Disculpas

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El Bentley no dejaba de reproducir "A Nightingale Sang In Berkeley Square" no entendía por qué diablos lo estaba torturando de esta manera, hasta que ese pequeño escribano número treinta y siete lo busco trayendo consigo un segundo libro de profecías.

Al inicio la duda y la desconfianza hicieron acto de presencia y no daba crédito de estos, pero mientras más leía las profecías de Agnes y recordaba como les ayudo en el pasado, su fe crecía. 

Recordaba, con un amargo sabor de boca, como una de las profecías hablaba de un ángel en medio de un cielo en llamas. Sabía lo que eran capaces esa bola de bastardos y temía el hecho de haber perdido a su Ángel para siempre.

Si tan solo lo hubiera acompañado, si lo hubiera escuchado, sí... Las lágrimas picaban sus ojos y estaba a punto de dar un volantazo e ir a una de las entradas del cielo. Pero la siguiente profecía de Agnes había sido muy clara.

"Y en su tercer punto de encuentro, una luz llena de conocimiento absolverá al ser que jamás se permitió el perdón."

Tenía que ir a la parada del kiosco, recordaba con dolor una de sus tantas peleas, Aziraphale hablando de perdón y el incapaz de tomarlo.

Miro la copia de las profecías, deseaba con todo su ser encontrarse con Azirafel. Miro al cielo y una única plegaria resonaba en su mente "Por favor". Aceleró en medio del tráfico 

Y ahí, en medio de la oscuridad de la noche, Aziraphale brillaba en su traje blanco. Entre más se acercaba, notaba la imagen mal trecha de su amigo, su traje arrugado y lleno de hollín, su mirada llena de dolor y en sus manos una serie de papeles.

"Crowley" escucharlo nombrarlo fue la gota que derramó el vaso, Aziraphale estaba aquí y él lo había extrañado tanto.

Se permitió hacer algo que jamás había soñado, abrazo con fuerza a su mejor amigo, al ser que más amaba sobre todas las cosas, al amor de su vida.

Azirafel lo recibió y lo abrazo con la misma fuerza, parecía que querían fusionarse en uno solo. 

"Lo siento" lo dijeron al mismo tiempo.

"Lo siento" volvieron a repetir y resonó como un campanario.

Las lágrimas corrieron por sus mejillas, tomo el rostro de su Ángel y se permitió verlo.

"Lamento el haberte lastimado así" Aziraphale acarició su rostro, cerro los ojos y se entregó a la muestra de cariño "Tenía que subir, pero no deseaba lastimarte" trago el nudo en su garganta y miro los ojos de su Ángel.

"Solo si tú me perdonas por no ayudarte" Una risa brotó de ambos.

Era tan irreal toda la situación, Aziraphale le miro con cariño y no pudo evitar replicar su sonrisa.

Agnes tenía razón, había sido perdonado.

Tendrían tiempo de sobra para un par de bailes de disculpas, pero por ahora debían salvar de nuevo al mundo, no hay otro lugar en el que desee estar con su Ángel.

#Disculpas

#AbandonaOctubre2023

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