Menos Tres

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Jeonghan no sentía ni la más mínima intención de salir de su cama, algo lo ataba a ella, las sábanas se sentían como el mejor lugar del mundo, aunque también eran el peor.

—He vuelto —anunció Seungcheol para encaminarse dentro de la casa. Noto las luces apagadas y silencio absoluto—. ¿Hanie?

Encontró a su novio hecho una bolita en su cama. Se acercó de inmediato a él y le tocó la frente como primer instinto.

—Amor, ¿te encuentras bien? No tienes fiebre. ¿No fuiste a trabajar?

El rubio le miró de soslayo, pero solo sorbió su nariz y se encogió en su lugar.

—Jeonghan, cariño. Dime qué sucede.

Por más que insistió, Jeonghan solo se retraía más y más en su lugar.

Seungcheol no supo qué hacer, así que se quitó la mayor parte de su ropa y se metió a la cama con su novio, le miro a la cara y espero.

Jeonghan habló después de quince minutos así.

—Creo que algo está pasandome... no sé qué sea, pero... no me gusta.

—Has estado muy tenso, tal vez necesitas descansar.

Jeonghan negó.

—No es eso. Yo... no sé qué está sucediendo conmigo. Seungcheol...

—Ven aquí —le abrazó, colocando su cabeza en su propio pecho—. Seguro no es nada, solo debes dormir un poco y mañana será otro día.

—Pero...

—Mañana te llevaré a cenar, ¿de acuerdo? Prometo hacerte sentir mejor.

Suspiró largamente. Podía funcionar.

—Está bien.

Seungcheol le beso la cabeza y cerró los ojos para invitar a su novio a hacer lo mismo.

Jeonghan no pudo dormir hasta quién sabe a qué hora, porque su corazón se hacía escuchar estrepitosamente. 








-Much

¿Me escuchas cuando me miras? | JeongCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora