Carta De Despedida

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Desde que vio a Metraton en la entrada de su librería supo que ahora a él tenía que proteger a Crowley, la entrega del café solo aumento su ansiedad, contrario a la idea popular, él no era del todo ingenuo; sabía y era consciente de las consecuencias de sus acciones, había hecho un llamado a guerra y él no podría esperar a que no existan consecuencias, eso pecar de santo, sabe que con esto se abrió la posibilidad de acelerar el proceso del fin del mundo. 

Crowley y él eran conscientes de que en algún momento los planes se reanudarían, pero todo fue tan rápido. En un abrir y cerrar de ojos todo su mundo cambio, Gabriel y Beelzebub marcharon juntos a Alfa centuari, pero ellos jamás compartieron tanto en este mundo como él y Crowley, amaba a este mundo tanto e igual como su amor por Crowley es por eso que deseaba protegerlo junto al ser que más amaba, pedía perdón a su señor, pero no podía amar a nadie más que a esta magnífica creatura.

Cuando escucho que el café era específicamente de “Dame el café o dame la muerte” supo que no tenía escapatoria. Un pequeño milagro cuando recibió el café, nacido de todo el amor por Crowley dejo una nota en el Bentley un poema. Necesitaba explicarle a Crowley cuanto lo amaba, cuanto necesitaba que entendiera que tenía que cuidar este maravilloso mundo y a él. Que el porqué de sus acciones.

El beso y la discusión con Crowley fue algo que dolió de una manera inexplicable. Amaba a Crowley y este a él. Pero no era el momento, creyó tener una oportunidad de que juntos solucionaran y dieran fin a toda la situación cuando Metraton le dio la opción de traer a Crowley con él. Le volvió a proponer el huir juntos, pero como podrían dejar todo este maravilloso mundo atrás, daría miles de librerías por tener un mundo el cual compartir con Crowley, no se entendieron, Crowley marchó molesto, muy herido, al igual que él. En su desesperación esperaba qué Crowley leyera su nota y él comprendiera el porqué tenía que marchar y rogaba por qué pudieran detener definitivamente el gran plan y así tener todo el tiempo del mundo. 

Cerro los ojos y la sensación de ese beso tan agridulce aún lo tenía presente. Metraton volvió y supo que debía marchar, no lo deseaba, no quería irse, quería sostener, abrazar y besar a Crowley. Pero no, aún no, tenían que buscar un futuro juntos. 

Un Bentley demoniaco recibió una nota de una letra angelical 

“Yo canto lo que tú amabas, vida mía,
por si te acercas y escuchas, vida mía,
por si te acuerdas del mundo que viviste,
al atardecer yo canto, sombra mía.

Yo no quiero enmudecer, vida mía.
¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías?
¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía?

Soy la misma que fue tuya, vida mía.
Ni lenta, ni trascordada, ni perdida.
Acude al anochecer, vida mía;
ven recordando un canto, vida mía,
si la canción reconoces de aprendida
y si mi nombre recuerdas todavía.

Te espero sin plazo ni tiempo.
No temas noche, neblina ni aguacero.
Acude con sendero o sin sendero.
Llámame a donde tú eres, alma mía,
y marcha recto hacia mí, compañero.” ¹

Y ese mismo Bentley sintió el dolor de dos seres sobre naturales y un ruiseñor sonó en el Soho, para el alivio de esas dos almas.

#AbadonaOctubre2023

#CartaDeDespedida

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Notas del autor
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1 El poema es de la poeta chilena Gabriela Mistral, amo a esta mujer. Me costó mucho elegir un poema porque todo me recuerda a ellos espero que lo disfruten.

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