Noah.

21 3 0
                                    

No se si debería preguntarle el porqué me ha dejado aquí sola, el porque se ha olvidado de mi. No es fácil olvidarse de la persona que te ibas a casar de un momento para otro, o, al menos eso creo.

Me armé de valor y salí, salí y mate a 5 zombies, pero, me faltaban otros 2 y no los veía. Me estaba empezando a cansar de buscar pero al parecer no necesitaba buscar, ya q ellos fueron los q me encontraron a mi.
Ellos me lo pusieron un poco más difícil, eran más listos que los demás, ¿tal vez los zombies estén mutando? Espero que no, porque si no nos acostumbramos a este modo imagínate a uno aún mayor.

Estuvimos peleando por lo menos por 15 minutos, pero de repente empezaron a correr hacia atrás, me dejaron sola de nuevo. Me relaje un poco y opté por volver a casa. Cuando estaba a punto de llegar uno de los zombies vino por detrás mía y me estampó contra el suelo, me intentaba soltar pero no podia, el era muy fuerte.
Me desmayé del golpe que pegue contra el suelo. Me desperté en una sala oscura pero no del todo gracias a una pequeña ventana que había en una de las esquinas de la habitación. Estaba atada a una silla y tenía algo de tela en la boca que no me dejaba respirar bien.

Entre la oscuridad note a alguien con una chaqueta de cuadros rojos con unos pantalones vaqueros color azul oscuro, era el zombie de antes.

-Hola- dijo aquel zombie-

-mmhhh!!-

-El zombie con cara de vergüenza me quita ese trozo de tela que tenía en la boca-

-Que quieres de mi-

-Solo quería conocer a un humano de cerca-

Ahora mismo me están viniendo un montón de preguntas a la cabeza, ¿! Cómo es que un zombie habla ?¡

-¿Y no te valía con mirarme de lejos y no SECUESTRARME?-

-el zombie se asustó cuando dije "secuestrarme" casi gritando-

-Perdon...-

-No te preocupes, por cierto, soy Noah, encantado- me dejo con una sonrisa en la cara-

Es muy linda su sonrisa, me agrada Noah.

-Igualmente, Noah, yo soy Lucia, un placer- dije con una voz dulce-

Tenía el presentimiento de que a partir de ahora Noah y yo íbamos a tener una muy buena amistad. El me agradaba mucho, era simpático y amable conmigo. Nada más nos presentamos el me soltó y yo decidí quedarme un poco más con el.
El se veía solo y notaba en sus ojos la necesidad de hablar con alguien. Cuando le miro a los ojos la tristeza se apodera de los míos, es un sentimiento que no puedo explicar, me duele verlo así y lo acabo de conocer.

-Entonces dime, Noah, ¿tienes novia?- dije con un tono de burla-

Noah asombrado por mi pregunta me niega con la cabeza, en realidad ya lo sabía, se le ve la soledad en los ojos.

-Pues tengo una amiga que puede que te caiga bien-

-me gustaría conocer más humanos- dice Noah con la una voz rota-

El sabe que por ser zombie la gente no le va a aceptar, lo tiene en mente. Pero se que Estephano y Jenie no tendrán problema con el.

Noah me llevo a su refugio para que pasáramos la noche. Era acogedora y además tenía despensa de comida y baño. Era increíble, hacía meses no veía algo así.

-Es muy linda tu casa, Noah-le digo mientras que le miro directo a los ojos-

Noto como Noah se pone nervioso ante mi cumplido, al parecer, Noah es tímido, ¡Ja!, quien lo diría.

-Noah...- repito su nombre casi susurrando-

Me gusta su nombre, es fácil de decir.

-Tu dormirás en mi cama, si?- habla Noah mientras que me acomoda unas cobijas para que no pase frío-

-Vale-

Sin darme cuenta me hice amiga de un zombie, ¿quién lo diría?
Me acosté y no era capaz de dormir por pensar en Estephano y Jenie. ¿Y si a ellos también les ha pasado algo? ¿Y si en realidad se pusieron dos plantas por arriba para matarme?
No se como lo hago para desconfiar de la persona que más amo actualmente. No se si es un don o todo lo contrario.
Intente poner la mente en blanco pero no podía, no era capaz. Al final concilié el sueño 1:30 después de acostarme.

Al despertarme Noah me sorprendió con el desayuno ya hecho.

-esto está riquísimo- digo con la boca llena-

-Lucía...- dice Noah-
-No hables con la boca llena-

-Perdón, papá-

Noah empezó a reírse sin parar y yo no pude evitar reírme con el.

-Me alegra que te guste- me dice después de habernos reído por un buen rato.

Ya es hora de marcharme de nuevo a mi casa y comprobar si ellos llegaron a casa sanos y salvos. Estoy preocupada. No se que hacer si Estephano me deja, el me prometió no dejarme, el no puede estar muerto. No puede.

Todavía no había llegado a casa y las lágrimas ya corrían por mis mejillas, no me puedo imaginar una vida sin ellos. Tal vez les he cogido demasiado cariño, no lo sé.

Apocalipsis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora