Apocalipsis.

Mejor prevenir que curar

Decidimos no arriesgarnos y simplemente irnos a otro lugar ya que no queríamos que pasara como la última vez, nos fuimos de esa ciudad por tren, ya que todavía funcionaban y no había ningún zombie por esa zona.

Llevábamos ya 4 horas de viaje a un lugar al que desconocemos y al que no sabemos si va a ser mejor o peor para vivir.  Al menos sabemos que no nos han perseguido ya que nos hemos asegurado de que eso no pasara. El tren era muy largo de color blanco grisáceo con toques marrones por la parte inferior y con puntitos morados, rosas y azules en la parte superior, por dentro había dos filas de sillas, las sillas eran cómodas hechas con sillones y de color gris en la parte del plástico y morado en la parte blanda. Tenía luces modernas y una de ellas estaba fundida, se nota que este tren ya tiene años desde que lo crearon. El suelo estaba hecho con resina gris con puntitos aún más grises y al final del todo.

Las luces empezaron a fallar y de repente estaba todo oscuro, saltaron las luces de emergencia y ahora estamos en un tren con luces rojas.

Nos empezamos a mirar y de un momento para otro...

Nos dormimos en el mismo sillón ya que hacía frío, al día siguiente las luces rojas seguían y el tren seguía en movimiento, no paraba y parecía ir más rápido de la normal.

-Ha estado moviéndose el tren toda la noche?- exclamo Noah preocupado.

-Creo que si-

De repente el tren se paró Justo en una estación y se apagaron todas las luces, mucha coincidencia ya. No se porque me huele que detrás de esto está Estephano.

Se abrieron las puertas, la tensión y los nervios se respiraban por el aire y a cada paso que dábamos eso iba en aumento, cada escalón que subíamos y el silencio que se escuchaba nos estaba poniendo nerviosos a los dos y al llegar hasta arriba no había, nada.

-Nada?- pregunté

-Eso parece-

Seguimos normal, intentando saber donde estábamos ya que nos habíamos quedado dormidos hace nada. Estábamos en Cáceres, un lugar un poco peculiar.

-¿Cáceres? ¿Enserio?- dijo Noah con voz burlona.

-¿Tienes algo en contra de los Caceros?¿O como se digan las personas q vivan aquí?- parloteó Lucia.

-No no- negó Noah

-Ah, pensaba. Que nos pegamos eh- exclamo Lucia

Nos empezamos a reír los dos y seguimos caminando hasta encontrar una mansión gigante llena de humanos que parecían ricos y con muchas armas, Noah parecía asustado ya que el era un zombie y es normal que esté asustado. Le encuentran y lo más seguro es que le hagan algo malo o hagan experimentos con el por ser un zombie que no se siente tentado ante los humanos.
Yo sigo cuestionándome porque, o como ha hecho para no querer hacer eso pero sigo sin saberlo y Noah dice que ya me lo dirá en el futuro así q supongo que solo habrá que esperar a ver qué me dice.

La mansión era blanca, tenía una puerta gigante de color dorado y unas grandes vidrieras de un dulce color amarillento con grisáceo. Tenía dos torres a casa lado parecidas a los palacios de la india y también tenía arriba de cada torre una estatua de la persona que fundaba todo eso, o al menos creo yo que es esa persona.

Nos acercamos para mirar que había dentro y vimos que estaba lleno de comida, armas, mujeres semidesnudas y hombres riéndose mientras que tomaban o fumaban algo que desconozco. Estamos los dos muertos de hambre y ahora mismo nuestra última opción es entrar ahí dentro y comer algo, pero también es la primera.

-Tenemos que entrar- dijo Lucia confiada

-Ni aun que me pagaran entro ahí dentro con esos viejos verdes bebedores de cosas raras que huelen mal-

-No tenemos más opciones Noah-

-Ash, vale-

Nos preparamos. Noah se escondió detrás de una vidriera para ver todo lo que pasaba y yo me había puesto como las otras chicas para pasar desapercibido entre todos esos tipos.

