contención en los brazos de los de su misma casta.

Valentín Barco  tenía todo lo que un Omega quisiera tener: fama, dinero, el cariño de toda la gente, un Alfa de ensueño; pero, a veces, no todo es suficiente.

Era un Omega Puro capaz de hacer todo lo que esté a su alcance para obtener lo que quería.

¿Y qué era lo que más deseaba en esta vida? Sencillo, tenía nombre y apellido y ese era:  Óscar Exequiel Zeballos.

¿Pero qué sería capaz de hacer para conseguirlo? Exequiel no es una cosa, un trofeo el cuál obtenés cuando ganas una competición. No, era una persona, un dulce Omega muy sensible que, sin saberlo, quedó en el camino de una persona que no era para nada lo que aparentaba frente a los demás.

Todo sería más fácil si el Omega Recesivo no estuviera marcado por su pareja, pero eso no parecía importarle a Valentín.

¿Qué tan lejos puede llegar una persona para lograr sus objetivos? ¿El fin justifica los medios? No cuando hay alguien inocente de por medio, que corre riesgo por las actitudes de otras.

La línea entre la admiración (el cariño) y la obsesión es tan delgada qué, tarde o temprano, puede llegar a cortarse y nada bueno va a salir de eso.

Y, lamentablemente, Exequiel Zeballos iba a ser testigo de eso; iba a vivir en carne propia lo que era que alguien como Valentín  pierda la cordura al obsesionarse con una persona que no tenía la culpa de sus más oscuros y macabros pensamientos.

⚠️Possessive Omega⚠️ - Barco & Zeballos [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora