Sueños/Pesadillas

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Dormir era de los hábitos qué él casi no practicaba, al contrario de Crowley el cual podía dormir casi medio siglo sin inmutarse. Suspiro lo extrañaba tanto y el dormir era el único placer que podía permitirse hacer en el cielo, el cual no le causaría ningún problema.

Le estaba jugando al tonto, fingiendo ser el fuck*ng arcángel supremo, sonrisas falsas y plásticas, siendo un idiota con los otros arcángeles. Recordaba con gracia la mirada de Miguel cuando le dijo que no lo molestara durante su estadía en su oficina, la cual exigió, donde se dedicaba a hacer "consultas" pretextos para ganar tiempo. "Hay quienes nos importa hacer un trabajo excelente" le escupió en la cara, su rostro era un poema. Crowley se habría reído del asunto. 

Se dedicaba a leer todos los archivos qué le pudieran dar respuestas sobre la segunda venida; tenía acceso ilimitado de estos, pero sin la ayuda del pequeño escribano número treinta y siete su tarea era más difícil. Llegar con Crowley sin las manos vacías era importante; también dormía, sentía que compartía algo con Crowley, pero los sueños se habían vuelto su castigo, un par de ojos amarillos; qué en su momento fueron tan cálidos, le devolvían una mirada llena de frialdad, de resentimiento y de odio.

El sueño, no las pesadillas, eran tan realistas los dos en medio de la librería y Crowley ya no era su querido amigo, ya no lo amaba.

"Aziraphale, eres tan patético, creyendo que puedes cambiar las cosas, ingenuo; ni siquiera lograste mantenerme a tu lado" le reprochaba crowley.

Él estaba entumecido del dolor, no podía hablar, no podía moverse, quería sostener a Crowley entre sus brazos y suplicar por su perdón, pero le era imposible.

"Eres tan solo un ángel de apoyo emocional, francamente Aziraphale cualquiera hubiera estado bien." No, Crowley no pensaba eso de él, el, ellos eran un equipo, eran...

El nudo de su garganta se apretaba más con cada palabra.

De pronto todo oscurecía y Crowley era alumbrado por una luz verde oscura, una niebla se presentaba.

"Ahora Ángel, mientras tú eres el patético intento de un "Arcángel Supremo" yo reino en el infierno." Una sonrisa maquiavélica que jamás creyó ver, desfiguraba el rostro de su Crowley. 

Sabía que todo era mentira, de entre los dos, Crowley era mucho mejor que él, pero el miedo de perderlo le atormentaba.

Despertó sudoroso y agitado, si tuviera un corazón estaría bombeando como loco y aunque no lo necesitaba jadeaba por aire, las lágrimas le nublaban la vista y la opresión en su pecho lo hacían delirar.

Amaba a Crowley y lo había arruinado, esperaba que lo pudiera perdonar, era egoísta y lo deseaba con desespero.

Miro la pila de papeles que boto en medio de su despertar. Una serie de datos sobre la llegada de Jesús sobresalieron.

Se recompuso, era el momento del show, iba a incendiar al cielo desde sus cimientos y volvería por Crowley.

#AbandonaOctubre2023

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