Tengo un plan, aparte de coger comida para comer los dos, podría encontrar al que ha llevado a cabo esto para ver si puedo robarle algo como armas o casas con seguridad. La gente rica puede tener muchas cosas pero desde el apocalipsis no he visto a muchos ricos. El dinero no te salva de todo.

Entre y los primeros minutos todo iba bien, pero un señor que podría medir 1'90 y que estaba rechoncho, con un traje y con un cubata en la mano me señaló para que me sentara encima de el, yo hice como que no le había visto pero el se levanto y empezó a perseguirme. No paraba de seguirme hasta que un señor me protegió y le dijo al señor que se fuera a hacer otra cosa en otro lugar.

-Muchas gracias señor- agradecí

-De nada, ahora dime. Quien eres, de donde vienes y cuantos mas sois- dijo el señor mirándome fijamente a los ojos

-Soy de aquí, siempre he estado aquí. Y estoy sola con usted, señor- mentí intentando que no se notara que estaba llena de nervios.

El hombre me agarró de la mano y me llevo a una habitación que parecía un despacho. Estaba muy bien decorada con colores azules y blancos y con un cuadro en una de las paredes de la habitación que era de un barco nadando por el mar. Era muy espacioso y había una mesa gigante en forma de U mirando hacia la parte opuesta de la puerta, una silla en cada lado de la mesa y la silla de la parte cerrada de la U era como un trono pero con ruedas por abajo.

-Siéntate por favor-

Dos personas cerraron la puerta y empezaron a rodearme poco a poco

-¿Qué necesita, señor?- dije aparentando estar tranquila

-Necesito que me digas la verdad y que me digas de dónde vienes y con quien. Te he dado una oportunidad pero no te daré dos, querida-

Dijo mientras limpiaba una de las armas que tenía en los cajones de la mesa.

-No se de donde vengo, no vengo con nadie. ¿Contento ya?-

-Mira niña, no estoy para juegos. O me dices como has entrado tan fácilmente o...-

-¿O que?¿me vas a matar?¿me vas a torturar?

-No juegues conmigo niña repelente-

Me quede en silencio ya que sabía que si seguía tentando a la suerte no me iba a salir bien.

-¿Por que te importa tanto si he venido con alguien o no?

-Tal vez seas demasiado guapa como para dejar que alguien se quede contigo.

-Eres un pedófilo.

-Mira pequeña, eres demasiado débil como para estar sola. Es decir que habrá alguien fuera vigilando cada movimiento o palabra que digamos o hagamos. Si no ha entrado lo más seguro es que no tenga disfraz o que por más que se disfrace no pueda pasar desapercibido por aquí, igualmente felicidades porq has llegado muy lejos. Quieres comida o algo así?- empezó a reír

-Gracias supongo y si- la única opción que tenía ya es pedirlo porque ya me habían descubierto

-Toma anda, y a la siguiente intenta al menos llevar la marca que todas las personas aquí llevan- y me levanto la muñeca enseñándome un tatuaje con una B y un tridente clavado-

-No pensaba tatuarme, sabes- Parlotee divertida

Este señor empezó a reírse y después de eso me miro de arriba a bajo otra vez

-Eres divertida, no eres como las otras. Sea quien sea tu acompañante me podéis acompañar a mi y a mis amigos a nuestra guarida. Sois bienvenidos- dijo este señor alegre

Me dio un asco increíble pero estamos necesitados y llevamos mucho tiempo viajando, porque si, un día es mucho tiempo viajando.

-Lo hablaré con mi grupo y ahora os comunicaré nuestra respuesta- dije formalmente

-de acuerdo, te espero. Preciosura-

Note como me escaneaba con la mirada mientras que me iba, solo era un viejo necesitado que no ha tenido amor paternal de pequeño. Que vergüenza de persona.