𝙴𝚗𝚌𝚑𝚊𝚗𝚝𝚎𝚍 𝚏𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞 𝚕𝚘𝚟𝚎 [Lynn Loud Jr]

01

No era agradable comenzar el día con tú hermano lanzándose encima de ti, con la desagradable sensación de que el aire se va de tú cuerpo para luego volver con la misma rapidez al tu nariz tratar de absorber lo más posible el oxígeno perdido para que tus pulmones nuevamente sea útiles. Agradecer no tener más de un hermano tampoco es el primer pensamiento que deberías tener apenas te levantas, pero saber que tu madre quería una familia numerosa no es de mucho agrado cuando su segundo hijo es el típico hijo menor que aveces hace que la hermana mayor quiera jamás volver a verlo.

Taylor mira con desagrado a su hermano menor que con una sonrisa mezquina y un movimiento de hombros se levanta mientras murmura un "apresurate" para luego salir corriendo de la habitación para no recibir un merecido golpe en la cabeza. No sabía cómo llevaban sus pulmones y su estómago siete años soportando a su hermano caer encima de ella, y aún no entiende como su mente no se apresura en despertarla cuando claramente eso sucede todos los días y menos entiende como su madre no se ha dado cuenta de que todos los días su hermano la va a levantar con tanta emoción es porque así puede tener una excusa para saltar encima de su pobre estómago.

El camino hacia el baño no es largo, simplemente tiene que abrir la puerta, doblar hacia la derecha y pum, tiene la puerta del baño enfrente, aún así es cansado tener que mirarse en el espejo todos los días sabiendo que se ve peor que la noche anterior, aún así agarra el cepillo de dientes y quita todo rastro de la suciedad que se acumula en su boca, se mira atentamente en el espejo una vez más para luego soltar un bostezo y caminar hacia su cuarto donde su closet con toda clase de pantalones, camisas y cualquier cosa relacionado con los deportes y la música la esperan.

El closet tiene toda clases de colores, el que ella prefiera ese día ese era, aún así el verde oscuro, el blanco y Taylor Swift parecen sonreírle como todos los días. Baja las escaleras con rapidez con su mochila en uno de sus hombros y su brazo derecho agarrándose de la baranda para no caer, su madre la espera tranquilamente con un taza de café en los labios y su teléfono en la palma de la mano con su dedo arrastrándose encima de él, tira su bolso en la silla de al lado y se inclina levemente para comenzar a comer, su madre despeja su vista del móvil y le sonríe, aparta con uno de sus dedos su flequillo y coloca detrás de sus orejas dos mechones marrones que se habían pegado a su cara.

Su madre siempre era así de cariñosa, nunca fue muy empalagosa pero siempre le agradaba demostrar su aprecio no solo con palabras o regalos, si no también con acciones, el pequeño beso que deposita todos los días en su frente era solamente una pequeña muestra de eso, pero como siempre su hermano era él que más tenía prisa de los tres, siempre tan enérgico que incluso a ella le molestaba algunas veces, su madre siempre se ría de ello. Llegando corriendo como si el mundo se acabará, con una prisa que nadie sabía de donde sacaba.

Su madre con las llaves del coche entre sus dedos girando en el aire comienza a silbar mientras detrás de ella venían James y Taylor, cada uno con su propia opinión y emoción sobre ir a la escuela, cada uno con su propio entretenimiento; su madre se ríe de los horribles chistes que suelta James mientras ella contesta el mensaje que Rui le mando sobre que ropa debería ponerse, Rui, siempre tan indecisa sobre que ropa ponerse pero siempre tan segura de sí misma. Guardó su teléfono en su mochila una vez el coche paró, se despidió de su madre con un beso en la mejilla y con unas palmadas en la espalda se despidió de su hermano, viendo el carro avanzar hasta perderse de vista una vez que ella se bajó.