Plan inefable

Muerte Accidental

No sabía cómo explicar lo que sucedido, el oficial de policía, los miraba con severidad y se sintió más intimidado ante esa mirada, qué todas las veces que estuvo frente al Duque Hastur. 

Todo había iniciado así, desde el ascenso de Shax al infierno todo era un desastre, la falta de personal, combinado con sus aires de grandeza, llevaron al infierno a un caos, muchos demonios comenzaron a no realizar sus obligaciones teniendo qué poner a los demonios menores en otras tareas, así fue como llegaron a estar en el puesto de tentaciones en Londres, puesto que desempeño el demonio Crowley durante tanto tiempo. El mismo que Shax sustituyó; sin embargo, él se sentía muy perdido. Tenía permitido tener dos clones y todo marchaba muy bien, los humanos por sí solos podían generar mucha maldad y ningún ángel había interferido, así que se había dedicado a ser un turista y conocer un poco del mundo humano, disfruto muchas actividades como la música y era muy divertido estar en las redes sociales, las miles de selfies y videos que hizo, no subió nada a Internet, pero se divirtió mucho con sus clones haciendo todos los retos qué aparecían en Internet y si realizaba algún tipo de milagro, bueno el infierno no se dio cuenta.

Así que un día decidió salir del departamento y explorar. Cuando llego a un parque y se sentó en una banca, no se dio cuenta de que ahí estaba un ángel, el cual vestía con abrigo beige y sus medias de tartan, veían con mucha diversión a los patos, mientras los alimentaba. Su curiosidad salió a flote, en ese momento supo que debió quedarse callado. 

"¿Qué les estás dando?" 

Dicho ángel volteó muy feliz, le sonrió. 
"Leí que ellos comen arvejas frescas."

Y lo siguiente fue muy confuso, el ángel hizo una cara muy graciosa, se veía entre asustada y sorprendida. Y después el ángel callo de la banca, en el proceso les apuntó con su paraguas de tartan y lo abrió, esto le sorprendió, jamás admitirá qué lo asustó, él también resbaló de la banca; uno de sus clones se alejó cayendo al lago, nunca habían nadado antes, así que se descorporizo, el otro tropezó y alteró a una familia de gansos qué empezaron a perseguirlo, poco después dejo de sentir su presencia ese también fue descorporizado. Mirando el desastre empezó a preocuparse por el cómo le explicaría lo sucedido al consejo oscuro.

En medio de su conmoción generaron un gran desastre y una serie de ataques de pánico en masa.

Lo tomaron a él y al pequeño ángel y los llevaron en una patrulla, ahora estaban ahí por alterar la paz y el orden público. No entendía nada, pero parecía que acababa de hacer algo muy malo, tal vez el infierno no se molestaría tanto.

Vio a su compañero de desventuras, estaba encogido en sí con una cara de preocupación y bueno, su curiosidad lo seguiría metiendo en problemas, pero no pudo evitar preguntar. 

"¿Estás bien?" 

El ángel le miraba con los ojos llenos de lágrimas y muy sorprendido. 
"Eso debería preguntarte yo, tus otros..." El pequeño ángel luchaba por explicarse, no había muchos seres como él con múltiples copias "¿Tú? Fueron descorporizados."

En toda su existencia nadie había expresado un poco de preocupación por él. Un sentimiento que tal vez un demonio no debía de sentir, lo lleno de mucha felicidad. 

No pudo evitar mirar al ángel con incredulidad. 
"Estoy bien, tengo múltiples clones."

La mirada aliviada del ángel fue lo mejor que pudo ver en toda su existencia, y daría mil clones por verla de nuevo. 
"Eso es bueno, lamento el haberte espantado. Soy Muriel..." pareció dudar en continuar, extendió su mano y él la estrecho con un poco de cautela "Soy Muriel, el representante del cielo en Londres."

Así que era su enemigo, "Soy Eric, el demonio representante del infierno en Londres." 
La situación era muy extraña y después de tanto tiempo sintió mucha paz, la idea de que todo estaría bien lo hizo sentir tan... ¿Cómo era esa expresión humana? ¿Embriagado de felicidad? 

Tal vez por eso el demonio Crowley se alió con el ahora arcángel supremo, Aziraphale. 

"Será una placer frustrarte." 
 No sabe el porqué dijo esa frase, parece que fue acertado, ya que el ángel rio con diversión. 

"Jamás he frustrado a nadie, pero el placer será mío." respondió el ángel.
Se soltaron y rieron juntos, él sentía muy feliz por el intercambio y no quería que este terminará. 

"Tal vez deberíamos irnos."  Sugirió.

El pequeño ángel se entusiasmó, "Leí en los diarios del ángel, perdón el arcángel Aziraphale qué una vez, el señor Crowley lo saco de la bastilla y fueron a comer crepes." Nunca le interesó comer, pero su nuevo ¿socio? No se atrevería a decir amigo, parecía muy emocionada por la idea. 

"¡Claro! Guía el camino ángel."

Uno de los policías los vio con una mirada extraña y le guiño el ojo. No entendía el porqué, las actitudes humanas eran muy extrañas. 

Entre los dos generaron un pequeño milagro para salir de ahí y marcharon a un lugar que ofreciera crepas, aunque ambos desconocían el camino. 

Muriel era un ángel con mucho conocimiento y paciencia, el cual respondía todas preguntas, tal vez preguntar no era tan malo y no siempre lo llevaría a las peores desgracias. 

En el cielo una pequeña alarma sonó, pero si el Arcángel supremo en turno lo ignoro y lo cubrió con un pequeño milagro que oculto la evidencia de que alguna vez sucedido, nadie lo sabría. Además, el cielo tenía cosas más importantes que atender, como la continuidad del apocalipsis y la de dicho arcángel de terminar con esa situación de una vez por todas. 

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